México
Ciudad de México, capital mundial
La Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales ha servido para que varios grupos de activistas capitalinos exhiban las deficiencias de la capital mexicana
La Ciudad de México recibe estos días a más de tres mil alcaldes y funcionarios regionales de todo el mundo, incluidos 200 alcaldes y presidentes municipales mexicanos, en la 16a. Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales, un encuentro que sirve para que los asistentes compartan sus experiencias de gobierno local, sus programas de desarrollo urbano, sus diferentes retos y para que planteen agendas que puedan ser impulsadas en común, como la del cambio climático.
Tradicionalmente las relaciones internacionales ha sido un campo monopolizado por los titulares de los gobiernos nacionales y por el Estado como el actor principal. Sin embargo, esto ha ido cambiando progresivamente y cada vez más son las autoridades regionales, los gobernadores de los estados y los alcaldes de las ciudades, grandes y pequeñas, los que en este mundo globalizado establecen vínculos directos con su pares en otros países.
De tal forma, y por poner un ejemplo, en la relación bilateral entre México y Estados Unidos, los presidentes que radican en el Distrito Federal y en Washington y las burocracias federales de ambos países son las responsables principales de conducir las relaciones entre ambos países, pero cada vez más los gobernadores fronterizos y, especialmente, los alcaldes de las ciudades colindantes han decidido atender problemas comunes con soluciones compartidas.
Precisamente la Cumbre Mundial de Lídres Locales y Regionales es un ejercicio global para que en un mismo foro Bertrand Delanoe, el alcalde de París —quien inauguró el encuentro junto a Marcelo Ebrard, el jefe de Gobierno del Distrito Federal— pueda exponer los logros y retos de una ciudad como París, con sus casi 2.3 millones de habitantes, frente al presidente municipal de Tamazula, Durango, un joven priista llamado José Ángel Beltrán, cuya ciudad apenas supera los 30 mil habitantes.
Esta cumbre pone hoy a la Ciudad de México en la discusión sobre cómo deben pensarse las ciudades hacia 2030, cuáles son las formas de desarrollo sustentable que deben ser promovidas por ciudades con más de ocho millones de habitantes, como el Distrito Federal, y cuáles han sido sus experiencias exitosas en temas como la movilidad urbana, el desarrollo de ciclopistas, la reducción de la contaminación ambiental, los programas de derechos humanos, la recuperación del espacio público, la inclusión de ciudadanía, temas en los que hoy la Ciudad de México es líder en nuestro país.
Sin embargo, ese liderazgo que tiene hoy la Ciudad de México dista de ser perfecto. Ninguna ciudad en el mundo es un espacio ideal, y el caso del Distrito Federal no es la excepción.
La Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales también ha servido para que varios grupos de activistas capitalinos exhiban cuáles son las deficiencias que tiene la capital mexicana.
Temas como la construcción de supervías elevadas, como las que se proponen en la Ciudad de México o en Guadalajara, han sido expuestas ya, no sólo por activistas mexicanos, sino por expertos en movilidad urbana de México y otros países, como soluciones cortoplacistas y equivocadas para promover una ciudad con mejor movilidad y sustentabilidad.
El ganador de este encuentro es hoy Marcelo Ebrard, quien posiciona a su Gobierno y a la ciudad, que ha sido gobernada ya por 13 años por el mismo partido político, como una ciudad líder en América Latina.
A fines de noviembre, cuando delegados de todo el mundo se reúnan en Cancún en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que por cierto originalmente estaba planeada para realizarse en el Centro Banamex de la Ciudad de México, será el momento del Gobierno federal y de Felipe Calderón para tratar de posicionar a México como líder global, pero hoy y las próximas semanas es la Ciudad de México y Marcelo Ebrard quienes se llevan la nota.
Tradicionalmente las relaciones internacionales ha sido un campo monopolizado por los titulares de los gobiernos nacionales y por el Estado como el actor principal. Sin embargo, esto ha ido cambiando progresivamente y cada vez más son las autoridades regionales, los gobernadores de los estados y los alcaldes de las ciudades, grandes y pequeñas, los que en este mundo globalizado establecen vínculos directos con su pares en otros países.
De tal forma, y por poner un ejemplo, en la relación bilateral entre México y Estados Unidos, los presidentes que radican en el Distrito Federal y en Washington y las burocracias federales de ambos países son las responsables principales de conducir las relaciones entre ambos países, pero cada vez más los gobernadores fronterizos y, especialmente, los alcaldes de las ciudades colindantes han decidido atender problemas comunes con soluciones compartidas.
Precisamente la Cumbre Mundial de Lídres Locales y Regionales es un ejercicio global para que en un mismo foro Bertrand Delanoe, el alcalde de París —quien inauguró el encuentro junto a Marcelo Ebrard, el jefe de Gobierno del Distrito Federal— pueda exponer los logros y retos de una ciudad como París, con sus casi 2.3 millones de habitantes, frente al presidente municipal de Tamazula, Durango, un joven priista llamado José Ángel Beltrán, cuya ciudad apenas supera los 30 mil habitantes.
Esta cumbre pone hoy a la Ciudad de México en la discusión sobre cómo deben pensarse las ciudades hacia 2030, cuáles son las formas de desarrollo sustentable que deben ser promovidas por ciudades con más de ocho millones de habitantes, como el Distrito Federal, y cuáles han sido sus experiencias exitosas en temas como la movilidad urbana, el desarrollo de ciclopistas, la reducción de la contaminación ambiental, los programas de derechos humanos, la recuperación del espacio público, la inclusión de ciudadanía, temas en los que hoy la Ciudad de México es líder en nuestro país.
Sin embargo, ese liderazgo que tiene hoy la Ciudad de México dista de ser perfecto. Ninguna ciudad en el mundo es un espacio ideal, y el caso del Distrito Federal no es la excepción.
La Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales también ha servido para que varios grupos de activistas capitalinos exhiban cuáles son las deficiencias que tiene la capital mexicana.
Temas como la construcción de supervías elevadas, como las que se proponen en la Ciudad de México o en Guadalajara, han sido expuestas ya, no sólo por activistas mexicanos, sino por expertos en movilidad urbana de México y otros países, como soluciones cortoplacistas y equivocadas para promover una ciudad con mejor movilidad y sustentabilidad.
El ganador de este encuentro es hoy Marcelo Ebrard, quien posiciona a su Gobierno y a la ciudad, que ha sido gobernada ya por 13 años por el mismo partido político, como una ciudad líder en América Latina.
A fines de noviembre, cuando delegados de todo el mundo se reúnan en Cancún en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que por cierto originalmente estaba planeada para realizarse en el Centro Banamex de la Ciudad de México, será el momento del Gobierno federal y de Felipe Calderón para tratar de posicionar a México como líder global, pero hoy y las próximas semanas es la Ciudad de México y Marcelo Ebrard quienes se llevan la nota.
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