
México
Cuando los primos se enfrentan
El Estado de Guerrero podría ser otra Entidad gobernada por una alianza PAN-PRD
Desde hace un mes, el ex gobernador Ángel Heladio se reunió con Camacho Solís y con el senador Luis Walton de Convergencia y escuchó la oferta de ser candidato de una alianza PAN-PRD. A la aceptación del priista siguió un encuentro con Nava, que ya aceptó y procesó en su partido la postulación y ahora sólo falta el aval del Presidente, quien finalmente palomea o rechaza las alianzas PAN-PRD.
El distanciamiento de Aguirre Rivero con el PRI se produjo tras el choque con Manuel Añorve, el alcalde de Acapulco. Añorve y Ángel Heladio son primos y hace tres años hicieron un acuerdo, casi un pacto de familia para que el primero llegara a la alcaldía acapulqueña. “Tú apóyame para ser alcalde y yo te apoyo después para que seas gobernador”, le dijo Manuel a Heladio. Ese fue el pacto, pero una vez encarrilado y con el apoyo de Manlio Fabio Beltrones, el alcalde se sintió con tamaños y desconoció el acuerdo con su primo.
Añorve fue secretario de Finanzas en el Gobierno de Ángel Heladio cuando éste sustituyó a Rubén Figueroa tras su caída por la matanza de Aguas Blancas en 1995. Desde entonces, Aguirre quiso impulsar a su Añorve para que lo sucediera en la gubernatura, pero Zedillo prefirió a René Juárez. Hoy esa cercanía familiar y política se ha roto.
Cuando vio que las cosas en el PRI se acomodaban para su primo y que éste no le cedería el paso, Aguirre Rivero se acercó a los jefes del DIA y a la dirigencia del PAN con un argumento igual al de Malova en Sinaloa: “Me la habían prometido para ésta y me traicionaron”. Los panistas y perredistas saben que Aguirre puede evitar un regreso priista en Guerrero y lo buscaron por al menos tres encuestas que lo ubican adelante en intención de voto, muy por encima de otros aspirantes como Ruth Zavaleta, e incluso de Manuel Añorve.
La eventual ruptura del PRI en Guerrero, se daría en medio de un juego de vencidas entre Beltrones, que apoya a Añorve, y Peña Nieto, amigo cercano de Ángel Heladio. El duelo de fuerzas entre los dos jefes priistas plantea un dilema para Peña: apoyar a su amigo en su huida a una alianza PAN-PRD, con el riesgo de que le repliquen a él ese esquema en el Estado de México en 2011 o plegarse y apoyar a Añorve y con ello entregarle la plaza a Beltrones.
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