México
Aprueban visita íntima a menores
Tendrán derecho jóvenes reclusos casados. Aplicará Ebrard nuevo programa de justicia juvenil
CIUDAD DE MÉXICO.- Como parte del nuevo programa para jóvenes delincuentes que aplicará el gobierno de la ciudad a partir del próximo lunes, se les permitirá a los adolescentes tener visita conyugal en sus centros de internación, siempre y cuando demuestren estar casados por el civil.
Para ellos, la Secretaría de Salud del Distrito Federal desarrollará esquemas de información sobre sexualidad, enfermedades de transmisión sexual y salud preventiva en general.
Con la administración federal actual —que dejará de tener la tutela de esos jóvenes el próximo 6 de octubre—, no se les permitía la visita íntima.
Otra reforma del programa del gobierno del Distrito Federal será el tratamiento para el menor de edad y toda su familia, por medio de terapias sicológicas, pedagógicas y trabajo social.
Raquel Olvera Rodríguez, titular de la Dirección Ejecutiva de Tratamiento para Adolescentes, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL que se darán incentivos económicos a aquellos jóvenes delincuentes que enfrenten su proceso en libertad y que demuestren un grado satisfactorio de inserción social, como tener buenas calificaciones en la escuela y no abandonar los estudios.
A la fecha hay una población de 2 mil jóvenes delincuentes que enfrentan su sentencia en libertad, mientras que otros 800 están internos en alguno de los cuatro centros capitalinos de tratamiento.
Esta población juvenil así como dichos inmuebles serán transferidos del gobierno federal al de la ciudad de México, derivado de varias reformas legales que obligan a la administración capitalina a contar con su propio sistema de justicia juvenil.
Serán 543 los sicólogos, sociólogos, terapeutas, trabajadores sociales, pedagogos, entre otros, los que se encargarán del tratamiento a los adolescentes, a los que se sumarán otros 400 empleados a los que se les llamará “guía técnico”.
“Aparece esa figura que serán los que van a acompañar día a día al joven en su proceso de aprendizaje, desde que empieza su aseo, limpiar su área de dormitorio, es un trabajo que debe hacerse de manera responsable”, indicó la funcionaria.
Luego, agregó, “estos guías técnicos tienen un perfil especial para estar con ellos, es gente más sensible con estudios más avanzados. Hablamos de personas con carreras truncas, sicólogos, trabajadores sociales, si bien son gente con formación educativa pero no necesariamente con la carrera terminada”.
La intención del tratamiento es que los jóvenes no tengan un sólo momento de ocio y tanto los que están en internación como en externación cursarán talleres de informática, mecánica, panadería, música, teatro y aprenderán oficios como el de mesero, así como el cultivo de árboles bonsái. Esta enseñanza gozará de certificación oficial para darles herramientas para conseguir un empleo.
Los que se encuentran en internación podrán contar con una bolsa de ahorro a través de la venta de los productos que elaboren.
Raquel Olvera agregó que serán los jueces los que determinen el tiempo de duración del tratamiento para los jóvenes delincuentes y sus familias, además de que los impartidores de justicia podrán imponer medidas de coerción para que acudan a sus terapias tanto padres como indiciados.
Para ellos, la Secretaría de Salud del Distrito Federal desarrollará esquemas de información sobre sexualidad, enfermedades de transmisión sexual y salud preventiva en general.
Con la administración federal actual —que dejará de tener la tutela de esos jóvenes el próximo 6 de octubre—, no se les permitía la visita íntima.
Otra reforma del programa del gobierno del Distrito Federal será el tratamiento para el menor de edad y toda su familia, por medio de terapias sicológicas, pedagógicas y trabajo social.
Raquel Olvera Rodríguez, titular de la Dirección Ejecutiva de Tratamiento para Adolescentes, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL que se darán incentivos económicos a aquellos jóvenes delincuentes que enfrenten su proceso en libertad y que demuestren un grado satisfactorio de inserción social, como tener buenas calificaciones en la escuela y no abandonar los estudios.
A la fecha hay una población de 2 mil jóvenes delincuentes que enfrentan su sentencia en libertad, mientras que otros 800 están internos en alguno de los cuatro centros capitalinos de tratamiento.
Esta población juvenil así como dichos inmuebles serán transferidos del gobierno federal al de la ciudad de México, derivado de varias reformas legales que obligan a la administración capitalina a contar con su propio sistema de justicia juvenil.
Serán 543 los sicólogos, sociólogos, terapeutas, trabajadores sociales, pedagogos, entre otros, los que se encargarán del tratamiento a los adolescentes, a los que se sumarán otros 400 empleados a los que se les llamará “guía técnico”.
“Aparece esa figura que serán los que van a acompañar día a día al joven en su proceso de aprendizaje, desde que empieza su aseo, limpiar su área de dormitorio, es un trabajo que debe hacerse de manera responsable”, indicó la funcionaria.
Luego, agregó, “estos guías técnicos tienen un perfil especial para estar con ellos, es gente más sensible con estudios más avanzados. Hablamos de personas con carreras truncas, sicólogos, trabajadores sociales, si bien son gente con formación educativa pero no necesariamente con la carrera terminada”.
La intención del tratamiento es que los jóvenes no tengan un sólo momento de ocio y tanto los que están en internación como en externación cursarán talleres de informática, mecánica, panadería, música, teatro y aprenderán oficios como el de mesero, así como el cultivo de árboles bonsái. Esta enseñanza gozará de certificación oficial para darles herramientas para conseguir un empleo.
Los que se encuentran en internación podrán contar con una bolsa de ahorro a través de la venta de los productos que elaboren.
Raquel Olvera agregó que serán los jueces los que determinen el tiempo de duración del tratamiento para los jóvenes delincuentes y sus familias, además de que los impartidores de justicia podrán imponer medidas de coerción para que acudan a sus terapias tanto padres como indiciados.
Síguenos en