México
¿A quién pretenden engañar?
¿A quién engañan, cuando sacan de la chistera a José Francisco, para llevarlo a Gobernación, como si la gobernabilidad fuera una responsabilidad de segunda?
¿A quién intentan engañar, con un relevo como el de Fernando Gómez Mont, al que vapulean durante una semana y luego obligan a renunciar, al que exponen al más humillante escarnio público y, sin el menor tacto político, despiden con elogios. Y además lo mandan a su despacho a litigar, en alusión a que nada le depara 2012?
¿A quién engañan, cuando sacan de la chistera a José Francisco Blake —perfecto desconocido, cuyo único mérito es ser amigo de Calderón y a quien no dejaban entrar a Los Pinos ni los “chicos” del Estado Mayor—, para llevarlo a Gobernación, como si la gobernabilidad fuera una responsabilidad de segunda?
¿A quién engañan, cuando la casa presidencial intenta vender —a los ojos ciudadanos— a Blake como el prohombre de la eficacia contra la violencia y la inseguridad; cuando antes lo quisieron meter como titular de la PGR? En el fondo, se confirma que tanto la PGR, como Turismo, Economía y Segob son nuevas sucursales de los pigmeos azules.
¿A quién engañan con el elogio fácil a Patricia Flores, cuando es voz popular que debió salir por su probada ineficacia y, sobre todo, porque la rebasó el poder desmedido que le dieron; cuando se convirtió en el principal obstáculo del “delfín” presidencial, Ernesto Cordero? Hoy resulta que era tan buena en lo suyo, que se llevará el premio mayor; la embajada de Portugal.
¿A quién engañan, cuando luego del elogio sin límite regresan a su cargo anterior a Gerardo Ruiz Mateos, ex secretario de Economía que brilló por su ineficacia, y al que devuelven a su silla de origen ¡porque hizo muy bien su trabajo!? Todos saben que en el cargo de virtual vicepresidente, Ruiz Mateos será el operador de la candidatura presidencial de Ernesto Cordero, convertido a partir de la mudanza de ayer, en el “delfín” de Calderón.
¿A quién engañan, cuando parece claro que el objetivo presidencial es “achicar” la estatura de los miembros del gabinete, para que nadie le haga sombra a su preferido, Ernesto Cordero? En tierra de enanos, el enano mayor es rey. No, no engañan a nadie.
En el camino
“El caso Wallace” no es una historia de “justicia personal”. Es ¡la historia! del coraje, valentía y amor de una madre; ciudadana que nunca se rindió ante la injusticia, que ridiculiza a los tres órdenes de Gobierno y a los Tres Poderes. Es el más reciente libro de Martín Moreno, periodista. Por cierto, si a esas vamos, la señora Wallace tiene más méritos en la lucha contra la violencia, que el señor Blake. ¿O no?
Síguenos en