México
Comisión Permanente pide escuchar a los zapatistas
La perredista Dolores Padierna afirma que el país ha olvidado a los indígenas, por lo que urgió a una verdadera política pública para ellos
CIUDAD DE MÉXICO (28/DIC/2012).- El Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó la propuesta de exhortar al Estado mexicano a cumplir los acuerdos de San Andrés y garantizar a la población indígena su justo derecho a una vida digna.
Al presentar ese punto de acuerdo, la senadora del PRD, Dolores Padierna Luna, recordó la marcha del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) del 21 de diciembre pasado, en la que, mediante el silencio y con el rostro tapado demandaron justicia social.
El documento llama a los gobiernos federal y estatal para que, de manera incluyente, tomando en cuenta las propuestas del EZLN, de la sociedad civil, las recomendaciones de organismos internacionales, de expertos, de partidos políticos y de otras instituciones, realicen un esfuerzo serio de diálogo y concertación de acuerdos.
Refirió que desde que surgió el conflicto en Chiapas en la primera declaración de la selva, hace 18 años, se demandó acabar con la explotación y la pobreza, pero la situación de ese sector de la población sigue siendo lamentable.
En su opinión, los indígenas de México son los eternos olvidados, los pobres de los pobres, los siempre marginados del país, y puntualizó que los diálogos y todas las medidas para revertirlo han fracasado, porque la concepción indígena no ha sido entendida por quienes han ostentado el poder.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), uno de cada 10 mexicanos es indígena, y según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México ocupa el octavo lugar mundial de los países con más pueblos indígenas, recordó la perredista.
Padierna Luna urgió a una verdadera política de Estado hacia la población indígena, y en general resolver el problema de pobreza que crece día con día.
“Después de casi 20 años, la población indígena continúa en las peores condiciones de pobreza, desigualdad, discriminación, olvido y marginación, todo sigue siendo una enorme deuda con los indígenas”.
En su oportunidad, el diputado de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía, dijo que aún hay una deuda histórica con los indígenas del país, y la marcha del 21 de diciembre fue una forma de comunicarse.
En tribuna afirmó que aunque aparentemente no pasa nada en el Sureste mexicano, en realidad hay muchos problemas aún no resueltos.
Con información de NTX/El Universal
TELÓN DE FONDO
Reaparición
El pasado 21 de diciembre, entre 30 y 40 mil zapatistas marcharon hacia las cabeceras municipales de San Cristóbal de las Casas, Las Margaritas, Ocosingo, Altamirano y Palenque, con el fin de dar un mensaje de que seguían vigentes.Fue en estas cabeceras donde apareció por primera vez el movimiento el primero de enero de 1994.
El día de la marcha también reapareció el “Subcomandante Marcos”, quien en una carta escribió: “Es el sonido de su mundo derrumbándose/ Es el del nuestro resurgiendo/ El día que fue el día, era noche/ Y noche será el día que será el día”.
Los indígenas encapuchados hicieron coincidir su relanzamiento público con la conclusión de un Baktun, ciclo de cinco mil 125 años y el inicio de una “nueva era” prevista en el calendario maya, y se preparan para realizar actividades, ahora como una organización pacífica.
La reaparición bajo la lluvia también marcó el decimoquinto aniversario de la matanza de 45 indígenas por un grupo rival armado el 22 de diciembre de 1997, en Acteal.
Para evitar roces con la autoridad, todas las corporaciones policiacas del Gobierno estatal fueron acuarteladas, para el libre curso de las manifestaciones.
El Gobierno estatal destacó que “las movilizaciones se desarrollaron en términos absolutamente pacíficos y de orden, así como con un visible respeto”.
Al presentar ese punto de acuerdo, la senadora del PRD, Dolores Padierna Luna, recordó la marcha del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) del 21 de diciembre pasado, en la que, mediante el silencio y con el rostro tapado demandaron justicia social.
El documento llama a los gobiernos federal y estatal para que, de manera incluyente, tomando en cuenta las propuestas del EZLN, de la sociedad civil, las recomendaciones de organismos internacionales, de expertos, de partidos políticos y de otras instituciones, realicen un esfuerzo serio de diálogo y concertación de acuerdos.
Refirió que desde que surgió el conflicto en Chiapas en la primera declaración de la selva, hace 18 años, se demandó acabar con la explotación y la pobreza, pero la situación de ese sector de la población sigue siendo lamentable.
En su opinión, los indígenas de México son los eternos olvidados, los pobres de los pobres, los siempre marginados del país, y puntualizó que los diálogos y todas las medidas para revertirlo han fracasado, porque la concepción indígena no ha sido entendida por quienes han ostentado el poder.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), uno de cada 10 mexicanos es indígena, y según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México ocupa el octavo lugar mundial de los países con más pueblos indígenas, recordó la perredista.
Padierna Luna urgió a una verdadera política de Estado hacia la población indígena, y en general resolver el problema de pobreza que crece día con día.
“Después de casi 20 años, la población indígena continúa en las peores condiciones de pobreza, desigualdad, discriminación, olvido y marginación, todo sigue siendo una enorme deuda con los indígenas”.
En su oportunidad, el diputado de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía, dijo que aún hay una deuda histórica con los indígenas del país, y la marcha del 21 de diciembre fue una forma de comunicarse.
En tribuna afirmó que aunque aparentemente no pasa nada en el Sureste mexicano, en realidad hay muchos problemas aún no resueltos.
Con información de NTX/El Universal
TELÓN DE FONDO
Reaparición
El pasado 21 de diciembre, entre 30 y 40 mil zapatistas marcharon hacia las cabeceras municipales de San Cristóbal de las Casas, Las Margaritas, Ocosingo, Altamirano y Palenque, con el fin de dar un mensaje de que seguían vigentes.Fue en estas cabeceras donde apareció por primera vez el movimiento el primero de enero de 1994.
El día de la marcha también reapareció el “Subcomandante Marcos”, quien en una carta escribió: “Es el sonido de su mundo derrumbándose/ Es el del nuestro resurgiendo/ El día que fue el día, era noche/ Y noche será el día que será el día”.
Los indígenas encapuchados hicieron coincidir su relanzamiento público con la conclusión de un Baktun, ciclo de cinco mil 125 años y el inicio de una “nueva era” prevista en el calendario maya, y se preparan para realizar actividades, ahora como una organización pacífica.
La reaparición bajo la lluvia también marcó el decimoquinto aniversario de la matanza de 45 indígenas por un grupo rival armado el 22 de diciembre de 1997, en Acteal.
Para evitar roces con la autoridad, todas las corporaciones policiacas del Gobierno estatal fueron acuarteladas, para el libre curso de las manifestaciones.
El Gobierno estatal destacó que “las movilizaciones se desarrollaron en términos absolutamente pacíficos y de orden, así como con un visible respeto”.
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