México

Carreteras de la frontera sur son zona de narcos

Se gastó 127 millones de pesos para construir este tramo carretero

LAGUNITAS, GUATEMALA.- Los habitantes de ambos lados de esta frontera entre México y Guatemala tienen esperanzas de progresar, pero junto con ello existe temor de facilitar el arraigo del crimen organizado con la próxima apertura de la carretera internacional que unirá a estas naciones.

Las autoridades estiman inaugurar el tramo carretero de 18.8 kilómetros El Ceibo-Lagunitas para diciembre próximo, y con ello establecer también el nuevo cruce fronterizo El Petén, Guatemala-Tabasco, México.

La obra transnacional acordada por ambos países desde 1996, finalmente iniciará operaciones, luego de que México tuvo que desembolsar 127 millones de pesos para construir este tramo carretero en suelo guatemalteco, ya que este gobierno careció de recursos para efectuarla.

Esta zona del departamento de El Petén es territorio olvidado por el gobierno de este país; todavía la población tiene que hacerse justicia por propia mano, dice el alcalde Camilo Gómez Sánchez.

Pistas clandestinas

Catalogada como una de las más violentas e inseguras de la frontera entre ambos países, la región es utilizada por el crimen organizado que opera en los dos lados para el aterrizaje de aviones cargados de droga; también santuario de polleros, ya que aquí recalan todos los migrantes centroamericanos antes de pasar a México con rumbo a Estados Unidos.

Incluso, cerca de la laguna El Tigre, ubicada 60 kilómetros hacia el noreste y a donde se llega por un camino de terracería, previo cruce en panga por el río San Pedro, se ubican infinidad de pistas clandestinas y hasta un cementerio de avionetas abandonadas por los narcotraficantes.

Los cárteles colombianos, mexicanos y guatemaltecos, indistintamente, han realizado sus operaciones de tráfico de droga por este punto.

La violencia se acrecienta por la facilidad que existe en este país para portar armas y cualquier persona trae a la vista una pistola y puede utilizarla con mínimas restricciones.

Durante el recorrido por la ruta de la nueva carretera, un grupo de chapines realizaba práctica de tiro al blanco contra un árbol y aves. Los disparos retumban en el ambiente, así como el temor para quienes no están habituados a ese sonido.

Antes, en lo que es hoy la nueva carretera, sólo existía una brecha pedregosa y lodosa, que era controlada por una banda de asaltantes, violadores y homicidas de inmigrantes, que se amparaban en la montaña y en la negligencia gubernamental para operar.

Paso de inmigrantes

Ese peligroso camino que comunicaba con El Ceibo, Tenosique, lo utilizaban los inmigrantes que preferían caminar a tener que contratar el servicio de transporte en lancha por el río San Pedro, en la aldea El Naranjo, en un recorrido de 50 kilómetros.

Ahora, los inmigrantes dejaron de llegar hasta el Naranjo, unos 30 kilómetros adelante de esta aldea, toda vez que ya operan sobre esta nueva carretera las rutas de transporte público, donde pagan 10 pesos, en lugar de los 50 pesos o más que se tenía que erogar en lancha.

Gómez Sánchez cree que con esta vialidad quedará atrás la etapa de violencia, pues las autoridades podrán desplazarse con facilidad para contrarrestar a la delincuencia.

El alcalde de Tenosique, Antonio Solá, señaló que como cualquier frontera, aquí existe un ambiente de alto riesgo y que necesariamente se debe establecer un aparato de seguridad, “desde ahora y permanentemente”.

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