México

Campeón… ¿sin Corona?

Si esta estrategia les funcionó a los azules y tricolores abusadores, quiere decir que ''no están muertos''

Si como afirma Carlos Corona, el deterioro de su imagen y el bombardeo a que fue sometido en las últimas semanas desde todos los frentes, es una acción diseñada por quienes habrán  de salir a relucir como responsables de incontables deficiencias —por decir lo menos— en los resultados de las auditorías que dicen serán presentados próximamente (tanto del PAN, como del PRI), entonces quiere decir que la estrategia les ha funcionado casi, casi a la perfección, pues incluso, de no lograr la salida del exfeuista de la secretaría general del Congreso del Estado, se habrá convertido en un lastre difícil de remolcar por quienes hasta ahora lo habían “defendido”.

El caso en cuestión se ha convertido en la primera abolladura para los campeones del Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego de las elecciones intermedias, en las que no obstante haber ratificado su hegemonía en la mayor parte de los estados de la República, a la hora de las cuentas finales resultó que con “campeonato” y toda la cosa, salieron vapuleados ante la estrategia aliancista de sus adversarios, de la que dicho sea de paso, nos guste o no, sea ética o no, les dio resultados favorables tanto a panistas como perredistas, quienes sabían que de manera independiente no tenían oportunidad de ganar nada, y como los partidos políticos fueron diseñados para alcanzar el poder, luego entonces las “artes” de que se valgan son cuestión de cada quien.

Dicho de otra manera, si esta estrategia les funcionó a los azules y tricolores abusadores, quiere decir que “no están muertos”, antes al contrario, han dejado ver una vez más que saben manejar muy bien los aspectos mediáticos de la guerra sucia —lástima que no lo sean para difundir sus acciones de gobierno—, misma que en otras ocasiones les ha dado muy buenos resultados, incluso en las campañas, en donde por ejemplo, y sin restarle méritos a sus “pecados personales de soberbia”, tanto Jorge Arana, como Arturo Zamora, fueron el blanco de mortíferos dardos que sus estrategas no fueron capaces de disolver, simple y sencillamente porque ni siquiera supieron por dónde les llegaron los obuses.

Luego entonces, aun cuando Carlos Corona lograra quedarse en el Congreso y diera a conocer los nombres de quienes traicionaron la confianza de los ciudadanos y de sus propios correligionarios, su presencia significará un estorbo para la Legislatura y para los miembros de su partido, precisamente por la percepción que han creado los efectos mediáticos, los cuales incluso han propiciado que los órganos cupulares de los organismos empresariales se hayan manifestado a favor de que presente su renuncia.

Así, la novatez tiene su costo, de ahí la importancia de contar con un equipo de trabajo más experimentado.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando