México
Acusa a Calderón de frenar extradición de Cassez por motivos mediáticos
Charlotte Cassez habló durante la presentación del libro que escribió su hija condenada a 60 años de cárcel
MÉXICO (22/SEP/2010) .- La madre de la francesa Florence Cassez, condenada en México a 60 años de cárcel por tres delitos de secuestro, aseguró hoy que el Presidente mexicano, Felipe Calderón, detuvo la extradición de su hija para no contrariar a la opinión pública.
"Muchas asociaciones de víctimas de secuestros se manifestaron en contra de la extradición, por eso Calderón dio marcha atrás", señaló Charlotte Cassez durante la presentación en la capital mexicana del libro "A la sombra de mi vida", escrito por su hija desde la prisión de Tepepan (Distrito Federal).
Cassez permanece encarcelada en México desde hace más de cuatro años tras ser detenida por su presunta pertenencia a la banda de secuestradores "Los Zodíaco".
En todo ese tiempo, la ciudadana francesa ha manifestado repetidas veces su inocencia y ha denunciado numerosos errores en las acusaciones presentadas contra ella por las fuerzas de seguridad.
En francés y con la voz quebrada, Charlotte Cassez dijo a los medios que la suya "es una familia que sufre por el encarcelamiento de una hija inocente".
En "A la sombra de mi vida", Cassez describe los pormenores de su detención el ocho de diciembre de 2005, enturbiada por el simulacro de captura que la policía mexicana escenificó ante los medios de comunicación un día después, así como por un expediente "plagado de inconsistencias".
Su abogado, Agustín Acosta, recordó en la presentación que, tras la detención, su cliente no fue inmediatamente puesta a disposición de la autoridad judicial, como establece la ley mexicana.
Transcurrieron 24 horas desde que la policía la interceptó junto a su ex pareja en una carretera de Cuernavaca hasta que su captura se hizo pública, detalla el libro.
Varias televisiones mexicanas la mostraron entonces esposada en el rancho donde supuestamente se cometían los secuestros, como parte de lo que Florence Cassez califica de "montaje".
La imputada, de 35 años, equipara su situación a otras de la justicia mexicana, como la del activista Ignacio del Valle, liberado en julio por las irregularidades que sufrió en su proceso tras ser condenado a 112 años de cárcel por el delito de secuestro agravado.
"Le puede pasar a cualquiera", insiste Cassez en su libro, en el que declara que tiene la esperanza de que su caso sirva "para despertar conciencias".
"Lucho, por supuesto, por mí, por probar mi inocencia, por mi dignidad, por mi país, pero también por México, por su sociedad, porque sé que hay otros casos como el mío", denuncia.
Su representante legal señaló hoy que los tres testimonios que las autoridades mexicanas presentaron como pruebas contra Cassez son "islas en un océano de dudas y contradicciones".
Indicó que, a lo largo de estos años, los testigos se han contradicho y han cambiado varias veces su versión, y aseguró que tras sus declaraciones, que definió como "de calabozo", se esconden "métodos inquisitoriales para apuntalar la culpabilidad" de su defendida.
El letrado mostró su confianza en la "independencia" de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, responsable, por ejemplo, de la liberación de Ignacio del Valle.
Acosta cree que el caso podría resolverse de manera favorable a su representada si finalmente el expediente llegara a manos de ese tribunal.
"Muchas asociaciones de víctimas de secuestros se manifestaron en contra de la extradición, por eso Calderón dio marcha atrás", señaló Charlotte Cassez durante la presentación en la capital mexicana del libro "A la sombra de mi vida", escrito por su hija desde la prisión de Tepepan (Distrito Federal).
Cassez permanece encarcelada en México desde hace más de cuatro años tras ser detenida por su presunta pertenencia a la banda de secuestradores "Los Zodíaco".
En todo ese tiempo, la ciudadana francesa ha manifestado repetidas veces su inocencia y ha denunciado numerosos errores en las acusaciones presentadas contra ella por las fuerzas de seguridad.
En francés y con la voz quebrada, Charlotte Cassez dijo a los medios que la suya "es una familia que sufre por el encarcelamiento de una hija inocente".
En "A la sombra de mi vida", Cassez describe los pormenores de su detención el ocho de diciembre de 2005, enturbiada por el simulacro de captura que la policía mexicana escenificó ante los medios de comunicación un día después, así como por un expediente "plagado de inconsistencias".
Su abogado, Agustín Acosta, recordó en la presentación que, tras la detención, su cliente no fue inmediatamente puesta a disposición de la autoridad judicial, como establece la ley mexicana.
Transcurrieron 24 horas desde que la policía la interceptó junto a su ex pareja en una carretera de Cuernavaca hasta que su captura se hizo pública, detalla el libro.
Varias televisiones mexicanas la mostraron entonces esposada en el rancho donde supuestamente se cometían los secuestros, como parte de lo que Florence Cassez califica de "montaje".
La imputada, de 35 años, equipara su situación a otras de la justicia mexicana, como la del activista Ignacio del Valle, liberado en julio por las irregularidades que sufrió en su proceso tras ser condenado a 112 años de cárcel por el delito de secuestro agravado.
"Le puede pasar a cualquiera", insiste Cassez en su libro, en el que declara que tiene la esperanza de que su caso sirva "para despertar conciencias".
"Lucho, por supuesto, por mí, por probar mi inocencia, por mi dignidad, por mi país, pero también por México, por su sociedad, porque sé que hay otros casos como el mío", denuncia.
Su representante legal señaló hoy que los tres testimonios que las autoridades mexicanas presentaron como pruebas contra Cassez son "islas en un océano de dudas y contradicciones".
Indicó que, a lo largo de estos años, los testigos se han contradicho y han cambiado varias veces su versión, y aseguró que tras sus declaraciones, que definió como "de calabozo", se esconden "métodos inquisitoriales para apuntalar la culpabilidad" de su defendida.
El letrado mostró su confianza en la "independencia" de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, responsable, por ejemplo, de la liberación de Ignacio del Valle.
Acosta cree que el caso podría resolverse de manera favorable a su representada si finalmente el expediente llegara a manos de ese tribunal.
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