México

Con diseños atractivos, estudiantes buscan concientizar sobre la violencia

La campaña intenta difundir el mensaje de que cada acto negro que hacemos nos convierte en posibles blancos de la delincuencia

CIUDAD DE MÉXICO (23/AGO/2010).- “Todos nuestros actos negros nos convierten en blanco”. De esa idea nació la campaña “Yo no quiero ser un blanco”, creada por estudiantes de la licenciatura de comunicación visual de la Escuela Centro Diseño-Cine-Televisión, una propuesta sencilla, directa y visualmente impactante acerca de cómo todo acto de violencia acaba por generar más violencia en la vida de los ciudadanos.

Bajo la premisa de que el diseño impacta en la calidad de vida de las personas, “Yo no quiero ser un blanco” nació en 2009; en una primera etapa se dio una investigación por parte del grupo de cerca de 10 estudiantes, dirigidos por Uzyel Karp y Lorena Howard.

Entonces, los alumnos incluso visitaron tutelares y cárceles. Después, el mensaje se diseñó y llevó a playeras, botones y otras piezas que se presentaron durante la feria de jóvenes en el marco de la Conferencia Internacional de la ONU “¡Desarme ahora!”, el año pasado.

“Yo no quiero ser un blanco” surgió como una colaboración con el Art Center College of Design de California, que paralelamente desarrolló una campaña contra el desarme.

El objetivo de la iniciativa es crear un movimiento social a nivel nacional y hacer conciencia acerca de que cada uno de nuestros actos negros, por muy insignificantes que parezcan, forman parte de la cadena de violencia y delincuencia que hay en el país.

“No se trata de hacer un diseño que sólo se venda, sino que tenga una aplicación social. Ya en el mundo está muy reconocida esta responsabilidad de dejar huella con el diseño.

Los alumnos hoy son muy distintos a los de los 90, cuando la idea era ganar dinero, tienen una actitud social más formal, piensan en ayudar al país, en cuidar el ambiente”, dice Kerstin Scheuch, directora de Centro y agrega que esta escuela impulsa iniciativas con la industria e instituciones culturales que aplican de otras formas del diseño.

Samuel Rivera, del área de Desarrollo y Relaciones Internacionales de Centro, comenta acerca de la campaña: “Es responsabilidad de la sociedad civil la cadena de violencia que se genera en cada uno de nuestros actos: la corrupción de un policía, la violencia doméstica o la violencia en el noviazgo son hechos que derivan en inseguridad”.

La campaña no tiene fin de lucro, busca crecer, que alcance a líderes de opinión, que el mensaje se difunda y que se pueda presentar en otras aplicaciones: como carteles, parabuses, playeras. “Yo no quiero ser un blanco” es finalista en Iniciativa México. La meta es posicionar el mensaje a nivel macro, que se contagie a la sociedad.

Para consultar detalles puede ingresar al sitio: http://www.centro.org.mx/yonoquieroserunblanco/
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