México
De Semana Santa
¡Cómo han cambiado las cosas...! ¡Cómo han cambiado los tiempos...!
Debo confesarlo, nunca me ha gustado discutir de religión. Y no, porque en cambio siempre he creído que una de las bases fundamentales de las religiones —cuando pienso que, matizando, no hay ninguna mala— debe ser la del respeto.
Estamos ahora en los días de la Semana Santa, para muchos un período vacacional que aprovechan al máximo limitados por sus trabajos que les impiden salir en otra temporada del año, y también, debo decirlo, por la formación religiosa que en el seno familiar hayan recibido; formación de la que se deriva el comportamiento que se guarda en los siempre bien llamados Días Santos, cuando lo que se recuerda es algo grande, muy grande, grandísimo como es la Pasión y Muerte de Jesucristo. Otros…
Otros con otra formación y un sentido de reflexión, de meditación, de pensamiento respetuoso se refugian en la esencia misma del catolicismo con otra manera, con diferente y contrastante forma de vivir las jornadas de este tiempo.
Yo, insisto, soy respetuoso también de que cada quien haga lo que en gana le venga de acuerdo a sus principios y convicciones, porque, reiterando que para mí no hay religión mala, depende todo del sentido de autenticismo que cada uno, creyendo en lo que crea, piense —esencialmente importante— que una religión es tan verdadera como la otra. Así…
Así, unos vivirán la Santa Semana disfrutando de playas y jolgorios en un ambiente festivo ausente del más mínimo recogimiento que lleve a meditar y reflexionar; como otros enmarcados en un tenor de respetuosa solemnidad que les da imagen tradicionalmente histórica como se acostumbra en Andalucía, llevan a cabo el desfile procesional de nazarenos encapuchados portando cirios integrando los llamado “pasos” cuajados de luces iluminantes y flores de vírgenes que provocan piropos de los fieles entre los acordes de bandas de música. Belleza, devoción que hace que la piel se enchine admirando una Sevilla única, incomparable como incomparable y única es su tradición y...
Y en otras tierras con diferentes aires, el montaje de la interpretación en vivo de feligreses viviendo las últimas horas en este mundo del Hijo de Dios, llegándose al extremo como sucede en Filipinas, de clavar de verdad en la cruz al que caracteriza a Jesucristo…
Son expresiones; son, repito, formas de vivir cada quien la santidad de estos días. Respetables todas, que sí, dadas la circunstancias y creencias de cada quien.
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, viene a mi mente una saeta sevillana dedicada a un Cristo:
“LO CORONARON DE ESPINAS
Y A POCO LO DEJAN TUERTO.
¡SI SERÁN HIJOS DE P...!
¿NO ES PA’ CAG... EN SUS MUERTOS…?”
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