México
Adame, gobernador bajo sospecha
Un capo de los más buscados del narcotráfico vive en su Estado, en la ciudad capital, a escasas cuadras de la casa de Gobierno
Cada vez resulta más difícil para el mandatario de Morelos y para el Gobierno federal —que lo ha exonerado y respaldado una y otra vez—, sostener que Adame Castillo es ajeno a la brutal penetración del narcotráfico en la estructura de su administración. De hecho, cada vez resulta más difícil creer en el total compromiso y veracidad de la guerra del Presidente Felipe Calderón contra el narco, si no se actúa en contra de ámbitos políticos tan identificados e involucrados, sobre todo si éstos son de su propio partido.
Si en mayo de 2009 Adame salió ileso de la turbulencia cuando se demostró que su titular de seguridad estatal, Luis Ángel Cabeza de Vaca, y su entonces procurador Francisco Coronato, estaban en la nómina del fallecido Arturo Beltrán Leyva, fue sólo porque el Presidente Calderón decidió respaldarlo y públicamente lo exoneró de cualquier responsabilidad, sin que mediara una investigación profunda del panista.
Hoy, esos dos ex colaboradores suyos están sentenciados y declarados culpables de haberse involucrado con los narcotraficantes; y vuelven a surgir más señalamientos en torno al círculo cercano del gobernador. La revelación del periodista Francisco Gómez, de EL UNIVERSAL, sobre la existencia de una investigación en la SIEDO en contra de dos de los escoltas de la guardia del gobernador, han reavivado las sospechas y han hecho que la oposición en su Estado exija que esta vez, más que exoneraciones políticas, se indague a fondo hasta dónde llega la infiltración del Gobierno de Adame.
La credibilidad de la guerra calderonista contra el narco, aun con los “golpes contundentes” de las últimas semanas —ayer con la detención de “El Teo” por la Policía Federal— se pondrá en duda si no hay decisión para desmantelar las redes políticas que protegen a los narcotraficantes en México, sin importar si en ellas están involucrados políticos del PRI, del PRD o del partido del Presidente.
NOTAS INDISCRETAS… La salida de Miguel Zekely de la Subsecretaría de Educación Media para ser sustituido por el panista jalisciense Miguel Martínez, despierta la suspicacia de si no dará un enfoque electoral a esa posición. La Subsecretaría controla 950 mil estudiantes de entre 15 y 20 años y bien puede verse como un apetitoso botín electorero en este año de comicios locales. ¿Si no por qué se sustituye a los funcionarios con militancia más que con perfiles académicos o especializado?
Pretender hacer un uso electoral de la estructura educativa en este año puede resultar no sólo peligroso, sino altamente dañino para nuestro de por sí maltrecho sistema educativo… Los dados mandan Serpiente. Mala señal.
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