México

De lecturas varias

Sigue la exposición de José Clemente Orozco (Pintura y Verdad) en el Hospicio y estará hasta el 15 de agosto

Sigue la exposición de José Clemente Orozco (Pintura y Verdad) en el Hospicio y estará hasta el 15 de agosto. Como ya se dijo, se trata de la más importante montada hasta la fecha y es realmente extraordinaria.

También sigue resultando un misterio insondable por qué las autoridades estatales y municipales no han hecho ni el mínimo esfuerzo por darle en el ámbito local y nacional la publicidad que merecería y utilizarla como motivo de promoción de Guadalajara y su oferta cultural, particularmente en temporada de vacaciones.
 
El martes 13 se presentaron en la Capilla Tolsá las publicaciones que acompañan la muestra: el catálogo, que lleva el mismo título que la exposición, y una antología en dos tomos, La zarza rediviva, que recoge sesenta artículos sobre la obra y la figura del zapotlense publicados a lo largo de casi cien años.

La presentación corrió a cargo de Miguel Cervantes, curador de la muestra y que también participó en la compilación, Ernesto Lumbreras, a cuyo cargo estuvo la edición, Jaime Moreno Villarreal y Erik Castillo.

Los libros forman parte de la colección Tezontle, del Fondo de Cultura, que coeditó junto con la Secretaría de Cultura de Jalisco, el Cabañas y la instancia que en el estado se ocupa de la conmemoración del bicentenario.
 
Es realmente valiosa esta compilación, pues recoge los textos más importantes que hasta ahora se hallaban dispersos en muchísimas publicaciones, entre libros, periódicos y revistas (algunos del extranjero), incluyendo algún inédito, varios en alemán, francés o inglés, y muchos que sólo podían ser consultados en bibliotecas y hemerotecas.

El editor explica que “la estructura del libro propone múltiples lecturas e intenta cubrir, asimismo, múltiples intereses y perfiles de lector.

En ambos volúmenes se encontrarán ensayos panorámicos sobre la obra y la figura de Orozco al lado de textos que abordan un apartado o época de su producción artística, o también un episodio de su biografía; se alternan, por lo tanto, ensayos y artículos de largo aliento, con un énfasis analítico y detallado, en contraparte con escritos de espíritu periodístico, miradas veloces y a vuelo de pájaro sobre un tema perfectamente delimitado”.

Se empieza a saldar con esta publicación, que merece el aplauso de todos los lectores, una injusta deuda con nuestro máximo pintor.

No es poca cosa poner en manos del lector común o del académico unos materiales indispensables no sólo para calibrar al personaje y su creación, sino también la recepción de su obra tanto en su país como en otras tierras a lo largo de casi una centuria.

Tomando en cuenta la importancia que reviste tal esfuerzo, resulta inexplicable la ausencia de una herramienta que lo haría aún más significativo para los estudiosos: un índice analítico.

También llama la atención que las dos presentaciones (una por tomo: si es una sola obra, ¿por qué dos?) sean simples descripciones generales de los textos que se reproducen y que también se parta en dos la sección de “Cronología orozquiana”) y se incluya un muy inútil apartado final de “Créditos” (donde por cierto a los traductores de los textos en lenguas extranjeras no se les da ninguno).
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