México

A un mes del ataque a Cabañas, hay más dudas que certezas

Miguel Ángel Mancera Espinosa, procurador capitalino, dijo que se mantienen abiertas varias líneas de investigación

CIUDAD DE MÉXICO.- Ayer se cumplió un mes de la agresión que sufrió el futbolista Salvador Cabañas en el Bar Bar, y la investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) no ha dado respuesta a algunas incógnitas del caso.

La indagatoria del Ministerio Público, la cual continúa en desarrollo, sigue sin confirmar el móvil tras el atentado, sin establecer la ubicación y la actividad del presunto agresor José Jorge Balderas Garza, alias “El JJ”, y sin identificar correctamente al sujeto que lo resguardaba.

Sobre los probables responsables, se sabe que “El JJ” tiene al menos siete nombres distintos, era cliente asiduo del Bar Bar, manejaba fuertes cantidades de dinero, tenía al menos una decena de vehículos y más de seis propiedades en el Distrito Federal y otros estados.

Lo que se desconoce, o al menos no se ha informado oficialmente, es realmente a qué se dedicaba, pues las supuestas empresas de transporte que ostentaba eran “fantasmas”, además de que se ignora su paradero y con qué grupo criminal estaría vinculado.

Respecto al móvil, la Procuraduría descartó durante los primeros días de la indagatoria una diferencia con relación a una bailarina cubana, quien quedó en libertad tras rendir su declaración, con la que presuntamente tuvo un diálogo el futbolista paraguayo.

La versión con la que ahora se cuenta, y que tampoco han confirmado los peritajes de la PGJDF, es la que rindió el trabajador de limpieza Javier Ibarra Coronel, quien tras modificarla varias veces señaló que todo se debió a una discusión relacionada con los “goles” que no había anotado el jugador.

La PGJDF tampoco ha definido con precisión en las pesquisas judiciales cómo es que ingresó al local el arma de fuego con la que fue agredido el futbolista, ni la persona que la traía consigo.

Lo que sí se sustentó, y que hizo cobrar mayor relevancia al caso, es que Balderas Garza sostuvo una relación sentimental con Silvia Irabién, conocida como “La Chiva”, con quien procreó un hijo, antes de distanciarse definitivamente de ella.

Incluso, el 28 de enero, la PGJDF facilitó su salón de usos múltiples para que la modelo confirmara dicha información, pese a que ella no está relacionada directamente con el hecho que se investiga.

Respecto a los empleados del Bar Bar, la PGJDF mantiene arraigados a siete de ellos, pero sólo el gerente Carlos Fernando Cázares Ocaña, alias “El Charly”, está acusado de alguna complicidad en el delito de homicidio, mientras al resto de encubrimiento por favorecimiento.

De igual forma se encuentran bajo la medida cautelar tres elementos de la Policía Auxiliar del Estado de México, identificados como Margarito Cruz Ramírez, Mariano López Morales y Mario Zamarripa Martínez, quienes conformaban la escolta de “El JJ”.

En la última entrevista concedida sobre el caso, el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, rechazó que las investigaciones se encuentren estancadas y advirtió que se continúa trabajando sobre varias líneas de investigación.

Confirmó a su vez que no ha sido posible tomar la declaración a Salvador Cabañas debido a la complejidad de su estado de salud, y no será bajo ninguna circunstancia hasta que un médico legista así lo autorice.

Por el atentado que sufrió el futbolista Salvador Cabañas, la dependencia mantiene abierta la Averiguación Previa FAO-4/T2/147/10- 01 en la Fiscalía Desconcentrada de Álvaro Obregón e impulsó la Causa Penal 45/2010 en el Juzgado 30 de la materia.


Gerente del Bar Bar se dice inocente

CIUDAD DE MÉXICO.-
El gerente del Bar Bar, Carlos Cázares Ocaña, se dijo completamente inocente del delito de coparticipación de homicidio en grado de tentativa calificado, el cual le imputan por la agresión contra Salvador Cabañas, registrada hace un mes.

Afirmó que la esposa de Cabañas, María Alonso, intentó ocultar que el delantero del América fue agredido en dicha discoteca.

“Ella me propuso primero que planeáramos que todo había sucedido afuera del bar para que no se enterara la prensa de que Cabañas estuvo allí”.

Al subir a la rejilla de prácticas, para realizar su declaración preparatoria en el Juzgado 30 Penal, mencionó que su relación con todos los clientes del Bar Bar, entre ellos “El J.J.” y un sujeto identificado con el nombre de Ángel Falcón, quien habría ingresado el arma al establecimiento, sólo es de cliente a empleado.

Por su parte, los seis empleados del Bar Bar acusados del delito de encubrimiento por favorecimiento quedarán en libertad luego de que garanticen la fianza de 50 mil pesos que les impuso el juez 41 de Paz Penal.

Un disparo en la madrugada

Entre declaraciones de los implicados y autoridades, las sombras de la confusión sobre el caso de la agresión al futbolista Salvador Cabañas proyectan una percepción de estancamiento a la sociedad, misma que es negada por la Procuraduría capitalina, quien enfatiza que hay varias líneas de investigación abiertas.

Fue durante las primeras horas del 25 de enero cuando Salvador Cabañas ingresó al sanitario del Bar Bar, y unos minutos después lo descubrieron en el suelo con una herida de bala en la cabeza provocada por un proyectil calibre 25 milímetros.

Las horas posteriores al hecho son las que permitieron conocer la mayoría de la información con la que ahora se cuenta, gracias a las cámaras de seguridad del local, que revelaron los rostros de los sospechosos, así como las negligencias del gerente y de trabajadores del bar. Dos días después, la Procuraduría capitalina informó la identidad del agresor, pero se equivocó al señalar públicamente que el sujeto que lo acompañaba, apodado como “El Paco” o “El Contador”, respondía al nombre de Eduardo García Alanís.


Show mediático e inequidad

Especialista

David Ordaz Hernández, profesor del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), consideró que tras los errores y dudas en el desarrollo de las pesquisas, la PGJDF ha optado por un manejo mediático en un intento de legitimar su actuación. “En términos formales la Procuraduría debería única y exclusivamente limitarse a la investigación y no a un manejo político mediático, sin embargo más bien ha venido reaccionando al ritmo que le han exigido los medios y con base en eso ha actuado”.

Isabel Miranda de Wallace

La presidenta de la Organización Civil Alto al Secuestro, consideró que el caso Cabañas ha evidenciado, además de ineficiencias, la falta de equidad en la impartición de justicia. Ello al quedar de manifiesto la presión de la autoridad por resolver el caso, sólo por tratarse de una figura pública. “Así como se atendió el caso de Cabañas, así debe hacerse con el caso del obrero, del chofer, de la gente de a pie; aquí hay la sensación de que no hay equidad y la petición es de que la haya para todos los casos, desde los más humildes hasta los más encumbrados”.
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