México
Cuauhtémoc Cárdenas renuncia al PRD
La crisis interna del partido del sol azteca provocan la salida de su líder moral
CIUDAD DE MÉXICO (26/NOV/2014).- La crisis interna que atraviesa el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tocó fondo con el retiro de su líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. El fundador del partido del sol azteca no soportó más las diferencias con la dirigencia actual y notificó su renuncia “irrevocable” al instituto en una carta.
Después de mantener un encuentro con el actual dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete, Cárdenas emitió una misiva en la que afirmó que mantiene “profundas diferencias en nuestras visiones de cómo enfrentar los problemas internos del partido”.
Cárdenas envió el documento sobre su renuncia de manera irrevocable al Consejo Nacional del PRD, con lo que finalizan 25 años de relación con el partido del sol azteca.
El ex líder moral indicó en la misiva que decidió renunciar al PRD para ser congruente con los principios que rigen el partido. “Ante la disyuntiva de correr el riesgo de compartir responsabilidades de decisiones tomadas por miopía, oportunismo o autocomplacencia en las que no haya tenido cabida la autocrítica, he preferido correr el riesgo de recibir críticas (…) y optar por decidir de acuerdo a los principios que he sostenido y me han servido de guía en mi comportamiento público y privado”.
Después de mantener un encuentro con el actual dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete, Cárdenas emitió una misiva en la que afirmó que mantiene “profundas diferencias en nuestras visiones de cómo enfrentar los problemas internos del partido”.
Cárdenas envió el documento sobre su renuncia de manera irrevocable al Consejo Nacional del PRD, con lo que finalizan 25 años de relación con el partido del sol azteca.
El ex líder moral indicó en la misiva que decidió renunciar al PRD para ser congruente con los principios que rigen el partido. “Ante la disyuntiva de correr el riesgo de compartir responsabilidades de decisiones tomadas por miopía, oportunismo o autocomplacencia en las que no haya tenido cabida la autocrítica, he preferido correr el riesgo de recibir críticas (…) y optar por decidir de acuerdo a los principios que he sostenido y me han servido de guía en mi comportamiento público y privado”.
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