México

Chalacatepec

Es una lástima que nos enteremos de la existencia de lugares maravillosos de nuestra Entidad cuando están a punto de desaparecer o de ser dañados

Una tras otra. Por eso resulta inevitable seguir con el tema. Prácticamente no hay semana que no salga a la luz pública alguna acción del acuerdo o alianza capital-gobierno, que más que dudas o sospechas evidencia toda una estela de ilegalidades. Y entonces uno tiene que seguir sumando y registrando los casos de despojos de tierras y recursos naturales, casi robos en despoblado. Unos realizados burdamente y otros cubiertos de legalidad forzada. Es una lástima que nos enteremos de la existencia de lugares maravillosos de nuestra Entidad cuando están a punto de desaparecer o de ser dañados para siempre por el “desarrollo sustentable” capitalista. Luego, cuando esto sucede presentan la iniciativa como un hecho histórico que las comunidades agrarias o indígenas dueñas originales de la tierra deben agradecer porque, por fin, el capital ha llevado el desarrollo y la civilización.

Éste es el caso de la playa Chalacatepec, municipio de Tomatlán, Jalisco, lugar donde nos hemos estado enterando se pretende construir un mega desarrollo turístico que, según afirman, será mejor que Cancún. Más allá de lo obvio, pues la Costa Alegre no es el Caribe, este caso reedita y enriquece la experiencia de los viejos políticos priistas al respecto. Éste también podría ser un mega negocio, o quizá un mega fracaso, que se hace al amparo del poder pero, y aquí está lo “novedoso” y perverso del caso de Chalacatepec: resulta que para su construcción se pretende hacer uso del fondo de pensiones de los trabajadores al servicio del Estado de Jalisco.

Justo para eso, a fines del año pasado se promovieron apresuradamente dos hechos esclarecedores. Por un lado fue modificada la ley de la Dirección de Pensiones del Estado de Jalisco; se creó el Instituto de Pensiones y se designó al empresario Óscar García Manzano, especialista en hacer negocios con dinero que no es suyo y, por otro, el cabildo del municipio de Tomatlán aprobó para Chalacatepec el cambio de uso de suelo de agropecuario y forestal a turístico en una extensión de dos mil 730 hectáreas. Esto nos da otra pista si queremos saber de los responsables de este futuro ecocidio.

Aún falta mucho por decir al respecto. Han empezado a aparecer sujetos sociales que podrían modificar el curso de este proceso (ejidatarios, sindicatos, ecologistas). Por lo pronto, lo único que está claro es toda la biodiversidad que puede perderse, si este desarrollo turístico logra realizarse. De eso hablaré la semana siguiente.
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