México

Benjamín Arellano Félix acepta cargos ante juez estadounidense

Enfrenta una posible pena máxima de 25 años, y la reposición de unos 100 millones de dólares producto de actividades ilícitas

SAN DIEGO, ESTADOS UNIDOS (05/ENE/2012).- El capo de las drogas Benjamín Arellano Félix se declaró culpable ayer de los delitos de asociación ilícita y complot para “lavado” de dinero, ante una corte federal en San Diego.

Con la declaración, alcanzada mediante un acuerdo que contempla una pena máxima de 25 años de prisión, se evita el juicio de uno de los cabecillas más poderosos del narcotráfico en todo el mundo durante la década de 1990.

Los fiscales federales accedieron a que se desechen otros cargos que hubieran podido elevar la pena a 140 años de prisión. La sentencia se fijará el 2 de abril.

Arellano Félix, de 58 años, no emitió prácticamente declaraciones durante el procedimiento.

Como parte del arreglo, Arellano Félix reconoció haber encabezado una organización que distribuyó cientos de toneladas de cocaína y mariguana en Estados Unidos, y que se hizo de cientos de millones de dólares en ganancias que fueron enviadas de vuelta a México, a veces en automóviles repletos de billetes.

“Fue un acuerdo muy favorable para mi cliente, que enfrentaba una pena máxima de 150 años” de prisión, dijo el abogado defensor del capo, Anthony Colombo.  

Arellano Félix encabezó el otrora poderoso cártel de Tijuana, en dicha ciudad fronteriza con San Diego, desde finales de la década de los 80. Se le extraditó de México en abril de 2011 para enfrentar los cargos de “lavado” de dinero y asociación ilícita que se habían interpuesto en Estados Unidos desde 2003.

El capo fue capturado en 2002 en México, donde fue sentenciado en 2007 a purgar 22 años de cárcel por cargos de narcotráfico y delincuencia organizada.

Según la acusación formal en Estados Unidos contra Arellano Félix, fue el principal organizador y jefe máximo del cártel de los hermanos Arellano Félix desde 1986. También dice que el cártel de Tijuana torturó y asesinó a rivales en Estados Unidos y México mientras movilizaba toneladas de mariguana mexicana y cocaína colombiana.

El cártel, del que se sabe disolvía los cadáveres de sus enemigos en tinas con sosa y agua, comenzó a perder poder a lo largo de la frontera de California con México tras la captura de Arellano Félix en 2002.

Un mes antes, su hermano Ramón, conocido como el principal jefe ejecutor del cártel, había muerto en un enfrentamiento armado con las autoridades.

PERFIL
Los orígenes del capo


Benjamín Arellano Félix nació en Culiacán, el 12 de marzo de 1955, hijo de un comerciante, Francisco Arellano, y una ama de casa, Alicia Isabel Félix. Tiene nueve hermanos y hermanas.

Junto con su hermano mayor, Francisco Rafael, comenzó a organizar fiestas en varias colonias de Culiacán a principios de los ochenta. Después viajó constantemente a Estados Unidos a comprar camisas de seda, vinos y aparatos electrónicos, productos que llevaría a vender a Culiacán y Mazatlán.

Se mudó a Guadalajara, donde conoció a Javier Caro Payán, lugarteniente encargado de Tijuana del entonces capo del narcotráfico más poderoso de México, Miguel Ángel Félix Gallardo. Se convirtió en secretario de éste último y se trasladó a dicha frontera.

En Tijuana se unió con su tío político, Jesús “Chuy” Labra Avilés, quien también trabajaba para Félix Gallardo. Poco tiempo después, sus hermanos Francisco Rafael, Ramón y Javier se trasladaron a esa ciudad para incorporarse a la organización de su tío. Del popular barrio El Coloso en Culiacán, Benjamín reclutó a muchos amigos suyos para que trabajaran para él como lugartenientes.
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