México
Colombia: En guerra, pero anunciando paz y prosperidad
¿Pueden ustedes imaginarse a decenas de legisladores mexicanos con vínculos a la presidencia, en la cárcel, por sus relaciones con el narcotráfico?
Hace tres semanas que estuve en Colombia, aproveche mi visita para conversar con analistas, ex funcionarios, manicurista, taxistas, víctimas, ex guerrilleros y paramilitares, entre muchos otros colombianos y me resultó interesante la división de opiniones sobre el presidente saliente, Álvaro Uribe: O lo aman, o lo odian, pero nada intermedio. Algo sí es claro, hay un consenso generalizado que Colombia ha cambiado gracias a Uribe y su estrategia democrática.
De ser el país más peligroso del planeta, estar clasificado como Estado fallido, ser líder en secuestros y extorsiones, ahora es un país que continúa teniendo problemas de criminalidad y violencia, incluso con atentados terroristas como el que acaba de pasar en una estación de radio, pero esta violencia se clasifica como controlada, permitiendo al nuevo presidente de ese país, Juan Manuel Santos, transitar de una política de “Seguridad Democrática” a su nueva estrategia de “Prosperidad Democrática”.
En vez de ser presidente de un estado fallido, como Uribe, Santos podrá enfocar sus esfuerzos en lograr la “unidad nacional que buscará la prosperidad social”.
El tema de unidad es importante para Santos, ya que Uribe termina su mandato como uno de los presidentes más populares en Latinoamérica, con más de 70% de aprobación, pero con opiniones divididas sobre su gestión.
Deja Uribe un país más seguro, gracias en parte por la desmovilización de los paramilitares, pero se le critica fuertemente por los vínculos de su partido con estos mismos paramilitares. Se han investigado a mas de 100 legisladores por su relación con los “paras”, y decenas de ellos están en la cárcel.
¿Pueden ustedes imaginarse a decenas de legisladores mexicanos con vínculos a la presidencia, en la cárcel, por sus relaciones con el narcotráfico?
Donde es notoria la distancia del presidente Juan Manuel con su predecesor es en materia de la política exterior. “La palabra guerra no está en mi diccionario” dijo Santos enfrente de Uribe durante su discurso de toma de protesta. “Uno de mis propósitos fundamentales será reconstruir las relaciones con Venezuela y Ecuador, establecer la confianza, y privilegiar la diplomacia y la prudencia.”
Con estas frases Santos mostró un importante distanciamiento con Uribe, quien horas antes había interpuesto una demanda en contra del presidente Hugo Chávez en el Tribunal Interamericano de Derechos Humanos.
¿Qué significa esta transición en Colombia para México?
El incremento de la violencia en Colombia en este momento, a pesar de los procesos de desmovilización, se debe en “gran parte por el fenómeno del narcotráfico en México”. Esto me lo señalaron varios analistas y un ex guerrillero durante mi estancia en este país. O sea, que Colombia buscará relaciones de seguridad más cercanas con México.
Creo que el Presidente Calderón y el futuro mandatario mexicano tienen mucho que aprender de los pasos que tome Santos en los siguientes meses y años.
De ser el país más peligroso del planeta, estar clasificado como Estado fallido, ser líder en secuestros y extorsiones, ahora es un país que continúa teniendo problemas de criminalidad y violencia, incluso con atentados terroristas como el que acaba de pasar en una estación de radio, pero esta violencia se clasifica como controlada, permitiendo al nuevo presidente de ese país, Juan Manuel Santos, transitar de una política de “Seguridad Democrática” a su nueva estrategia de “Prosperidad Democrática”.
En vez de ser presidente de un estado fallido, como Uribe, Santos podrá enfocar sus esfuerzos en lograr la “unidad nacional que buscará la prosperidad social”.
El tema de unidad es importante para Santos, ya que Uribe termina su mandato como uno de los presidentes más populares en Latinoamérica, con más de 70% de aprobación, pero con opiniones divididas sobre su gestión.
Deja Uribe un país más seguro, gracias en parte por la desmovilización de los paramilitares, pero se le critica fuertemente por los vínculos de su partido con estos mismos paramilitares. Se han investigado a mas de 100 legisladores por su relación con los “paras”, y decenas de ellos están en la cárcel.
¿Pueden ustedes imaginarse a decenas de legisladores mexicanos con vínculos a la presidencia, en la cárcel, por sus relaciones con el narcotráfico?
Donde es notoria la distancia del presidente Juan Manuel con su predecesor es en materia de la política exterior. “La palabra guerra no está en mi diccionario” dijo Santos enfrente de Uribe durante su discurso de toma de protesta. “Uno de mis propósitos fundamentales será reconstruir las relaciones con Venezuela y Ecuador, establecer la confianza, y privilegiar la diplomacia y la prudencia.”
Con estas frases Santos mostró un importante distanciamiento con Uribe, quien horas antes había interpuesto una demanda en contra del presidente Hugo Chávez en el Tribunal Interamericano de Derechos Humanos.
¿Qué significa esta transición en Colombia para México?
El incremento de la violencia en Colombia en este momento, a pesar de los procesos de desmovilización, se debe en “gran parte por el fenómeno del narcotráfico en México”. Esto me lo señalaron varios analistas y un ex guerrillero durante mi estancia en este país. O sea, que Colombia buscará relaciones de seguridad más cercanas con México.
Creo que el Presidente Calderón y el futuro mandatario mexicano tienen mucho que aprender de los pasos que tome Santos en los siguientes meses y años.
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