México
Circunstancias
Quedan sólo 12 días para transmitir la decisión al Fonadin y utilizar esos recursos
Las continuas discrepancias y antagonismos que muestran nuestros políticos son verdaderamente vergonzantes, sólo les importa su futuro político personal; lo vemos en la discusión entre Vielma y Aristóteles, por la decisión del tipo de transporte colectivo que se debe utilizar en la línea 2 de nuestra metrópoli, que conectaría Tesistán, la Normal, pasaría por el Centro Histórico y Av. Revolución hasta Tlaquepaque.
De los tres alcaldes involucrados en esta decisión, el más sensato es Miguel Castro. Demostró que sí le importa que se utilicen los mil millones de pesos que la Federación destinó para el BRT en Guadalajara, aunque seguramente si hubiera otra proposición completa que demostrara ser mejor opción, con decisión unánime se podría utilizar ese dinero para implementar otra solución.
Quedan sólo 12 días para transmitir la decisión al Fonadin y utilizar esos recursos. Un desplegado de Coparmex en días pasados decía: “aún no hemos salido de la crisis económica, lo que vienen son tiempos difíciles. Los jaliscienses no podemos, no debemos, darnos el lujo de perder tiempo e inversión pública que está ya aprobada para diferentes proyectos”.
Aristóteles y equipo fueron a Atlanta, revisaron, experimentaron el transporte de levitación magnética y trajeron informes positivos, además la empresa que lo produce hizo una oferta a la metrópoli y al estado; ellos construirían con su inversión esta “línea 2” que hace tanta falta en la metrópoli, sería muestra de aceptar los medios tecnológicos que están dando enormes saltos cualitativos en el mundo, se coordinaría con las actuales líneas 1 y 2 del Tren Ligero y el Macrobús.
Ellos piden una concesión a 30 años, ofreciendo que las tarifas serían razonables, comparables con las existentes; si eso fuere cierto, sería muy positivo para Guadalajara, podría reemplazar al BRT y pedir a Fonadin la reasignación de los mil millones de pesos para otra obra de infraestructura.
Pero Vielma en lugar de analizar lo que propone Aristóteles, se va a pasear a Phoenix y sale con otra proposición: “el metro”; ¿por qué no analizó lo que ofrece Aristóteles? y si tiene las bondades que reportan, aceptar esa iniciativa, el gobierno del estado la aprobaría y Miguel Castro también.
Hay otra opción: que se realice de Tlaquepaque al centro como primera etapa y cuando esté perfectamente bien estudiado estaciones e ingenierías de diseño, en el Centro Histórico, dejando a Zapopan sin transporte colectivo por el momento, hasta que Vielma escoja su transporte ideal, le falta analizar el tren bala de Japón. Los zapopanos lo lincharían políticamente.
Es necesario olvidar la política sin principios, el comercio sin moral, es deber de toda la comunidad tratar de mejorar, aceptando la responsabilidad de nuestro tiempo y en este preciso momento, los alcaldes mencionados tienen la responsabilidad de tomar la decisión, si quieren ser líderes deben asumirla.
Nosotros como mexicanos debemos crecer más rápido en lo económico, lograr un reparto más justo, la seguridad social asegura el crecimiento. Veamos el futuro de manera positiva, optimista, aunque tengamos actualmente dificultades de seguridad, nuestro deber como jaliscienses y mexicanos es aceptar nuestra responsabilidad, exigiendo a las autoridades que cumplan su papel de gobernantes, por favor ¡con un “carajo”, pónganse de acuerdo!
De los tres alcaldes involucrados en esta decisión, el más sensato es Miguel Castro. Demostró que sí le importa que se utilicen los mil millones de pesos que la Federación destinó para el BRT en Guadalajara, aunque seguramente si hubiera otra proposición completa que demostrara ser mejor opción, con decisión unánime se podría utilizar ese dinero para implementar otra solución.
Quedan sólo 12 días para transmitir la decisión al Fonadin y utilizar esos recursos. Un desplegado de Coparmex en días pasados decía: “aún no hemos salido de la crisis económica, lo que vienen son tiempos difíciles. Los jaliscienses no podemos, no debemos, darnos el lujo de perder tiempo e inversión pública que está ya aprobada para diferentes proyectos”.
Aristóteles y equipo fueron a Atlanta, revisaron, experimentaron el transporte de levitación magnética y trajeron informes positivos, además la empresa que lo produce hizo una oferta a la metrópoli y al estado; ellos construirían con su inversión esta “línea 2” que hace tanta falta en la metrópoli, sería muestra de aceptar los medios tecnológicos que están dando enormes saltos cualitativos en el mundo, se coordinaría con las actuales líneas 1 y 2 del Tren Ligero y el Macrobús.
Ellos piden una concesión a 30 años, ofreciendo que las tarifas serían razonables, comparables con las existentes; si eso fuere cierto, sería muy positivo para Guadalajara, podría reemplazar al BRT y pedir a Fonadin la reasignación de los mil millones de pesos para otra obra de infraestructura.
Pero Vielma en lugar de analizar lo que propone Aristóteles, se va a pasear a Phoenix y sale con otra proposición: “el metro”; ¿por qué no analizó lo que ofrece Aristóteles? y si tiene las bondades que reportan, aceptar esa iniciativa, el gobierno del estado la aprobaría y Miguel Castro también.
Hay otra opción: que se realice de Tlaquepaque al centro como primera etapa y cuando esté perfectamente bien estudiado estaciones e ingenierías de diseño, en el Centro Histórico, dejando a Zapopan sin transporte colectivo por el momento, hasta que Vielma escoja su transporte ideal, le falta analizar el tren bala de Japón. Los zapopanos lo lincharían políticamente.
Es necesario olvidar la política sin principios, el comercio sin moral, es deber de toda la comunidad tratar de mejorar, aceptando la responsabilidad de nuestro tiempo y en este preciso momento, los alcaldes mencionados tienen la responsabilidad de tomar la decisión, si quieren ser líderes deben asumirla.
Nosotros como mexicanos debemos crecer más rápido en lo económico, lograr un reparto más justo, la seguridad social asegura el crecimiento. Veamos el futuro de manera positiva, optimista, aunque tengamos actualmente dificultades de seguridad, nuestro deber como jaliscienses y mexicanos es aceptar nuestra responsabilidad, exigiendo a las autoridades que cumplan su papel de gobernantes, por favor ¡con un “carajo”, pónganse de acuerdo!
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