México
Amnistía Internacional denuncia agresiones de policías a defensores de migrantes
La organización Amnistía Internacional denunció que varios de los colaboradores de este centro en Tijuana recibieron agresiones físicas y verbales por parte de oficiales armados
CIUDAD DE MÉXICO (29/JUL/2011).- La organización Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que defensores de los migrantes en Tijuana, fronteriza con EE.UU., fueron "insultados e intimidados por la Policía Federal".
La sección México de la agrupación defensora de los derechos humanos emitió una "acción urgente" a raíz de los "insultos e intimidaciones" dirigidas al personal de la Casa del Migrante en Tijuana, en el noroeste del país, el pasado 26 de julio.
Ese día unos 30 policías de la Agencia Federal de Investigación (AFI) intentaron entrar "fuertemente armados" a la Casa del Migrante con el argumento de que buscaban a un supuesto asesino, señaló AI en un comunicado.
Cuando el director del albergue, el padre Luiz Kendzierski, reclamó el ingreso "sin una orden judicial", varios policías le gritaron que "era un pedófilo y lo acusaron de lucrar con los migrantes".
"También amenazaron e insultaron a Gabriela Morales", una abogada que colabora con el refugio y estaba afuera del albergue en ese momento, a quien los policías dijeron que los defensores de los derechos humanos "protegen a los criminales", relató AI.
A raíz de ese "comportamiento intimidatorio", el albergue pidió la presencia de miembros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y cuando éstos llegaron el personal del refugio permitió a un policía entrar "sin portar armas", pero éste no halló al sujeto que buscaban, añadió.
Amnistía llamó a la ciudadanía a exigir a las autoridades que reconozcan "la importancia y el legítimo trabajo de los defensores de los derechos humanos (...) en los albergues de migrantes" y ofrezcan una "disculpa pública" al personal del albergue de Tijuana.
Además, que pongan en marcha "un programa de protección efectiva para todos los defensores de los derechos humanos que se encuentren en riesgo", cuyas bases fueron anunciadas por el presidente mexicano, Felipe Calderón, el 6 de julio pasado.
La organización, con sede en Londres, recordó que la defensa de "derechos humanos puede ser un trabajo peligroso en México", al destacar que numerosos activistas han "sufrido amenazas de muerte, intimidaciones y acosos en los últimos años".
Los defensores de los migrantes "son usualmente un blanco de ataque. Algunos han recibido amenazas de muerte y en algunos casos, los albergues han sido atacados físicamente. Otros, han sido sujetos a campañas de difamación y amenazas de cargos falsos de tráfico de personas", añadió.
La sección México de la agrupación defensora de los derechos humanos emitió una "acción urgente" a raíz de los "insultos e intimidaciones" dirigidas al personal de la Casa del Migrante en Tijuana, en el noroeste del país, el pasado 26 de julio.
Ese día unos 30 policías de la Agencia Federal de Investigación (AFI) intentaron entrar "fuertemente armados" a la Casa del Migrante con el argumento de que buscaban a un supuesto asesino, señaló AI en un comunicado.
Cuando el director del albergue, el padre Luiz Kendzierski, reclamó el ingreso "sin una orden judicial", varios policías le gritaron que "era un pedófilo y lo acusaron de lucrar con los migrantes".
"También amenazaron e insultaron a Gabriela Morales", una abogada que colabora con el refugio y estaba afuera del albergue en ese momento, a quien los policías dijeron que los defensores de los derechos humanos "protegen a los criminales", relató AI.
A raíz de ese "comportamiento intimidatorio", el albergue pidió la presencia de miembros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y cuando éstos llegaron el personal del refugio permitió a un policía entrar "sin portar armas", pero éste no halló al sujeto que buscaban, añadió.
Amnistía llamó a la ciudadanía a exigir a las autoridades que reconozcan "la importancia y el legítimo trabajo de los defensores de los derechos humanos (...) en los albergues de migrantes" y ofrezcan una "disculpa pública" al personal del albergue de Tijuana.
Además, que pongan en marcha "un programa de protección efectiva para todos los defensores de los derechos humanos que se encuentren en riesgo", cuyas bases fueron anunciadas por el presidente mexicano, Felipe Calderón, el 6 de julio pasado.
La organización, con sede en Londres, recordó que la defensa de "derechos humanos puede ser un trabajo peligroso en México", al destacar que numerosos activistas han "sufrido amenazas de muerte, intimidaciones y acosos en los últimos años".
Los defensores de los migrantes "son usualmente un blanco de ataque. Algunos han recibido amenazas de muerte y en algunos casos, los albergues han sido atacados físicamente. Otros, han sido sujetos a campañas de difamación y amenazas de cargos falsos de tráfico de personas", añadió.
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