México
Confirman todos: es para rescatar al PAN
Tren Parlamentario por Vicente BELLO
Un día después, el Plan Anticrisis seguía provocando turbulencias en el Congreso de la Unión. La oposición, incluidos los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), no lo ha podido aceptar del todo. Y, multiplicadas las voces en ese sentido, afirma que será más que insuficiente, lo que es una lástima, porque el Gobierno federal tiene una infinidad de recursos para utilizar, y no lo ha hecho por falta de visión, necedad e incapacidad en el ejercicio de gobierno.
Desde la tribuna de la Comisión Permanente, el senador del PRI Rogelio Rueda Sánchez: “Bienvenido este anuncio (se refería al Plan de Felipe Calderón), porque son necesarias medidas en materia de política económica. Sin embargo, nos parece insuficiente. Hasta aquí llega la creatividad del actual Gobierno. Hasta aquí se atreve con los casi innumerables instrumentos; con toda la capacidad del Gobierno”.
La Comisión Permanente había vuelto a sesionar, este día jueves, urgidos los partidos políticos en posicionarse en torno del Plan que, un día antes, había presentado el Presidente Calderón. Y en la tribuna del Salón Verde de San Lázaro —sitio donde acostumbra sesionar el Congreso en este receso de invierno—, y en los pasillos, y en conferencias, particularmente los tres partidos políticos más representativos (PAN, PRD y PRI) volteaban a mirar hacia un plan turbulento y bastante criticado por la oposición, a cuya defensa se esforzaba no muy bien parado el Partido Acción Nacional (PAN).
El diputado del PRD Gerardo Villanueva Albarrán, afirmó: “No se observa el diseño de una política social clara, que facilite el desarrollo regional y garantice la rectoría del Estado en el sector financiero, como lo marca la ley”. Y desollaba entonces la decisión presidencial:
“Se congela el precio de las gasolinas, pero en lo más alto; el diesel, tan utilizado por los sectores productivos, como el del agro y pesca, seguirá en cambio subiendo; no se frena el alza de precios de artículos de la canasta básica; nunca Calderón habla de un aumento de emergencia del salario mínimo, de por sí debajo de la inflación; afirma (el Presidente) que se ampliarán a 250 mil plazas de empleo temporal, pero ya se perdieron dos millones, más otro millón que se perderá en 2009”.
Y las tarifas eléctricas. Calderón sólo dice que congelará las de industriales y comerciales. Pero, y las residenciales?
Tan brava ha estado la Secretaría de Hacienda a la hora de alzar tarifas en luz, que hasta gente del PAN se siente agraviada. ¿Recuerda usted, lector, lectora, a la diputada de Mexicali que por septiembre se declaró en huelga de hambre en San Lázaro, en protesta porque Hacienda seguía hincando los molares en aquella ciudad fronteriza a la hora de cobrar la luz? Pues ayer, la panista María Manuel Gómez Angulo —y la también panista María Esther Jiménez Ramos— exhortaron a las comisiones de Hacienda y de Asuntos Legislativos de San Lázaro a que dictaminen una iniciativa de reforma en la que se plantea que el Congreso de la Unión asuma la facultad de fijar las tarifas eléctricas en todo el país, quitándosela a su vez a la Hacienda que hoy dirige Agustín Carstens, porque, de plano, una piedra puede ser más sensible que esta Secretaría.
El PRI, desde el inicio de la semana, ha sido incisivo en acusar al PAN de estar, como parte de una evidente estrategia electoral, informando en spots televisivos sobre hechos de Gobierno federales y estatales, con claros fines electorales. Pues ayer, jueves, esta convicción se fortaleció. “Es enormemente deshonesto”, dijo el senador priista Manlio Fabio Beltrones, cuando, en conferencia, criticaba el rumbo que ha decidido seguir el PAN en este tema de las elecciones y el cacareo del ejercicio del presupuesto. Beltrones, en alusión a Germán Martínez Cázares, líder nacional del panismo, afirmó: “Es la hora de despolitizar todos estos tipos de eventos, porque la emergencia nacional ante la crisis lo amerita. Es enormemente irresponsable que un partido político, sobre todo el partido en el Gobierno, utilice el gasto público y el gasto de inversión para tratar de llevar votos a las urnas en julio”.
Voces del panismo intentaban salir al paso de la avalancha de críticas, declarando así:
Beatriz Zavala Peniche —la senadora panista que no hace mucho cobraba como secretaria encargada del despacho presidencial de Desarrollo Social— dijo que el Plan del presidente Calderón “aplica las medidas adecuadas para que los mexicanos sufran menos con la crisis económica, que no es atribuible a la actual Administración”. Y resellaba así: “Necesitamos sentirnos satisfechos, porque no siendo una crisis de origen mexicano, se toman las medidas para que repercuta menos en el país”.
Algo que llamó la atención de priistas y perredistas fue el anuncio de Calderón de que se destinarán 750 millones de pesos para “que los sectores de la población más empobrecidos cambien sus aparatos electrodomésticos”. Preguntó desde la tribuna Gerardo Villanueva: “Qué quiere decir esto? ¿Que van a regalar lavadoras y refrigeradores en año electoral?”. Y sentenciaba: “Esto suena francamente como un populismo de derecha bastante despreciable, por la situación en la que está sobreviviendo el pueblo de México”.
