México
Crisis, no recesión…
Sé que el empleo del término ''crisis'' para los políticos resulta sumamente fuerte en el manejo tan corriente como común en su vocabulario
MADRID, España.- Sé que el empleo del término “crisis” para los políticos resulta sumamente fuerte en el manejo tan corriente como común en su vocabulario. Así…
Así, con una situación económica verdaderamente preocupante por el sesgo de gravedad que ha ido tomando en España bajo el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, la consideración de incluir al país en el “G-4” agrupándolo con Irlanda, Portugal y Grecia, va definiendo un estado de consideración por las medidas que, tardíamente creo yo, se tuvieron que implementar ante el análisis realizado por el Fondo Monetario Internacional incluyendo a la nación española entre los países “periféricos” que no son otros que los que he mencionado y que están, por donde mirarse se quiera, en crisis grave.
Y escribo lo anterior porque no se puede, ni se debe desconocer, que por el terrorismo desbordado con los sangrientos atentados, primero con el 11-S de Nueva York y posteriormente el 11-M de Madrid, aunado al combate terrorista con la banda delincuente de ETA, el cambio político trascendental con una lucha económica que ya se dejaba sentir, hizo que el concepto que políticamente se manejaba como recesión cambiara al de una terrible realidad que es el de una auténtica crisis.
Zapatero no lo quería admitir hasta que… Y ahora, ya se verá, el coste político que tendrá que pagar se verá reflejado en las elecciones toda vez que el concepto en el que se cataloga a España a nivel internacional es el de “caso extremo” cuando el paro en el que está inmerso el país, sobrepasando ya el 21 por ciento, y tomándolo por el lado de los jóvenes con los que se da por hecho la pérdida de toda una generación.
La ciudadanía se mira inconforme cuando ven, los que trabajan, que sus percepciones como agua se van en pago de lo que en un tiempo sobradamente compraron, aún sin necesitarlo pero aprovechando las ofertas de créditos que ahora mismo no tienen la capacidad de cubrir.
Recuerdo la España de una década atrás, pujante, emprendedora con equilibrio financiero y con creatividad para nuevas fuentes de trabajo. Ahora el porcentaje de parados sin empleo resulta verdaderamente devastador, de ahí, sin temor a dudas, lo de la consideración de una generación perdida. Empero…
Empero, con todo y que ahora mismo el FMI reconoce que las medidas tomadas por el gobierno zapaterista van en el curso adecuado, la inclusión española en este G-4 es de desconfianza para la credibilidad del país ante la comunidad y los mercados internacionales.
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, largo y difícil es y será el camino de la recuperación. Alto, muy alto, altísimo el pago que tiene y tendrá la nación ibérica por no haber tomado las medidas conducentes y oportunas para no llegar hasta donde se ha llegado…
Sí, no era correcto el término de RECESIÓN que paliaba una gravedad, cuando la realidad no era otra que el de CRISIS.
Así, con una situación económica verdaderamente preocupante por el sesgo de gravedad que ha ido tomando en España bajo el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, la consideración de incluir al país en el “G-4” agrupándolo con Irlanda, Portugal y Grecia, va definiendo un estado de consideración por las medidas que, tardíamente creo yo, se tuvieron que implementar ante el análisis realizado por el Fondo Monetario Internacional incluyendo a la nación española entre los países “periféricos” que no son otros que los que he mencionado y que están, por donde mirarse se quiera, en crisis grave.
Y escribo lo anterior porque no se puede, ni se debe desconocer, que por el terrorismo desbordado con los sangrientos atentados, primero con el 11-S de Nueva York y posteriormente el 11-M de Madrid, aunado al combate terrorista con la banda delincuente de ETA, el cambio político trascendental con una lucha económica que ya se dejaba sentir, hizo que el concepto que políticamente se manejaba como recesión cambiara al de una terrible realidad que es el de una auténtica crisis.
Zapatero no lo quería admitir hasta que… Y ahora, ya se verá, el coste político que tendrá que pagar se verá reflejado en las elecciones toda vez que el concepto en el que se cataloga a España a nivel internacional es el de “caso extremo” cuando el paro en el que está inmerso el país, sobrepasando ya el 21 por ciento, y tomándolo por el lado de los jóvenes con los que se da por hecho la pérdida de toda una generación.
La ciudadanía se mira inconforme cuando ven, los que trabajan, que sus percepciones como agua se van en pago de lo que en un tiempo sobradamente compraron, aún sin necesitarlo pero aprovechando las ofertas de créditos que ahora mismo no tienen la capacidad de cubrir.
Recuerdo la España de una década atrás, pujante, emprendedora con equilibrio financiero y con creatividad para nuevas fuentes de trabajo. Ahora el porcentaje de parados sin empleo resulta verdaderamente devastador, de ahí, sin temor a dudas, lo de la consideración de una generación perdida. Empero…
Empero, con todo y que ahora mismo el FMI reconoce que las medidas tomadas por el gobierno zapaterista van en el curso adecuado, la inclusión española en este G-4 es de desconfianza para la credibilidad del país ante la comunidad y los mercados internacionales.
Y… PENSÁNDOLO BIEN.
Y… PENSÁNDOLO BIEN, largo y difícil es y será el camino de la recuperación. Alto, muy alto, altísimo el pago que tiene y tendrá la nación ibérica por no haber tomado las medidas conducentes y oportunas para no llegar hasta donde se ha llegado…
Sí, no era correcto el término de RECESIÓN que paliaba una gravedad, cuando la realidad no era otra que el de CRISIS.
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