''Calderón asesino''

Se dice -y muchos lo creen- que México tiene el gobierno que merece: que la composición política no es otra cosa más que el reflejo nítido su sociedad.  

Este argumento no lo he compartido jamás.

Recién se supo que a decir de la OCDE los mexicanos somos los que trabajamos más -diez horas en promedio- de entre los países que lo conforman. Dicho dato, además de significar un excelente argumento para desenmascarar a los que les basta afirmar sus prejuicios al caracterizar al mexicano como güevón, da a la sociedad un excelente motivo para exigir de su clase política algo más que sus conocidos arguendes. Además, el sistema endogámico y autoritario de la partidocracia no le va muy bien al principio de representación, lo cual, por cierto ya ha sido reclamado: la participación electoral va en declive.

Mientras el mexicano promedio trabaja de más y gana poco, los políticos principalmente se dedican a culpar al otro de su propia incompetencia. Un caso muy escuchado; la llamada “guerra de Calderón”. Si bien el gobierno no tiene de otra, en tanto se mantenga la prohibición penal de las drogas, so pena de perder el control a merced de las bandas criminales mexicanas, sus errores son atribuidos exclusivamente a la estrategia presidencial (es la moda). Sin embargo se olvidan de la mezquindad legislativa con que ha operado la clase política.

No sé cuantas reformas se han planteado y siguen atoradas en materia de seguridad y policía las cuales aportarían importantes elementos para disminuir el problema. Sin embargo, -espero que de manera ingenua- se le hace el caldo gordo a la mafia al entorpecer su aprobación. Por si fuera poco, en un desplante de cinismo, algunos de los que obstruyen al propio gobierno del cual además forman parte como legisladores, tiene la caradura de espetarle al Presidente de la República el calificativo de asesino, sugiriendo con ello que las mafias matan por su culpa.

Mexicanos trabajando…

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