Nadie del PAN fue a responder a Villanueva, como tampoco a Rogelio Rueda.
Desde la tribuna de la Comisión Permanente, el senador del PRI Rogelio Rueda Sánchez: “Bienvenido este anuncio (se refería al Plan de Felipe Calderón), porque son necesarias medidas en materia de política económica. Sin embargo, nos parece insuficiente. Hasta aquí llega la creatividad del actual Gobierno. Hasta aquí se atreve con los casi innumerables instrumentos; con toda la capacidad del Gobierno”.
La Comisión Permanente había vuelto a sesionar, este día jueves, urgidos los partidos políticos en posicionarse en torno del Plan que, un día antes, había presentado el Presidente Calderón. Y en la tribuna del Salón Verde de San Lázaro —sitio donde acostumbra sesionar el Congreso en este receso de invierno—, y en los pasillos, y en conferencias, particularmente los tres partidos políticos más representativos (PAN, PRD y PRI) volteaban a mirar hacia un plan turbulento y bastante criticado por la oposición, a cuya defensa se esforzaba no muy bien parado el Partido Acción Nacional (PAN).
El diputado del PRD Gerardo Villanueva Albarrán, afirmó: “No se observa el diseño de una política social clara, que facilite el desarrollo regional y garantice la rectoría del Estado en el sector financiero, como lo marca la ley”. Y desollaba entonces la decisión presidencial:
“Se congela el precio de las gasolinas, pero en lo más alto; el diesel, tan utilizado por los sectores productivos, como el del agro y pesca, seguirá en cambio subiendo; no se frena el alza de precios de artículos de la canasta básica; nunca Calderón habla de un aumento de emergencia del salario mínimo, de por sí debajo de la inflación; afirma (el Presidente) que se ampliarán a 250 mil plazas de empleo temporal, pero ya se perdieron dos millones, más otro millón que se perderá en 2009”.
Y las tarifas eléctricas. Calderón sólo dice que congelará las de industriales y comerciales. Pero, y las residenciales?
Tan brava ha estado la Secretaría de Hacienda a la hora de alzar tarifas en luz, que hasta gente del PAN se siente agraviada. ¿Recuerda usted, lector, lectora, a la diputada de Mexicali que por septiembre se declaró en huelga de hambre en San Lázaro, en protesta porque Hacienda seguía hincando los molares en aquella ciudad fronteriza a la hora de cobrar la luz? Pues ayer, la panista María Manuel Gómez Angulo —y la también panista María Esther Jiménez Ramos— exhortaron a las comisiones de Hacienda y de Asuntos Legislativos de San Lázaro a que dictaminen una iniciativa de reforma en la que se plantea que el Congreso de la Unión asuma la facultad de fijar las tarifas eléctricas en todo el país, quitándosela a su vez a la Hacienda que hoy dirige Agustín Carstens, porque, de plano, una piedra puede ser más sensible que esta Secretaría.
El PRI, desde el inicio de la semana, ha sido incisivo en acusar al PAN de estar, como parte de una evidente estrategia electoral, informando en spots televisivos sobre hechos de Gobierno federales y estatales, con claros fines electorales. Pues ayer, jueves, esta convicción se fortaleció. “Es enormemente deshonesto”, dijo el senador priista Manlio Fabio Beltrones, cuando, en conferencia, criticaba el rumbo que ha decidido seguir el PAN en este tema de las elecciones y el cacareo del ejercicio del presupuesto. Beltrones, en alusión a Germán Martínez Cázares, líder nacional del panismo, afirmó: “Es la hora de despolitizar todos estos tipos de eventos, porque la emergencia nacional ante la crisis lo amerita. Es enormemente irresponsable que un partido político, sobre todo el partido en el Gobierno, utilice el gasto público y el gasto de inversión para tratar de llevar votos a las urnas en julio”.
Voces del panismo intentaban salir al paso de la avalancha de críticas, declarando así:
Beatriz Zavala Peniche —la senadora panista que no hace mucho cobraba como secretaria encargada del despacho presidencial de Desarrollo Social— dijo que el Plan del presidente Calderón “aplica las medidas adecuadas para que los mexicanos sufran menos con la crisis económica, que no es atribuible a la actual Administración”. Y resellaba así: “Necesitamos sentirnos satisfechos, porque no siendo una crisis de origen mexicano, se toman las medidas para que repercuta menos en el país”.
Algo que llamó la atención de priistas y perredistas fue el anuncio de Calderón de que se destinarán 750 millones de pesos para “que los sectores de la población más empobrecidos cambien sus aparatos electrodomésticos”. Preguntó desde la tribuna Gerardo Villanueva: “Qué quiere decir esto? ¿Que van a regalar lavadoras y refrigeradores en año electoral?”. Y sentenciaba: “Esto suena francamente como un populismo de derecha bastante despreciable, por la situación en la que está sobreviviendo el pueblo de México”.
Nadie del PAN fue a responder a Villanueva, como tampoco a Rogelio Rueda.
Síguenos en