México

Cae asesino de activista; confiesa que el atentado fue un pacto entre narcos

José Jiménez reconoce haber disparado contra Marisela Escobedo, la madre asesinada afuera del Palacio de Gobierno estatal

CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA (08/OCT/2012).- El asesino de la activista Marisela Escobedo Ortiz fue detenido ayer.

El gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, anunció la captura de José Enrique Jiménez Zavala, alias “El Wicked”, quien disparó a quema ropa a la activista en diciembre de 2010, prácticamente afuera del Palacio de Gobierno.

Jiménez Zavala pertenece a la pandilla de “Los Aztecas”—ligada al cártel de Juárez— y fue detenido por agentes de la Policía Única División Preventiva el jueves pasado en el estacionamiento de un centro comercial ubicado en las avenidas Haciendas del Valle y Periférico de la Juventud.

“El Wicked”, quien viajaba con su esposa y dos hijos, llevaba un arma calibre 38. También los acompañaba Luis Alberto Camacho Ramos, “El Toker”, quien portaba un arma nueve milímetros y un cargador con 13 cartuchos.

Posteriormente, en un domicilio de la colonia Bellavista, fueron detenidos Luis Carlos González López, “el Cepi”, de 37 años, y Enrique Castro Castro, “El Kike”, de 33.

El detenido confesó que el crimen fue en cumplimiento de un acuerdo entre las organizaciones delictivas de “La Línea” —aliada a “Los Aztecas”— y “Los Zetas”.

Marisela Escobedo se convirtió en activista tras la muerte de su hija Rubí, en 2008, quien fue asesinada por Sergio Barraza, quien era su pareja sentimental.

Jiménez Zavala afirmó que Barraza se encontraba en Zacatecas con “Los Zetas” y las acciones de Marisela ya hacían mucho eco en las noticias.

“El Wicked” también confesó que la orden de asesinar a Marisela Escobedo la recibió de Jesús Antonio Rincón Chavero, alias “El Tarzán”, un ex agente ministerial, quien era tercero en la estructura de mando de la organización “La Línea”.

“Yo le disparé en la cabeza. Fue una orden de mis jefes; yo nunca pregunto motivos, yo solo sé que si tengo una orden debo cumplirla”.

El asesino dijo que en un primer momento no se arrepintió del crimen, pero que después tuvo remordimiento:

“Quiero aclararle que siempre que maté a alguien andaba drogado, toda clase de drogas, hasta heroína. Se hizo algo tan común que era como un trabajo, que en el momento de disparar no se siente nada, es hasta en las noches, ya después cuando uno ve a sus propios hijos, a su propia familia cuando se sabe que hizo daño a otras personas, a hijos, madres, padres. No le puedo decir que dormía a gusto, porque le mentiría”.

“El Wicked” no sólo atentó contra Escobedo, también confesó al menos otros 20 crímenes. Incluso dijo ser el coordinador de pistoleros que mataron a 15 en el bar El Colorado.

“Al principio íbamos a matar a una mesera y a un señor que vendía droga en ese bar, pero después nos dieron la orden de matarlos a todos. Llegamos con un operativo táctico; los pusimos en el suelo, los demás ya sabían que no podían disparar hasta que yo lo hiciera para evitar fuego cruzado. Cuando yo disparé, dispararon los demás y los matamos”.

Con información de El Universal/NTX
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