México
Código azul (y más de Diego)
El Gobierno panista tiene que construir sobre los cimientos del viejo sistema
El Gobierno panista tiene que construir sobre los cimientos del viejo sistema. Los vicios y costumbres prevalecen por encima de la ley: corrupción, impunidad, negligencia, novatez, inseguridad. Todos, factores clave del Estado fallido.
Los panistas están en la antesala de la derrota. En 10 años de “no poder”, han perdido credibilidad y prestigio. Al Presidente le han ganado las ganas de mantener el control político de su partido. Sume usted las diatribas contra el PRI. El temor por un “regreso a lo antiguo, lo autoritario y lo irresponsable...”. La referencia es obvia. Tanto como la respuesta: “Calderón no merece ser Presidente. No está actuando como jefe de Estado.
Quiere gobernar para su partido y no para todos”. Se rompe la taza. Consulta Mitofsky dice que @FelipeCalderon está en su peor momento. Que en un año ha perdido entre cinco y ocho puntos de aprobación. Igual estuvo Fox. Hay pesimismo. Tres de cuatro piensan que estamos peor que hace un año. Ocho de 10, que la inseguridad es insufrible.
En tal contexto, el PAN elige mañana nueva dirigencia. Quizá otro destino. Se busca revertir el camino al desastre. De modo inédito juegan cinco aspirantes; dos son mujeres. La pelea es dispareja. Todos creen que son iguales, pero hay dos que son más iguales que otros. Gustavo Madero que está a favor de las alianzas, y Roberto Gil Zuarth, que dice lo que diga el señor Presidente. El ganador se sacará el tigre de la rifa. Tendrá que pegar pedazos, pasar la aduana electoral del Edomex, el trago amargo de 2012. Consejeros acusan presión de Los Pinos a favor de Gil Zuarth. Los resentidos van con Madero. Francisco Ramírez Acuña pinta poco. Menos Cecilia Romero. Por cuota de género, Judith Díaz podría ser secretaria general. Quien resulte electo necesita 254 votos; tres cuartas partes de los 381 consejeros nacionales.
EL MONJE LOCO: Insisto: el final del secuestro de Diego Fernández está muy cerca. El momento actual es crucial. De buena fuente le digo que cuando regrese Diego estallará el polvorín. Eso nadie lo controlará. Será el momento de las explicaciones. Ahora, lo primero es primero. Falsedades y rumores van y vienen. El morbo alimenta especulaciones. ¿Por qué la familia no sale a negarlas? ¿Negar es dar información? ¿Los medios y los informadores merecemos reclamo alguno? Cada cual hace lo que debe y puede. Éste no es momento de agravar la situación. El secuestro de Diego se ha convertido en un espectáculo informativo deleznable. Hay mezquindad. Mucha. Pareciera que el motivo ulterior es algo más que el dinero. ¿Será?
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