México
Allá en la fuente
Tragos de amargo licooor… ajúa
— Quiúbole compadre, cómo anda, ¿por qué tan sentimental?
— ¿Cómo por qué?, qué no sabe que mi ídolo el Ramón Ayala, sigue detenido en la Siedo porque estaba tocando en la narco posada de los Beltrán Leyva.
— ¡Claro que supe!, es más, hablando de la narco posada esa, ya mataron al Arturo Beltrán Leyva, el capo por el que iban los de la Marina en esa fiesta.
— ¡No me diga!, ¿cuándo?, ¿a qué hora?
— No compa, cómo que cuándo, ¿no ha visto las noticias?, lo mataron el miércoles en Morelos, en un departamento que tenía ahí en Cuernavaca. Llegaron los de la Marina y que empieza la balacera.
— A ver, a ver, creo que me perdí, ¿dijo usté la Marina?
— Eso mero.
— Hic… perdón… ¿y de cuándo acá los marinos se agarran a balazos con los narcos?, digo, que yo sepa incautan la droga que los narcos llevan en submarinos, botes y hasta tiburones, ¿pero agarrarse a balazos con ellos?
— Pues la neta no sé decirle, lo que sí sé es que ellos encabezaron el operativo e hicieron las labores de inteligencia para dar con “El Barbas” y su mafia.
— No pues, sí que está raro.
— Usté diario especulando. Pero no crea que todo fue buena noticia, además del narco y sus pistoleros, en la refriega murió uno de la Marina y dos están heridos. Eso sí, hay tres detenidos, dos mujeres y un hombre que está hospitalizado.
— No pues con tan buena información usté se parece al “ticher” López Dóriga… pero bueno, ya que está aquí, échese una chela. Mesero, mesero…
Síguenos en