México
Abarca, 'abominable excepción' dentro de PRD: Zambrano
Pide no señalar a su partido porque la detención del político se haya dado en uno de sus bastiones
Jesús Zambrano, dijo que el capturado ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, acusado de la muerte de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes, es una "abominable excepción" dentro de su formación.
"Abarca es una abominable excepción dentro de los más de cuatro millones de mujeres y hombres que están afiliados en el PRD", afirmó en una entrevista con Radio Fórmula.
Zambrano también consideró que el caso de la infiltración del crimen organizado en el Gobierno de Iguala y la desaparición de estudiantes el 26 de septiembre en actos violentos que involucran a policías y dejaron seis muertos "metió en crisis al Estado mexicano en su conjunto".
"Evidenció la falta de coordinación, de profesionalismo, de funcionamiento de los órganos de inteligencia del Estado. Iguala es solamente una muestra de un problema mucho más grande, la punta del iceberg", indicó.
Zambrano celebró la captura de Abarca, postulado por el PRD a la alcaldía de Iguala en 2012, y su esposa María de Los Ángeles Pineda el pasado martes en la delegación de Iztapalapa, en el oriente de la capital mexicana, y pidió no señalar a su partido porque la detención se haya dado en uno de sus bastiones.
"Se metieron ahí como pudieron haber estado en algún otra delegación no gobernada por el PRD, gobernamos 14 de las 16 delegaciones del Distrito Federal", señaló.
El político ratificó que su partido reconoce los errores que cometió por permitir que Abarca gobernara en Iguala, pero dijo que no se hace responsable de sus hechos delictivos.
"Qué bueno que se detuvo a Abarca y su mujer y ya están encarcelados (...) que se vaya al fondo en la investigación, porque en eso sí tenemos las manos limpias nosotros", indicó Zambrano, quien apenas hace un mes dejó la presidencia del PRD.
También señaló que antes de las elecciones de 2012, consultó al entonces secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, si tenía información sobre acusaciones contra el político, pero este le dijo que "no había nada".
"Reconocemos que debemos ser más escrupulosos en el proceso de selección de los candidatos y vigilar los que tienen responsabilidades públicas", declaró.
Según la fiscalía mexicana, Abarca, Pineda y el entonces secretario de Seguridad de Iguala, Felipe Flores, aún prófugo, recibían elevadas sumas de dinero del cártel Guerreros Unidos y son los autores intelectuales de lo ocurrido el 26 de septiembre.
Zambrano fue expulsado el martes pasado por estudiantes de un foro en el que participaría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con gritos de "¡asesino!" y "¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!", al aludir a los 43 estudiantes desaparecidos.
La represión violenta que sufrieron estudiantes de la escuela de formación de docentes de Ayotzinapa el 26 de septiembre ha puesto en el ojo del huracán al Gobierno mexicano y al PRD, la primera fuerza política del sureño estado de Guerrero, donde se encuentra Iguala.
Ángel Aguirre se vio obligado a renunciar como gobernador de Guerrero a finales de octubre pasado presionado por las protestas sociales generadas por los hechos del 26 de septiembre y en su lugar el Congreso estatal eligió al catedrático Rogelio Ortega.
CIUDAD DE MÉXICO (06/NOV/2014).- El ex presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD),
"Abarca es una abominable excepción dentro de los más de cuatro millones de mujeres y hombres que están afiliados en el PRD", afirmó en una entrevista con Radio Fórmula.
Zambrano también consideró que el caso de la infiltración del crimen organizado en el Gobierno de Iguala y la desaparición de estudiantes el 26 de septiembre en actos violentos que involucran a policías y dejaron seis muertos "metió en crisis al Estado mexicano en su conjunto".
"Evidenció la falta de coordinación, de profesionalismo, de funcionamiento de los órganos de inteligencia del Estado. Iguala es solamente una muestra de un problema mucho más grande, la punta del iceberg", indicó.
Zambrano celebró la captura de Abarca, postulado por el PRD a la alcaldía de Iguala en 2012, y su esposa María de Los Ángeles Pineda el pasado martes en la delegación de Iztapalapa, en el oriente de la capital mexicana, y pidió no señalar a su partido porque la detención se haya dado en uno de sus bastiones.
"Se metieron ahí como pudieron haber estado en algún otra delegación no gobernada por el PRD, gobernamos 14 de las 16 delegaciones del Distrito Federal", señaló.
El político ratificó que su partido reconoce los errores que cometió por permitir que Abarca gobernara en Iguala, pero dijo que no se hace responsable de sus hechos delictivos.
"Qué bueno que se detuvo a Abarca y su mujer y ya están encarcelados (...) que se vaya al fondo en la investigación, porque en eso sí tenemos las manos limpias nosotros", indicó Zambrano, quien apenas hace un mes dejó la presidencia del PRD.
También señaló que antes de las elecciones de 2012, consultó al entonces secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, si tenía información sobre acusaciones contra el político, pero este le dijo que "no había nada".
"Reconocemos que debemos ser más escrupulosos en el proceso de selección de los candidatos y vigilar los que tienen responsabilidades públicas", declaró.
Según la fiscalía mexicana, Abarca, Pineda y el entonces secretario de Seguridad de Iguala, Felipe Flores, aún prófugo, recibían elevadas sumas de dinero del cártel Guerreros Unidos y son los autores intelectuales de lo ocurrido el 26 de septiembre.
Zambrano fue expulsado el martes pasado por estudiantes de un foro en el que participaría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con gritos de "¡asesino!" y "¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!", al aludir a los 43 estudiantes desaparecidos.
La represión violenta que sufrieron estudiantes de la escuela de formación de docentes de Ayotzinapa el 26 de septiembre ha puesto en el ojo del huracán al Gobierno mexicano y al PRD, la primera fuerza política del sureño estado de Guerrero, donde se encuentra Iguala.
Ángel Aguirre se vio obligado a renunciar como gobernador de Guerrero a finales de octubre pasado presionado por las protestas sociales generadas por los hechos del 26 de septiembre y en su lugar el Congreso estatal eligió al catedrático Rogelio Ortega.
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