México
Campesino que se inmoló en Chiapas retorna a su hogar
El joven de 21 años vuelve a su comunidad tras una recuperación de más de seis meses en el DF
la libertad de su tío, Florentino Gómez Girón, regresó este miércoles a su comunidad, Chingtón, en el municipio de Ixtapa, luego de una hospitalización de más de seis meses en la Ciudad de México.
Agustín, de 21 años, aseguró que no está arrepentido de haberse incinerado en un 80% del cuerpo para lograr la libertad de Florentino.
"No me arrepiento, lo que hice fue consciente, no me arrepiento de nada", sostuvo.
Enfatizó que tomó la decisión de "inmolarse" para que el gobierno los escuchara y viera "nuestro reclamo de justicia y libertad para mi tío Florentino, injustamente preso".
Florentino se encontraba procesado en el centro penitenciario El Amate del municipio de Cintalapa de Figueroa, por el delito de abigeato.
Acompañado de sus padres Esther, Hermisendo y de Florentino, el joven se presentó con la cara y las manos vendadas.
Leyó un documento donde precisó que la determinación de prenderse fuego fue suya, después de la indiferencia gubernamental a las acciones previas de huelga de hambre, "crucifixión", suturación de labios y extracción de sangre.
Gómez Pérez explicó que las quemaduras afectaron la parte superior de su cuerpo, rostro y manos, y aunque con algunas dificultades, por ahora, puede ver, oír y respirar.
Señaló que continuará con los tratamientos médicos y cuidados especiales para continuar su proceso de recuperación al lado de sus familiares.
Este mediodía retornó a Chingtón, en la región Centro de Chiapas, acompañado de familiares y lugareños en una caravana de ocho vehículos.
TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS (17/JUN/2015).- Agustín Gómez Pérez, el campesino que se prendiera fuego afuera del Congreso del estado el 5 de diciembre pasado para exigir
Agustín, de 21 años, aseguró que no está arrepentido de haberse incinerado en un 80% del cuerpo para lograr la libertad de Florentino.
"No me arrepiento, lo que hice fue consciente, no me arrepiento de nada", sostuvo.
Enfatizó que tomó la decisión de "inmolarse" para que el gobierno los escuchara y viera "nuestro reclamo de justicia y libertad para mi tío Florentino, injustamente preso".
Florentino se encontraba procesado en el centro penitenciario El Amate del municipio de Cintalapa de Figueroa, por el delito de abigeato.
Acompañado de sus padres Esther, Hermisendo y de Florentino, el joven se presentó con la cara y las manos vendadas.
Leyó un documento donde precisó que la determinación de prenderse fuego fue suya, después de la indiferencia gubernamental a las acciones previas de huelga de hambre, "crucifixión", suturación de labios y extracción de sangre.
Gómez Pérez explicó que las quemaduras afectaron la parte superior de su cuerpo, rostro y manos, y aunque con algunas dificultades, por ahora, puede ver, oír y respirar.
Señaló que continuará con los tratamientos médicos y cuidados especiales para continuar su proceso de recuperación al lado de sus familiares.
Este mediodía retornó a Chingtón, en la región Centro de Chiapas, acompañado de familiares y lugareños en una caravana de ocho vehículos.
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