México

Colorados, colorados, de vergüenza

Cuentan las crónicas, aseguran los bien pensados, dicen los que estuvieron por ahí o a los que les platicaron de primera o tercera mano, que cientos de Diputados

Cuentan las crónicas, aseguran los bien pensados, dicen los que estuvieron por ahí o a los que les platicaron de primera o tercera mano, que cientos de Diputados –de todos los colores- salieron colorados, colorados de vergüenza del recinto que da albergue a la Cámara de Diputados federal, luego de haber terminado el periodo ordinario de sesiones, sin haber logrado ponerse de acuerdo para nombrar a los tres Consejeros Electorales que hacen falta en el Instituto Federal Electoral (IFE).

¿?... ¿Quiere saber la verdad?, es cierto que los representantes populares abandonaron el recinto, presurosos, presurosos, pero la verdad es que estaban más ocupados en múltiples situaciones que nada tienen que ver con su quehacer parlamentario, tales como: que si los va dejar el avión que los lleva a sus respectivos lugares de origen, que si van a llegar tarde a la comida con no sé quién para “amarrar” determinada negociación, que si ya les depositaron la quincena, o que si cualquier otro asunto pendiente de resolver, pero pueden ustedes jurar que nadie o mejor dicho, casi nadie se veía ruborizado en lo más mínimo, por no haber tenido la capacidad de haberse puesto de acuerdo. Y si usted no me cree, le invito a que se dé una vuelta por el Canal de Televisión del Congreso, para que pueda comprobar lo aquí dicho.

Ahora bien, los que seguramente sí estaban apesumbrados son los “pobres cuates” que no fueron nominados, sí, me refiero a los mismos que por segundo periodo consecutivo se han quedado con las ganas de ocupar tan atractivas responsabilidades –quienes quiera que éstos sean o mejor dicho vayan a ser-, misma que significa jugosos sueldos, muy superiores incluso a los que recibe un Diputado federal o un Senador de la república (al menos en la nómina), vayan ustedes a saber con quién se tengan que “mochar” para que finalmente los “palomeen” y así poder llegar a la tan codiciada nómina.

El caso es que hubo incapacidad para tomar una decisión al respecto, pero pensándolo bien, ¿A usted le hacen falta los tres Consejeros Electorales?

Claro que en contra partida se podría pensar en el ahorro de gasto corriente que éstos significan, pero ahí surge otra pregunta interesante: ¿Ahorro para qué o para quién?, pues de cualquier manera se tiene la experiencia que el IFE sí tiene capacidad para lograr muy buenos ahorros, sólo que a la fecha nadie sabe aún en qué los van a aplicar, pues los millones de pesos que mantienen ahorrados no sirven para nada en la tarea de concientizar a la población, o para capacitar a la ciudadanía en materia electoral, luego entonces, si los nombran o no los nombran…¡la democracia sigue su camino!
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