México

Demanda sin garantía

La impunidad sobrepasa al Estado de Derecho y al Gobierno de la República, urge legitimar su posición con garantías a la población

La impunidad sobrepasa al Estado de Derecho y al Gobierno de la República, urge legitimar su posición con garantías a la población. Es lamentable, aunque también explicable, conductas engendro de antagonismo político y desconfianza en la población.

Los litigios a través de los medios de comunicación terminan en la decepción y menor credibilidad en la justicia. Mexicana de Aviación da el testimonio más reciente y lamentable. Se antojaba increíble y las profecías más pesimistas son evidencias detonantes de un nuevo escándalo financiero empresarial.

La empresa Mexicana, adquirida por particulares de nada diáfano historial, vendieron activos de manera indiscriminada y hasta quedar con exiguos bienes para declarar la quiebra sin cubrir pasivos y mucho menos resarcir a miles de usuarios compradores de boletos. Esto último se llama simplemente fraude.

Como si se tratara de casos tan vulgares cual un Kalimba o reprobables al estilo de “Presunto culpable”, o vergonzantes como los baños de sangre en el Norte del país donde los medios de comunicación denuncian y generan el escándalo sin lograr el establecimiento de garantías. “¿Dónde está mi dinero, cuándo me pagarán o cubrirán el vuelo que compré?”

 Tan simples preguntas carecen de respuesta por parte de Mexicana, de la autoridad penal o de la Procuraduría Federal del Consumidor, esta última oficina donde los expedientes se acumulan en espera de caducidad.

Las autoridades judiciales, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Congreso, si no es el propio Ejecutivo tienen la responsabilidad de ejercer la Ley en contra de los defraudadores, incluyendo los últimos supuestos postores para la adquisición de Mexicana y reales creadores de un velo más en el espeso proceso de impunidad en espera de olvido en la frágil y sufrida memoria de la sociedad.

El caso de Mexicana bien podría ser “bandera” de promesa de honestidad y proyecto de cambio por parte de algún partido político. Seguramente se sumarían muchas demandas más de garantías e insatisfacción, de las cuales partir para ganar votos son ofertas específicas a cumplir a partir de su primer día en ejercicio de autoridad; que ya como tal habría que ver su real comportamiento.

Así mismo, para las actuales autoridades, el caso de Mexicana les da la oportunidad de mostrar auténtico respecto a la investidura y terminar su gestión con dignidad. Pero lo más importante sería dar el giro de 180 grados a la justificada incredulidad en la opinión pública, harta de impunidad y sola espectadora de violencia. Lo que es necesario debe hacerse posible.

El clima de insatisfacción crece. La inseguridad es en todos los sectores y niveles, sin que surja la voz llamando a la exigencia responsable de los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y todos los niveles de Gobierno.

Dios nos guarde de la discordia.
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