México
Aguantar embotellamientos o parálisis
Afortunadamente los últimos días de la semana —los llamados Días Santos— el tráfico ha estado tranquilo, porque un buen número de los habitantes de la gran urbe decidió aprovechar los días feriados
Afortunadamente los últimos días de la semana —los llamados Días Santos— el tráfico ha estado tranquilo, porque un buen número de los habitantes de la gran urbe decidió aprovechar los días feriados para salir a pasear a la playa o a otras entidades, incluso muchos decidieron ir a la capital del país, que por cierto también está bastante transitable —es la mejor época para visitarla—; además de que el solo hecho de que los estudiantes no acudan a sus centros de estudio, es razón más que suficiente para que el tráfico descienda notablemente.
Aunque eso sí, el Centro de Guadalajara y los entornos de los principales templos de la ciudad se han visto saturados —y hasta de más, según algunas de las fotografías enviadas por el face— por creyentes locales y foráneos, al grado de que la Policía Municipal tuvo que acudir a resguardar el orden, no olviden que las aglomeraciones pueden ser peligrosas e incluso se prestan para que los “amantes de lo ajeno” hagan de las suyas con mayor éxito.
Y seguramente que la Semana de Pascua también estará tranquila. El “infierno” volverá con la reanudación de actividades laborales y escolares, entonces habremos de padecer el desdén de algunos agentes viales —afortunadamente no todos— que agobiados por el intenso calor, prefieren buscar alguna sombra cercana al crucero asignado, antes de estar al pendiente de agilizar el tráfico o por lo menos orientar a los conductores por dónde habrán de continuar para salir de los embrollos que se han armado, entre otras razones porque hace siglos que no se cuenta con vialidades nuevas, vamos, para ser más precisos, con excepción de los gobiernos de don Alberto Orozco Romero (+) y Flavio Romero de Velasco, quienes tomaron la sabia decisión de crear las avenidas de Federalismo y Lázaro Cárdenas, respectivamente, no se cuenta con nuevas avenidas, esto es, desde el siglo pasado.
Así las cosas, aguantemos pues, las molestias momentáneas, pero eso sí, es de esperar que los pavimentos e incluso el asfalto que coloquen debe de ser para durar un buen rato, pues la inversión presupuestal —crédito— y el tiempo que nos está costando a los ciudadanos no admite menos que eso.
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