México

A los quince se acaba...

¿Su nombre? Alfredo di Stéfano, un soberbio profesional que, genio al fin, cambió para siempre el futbol moderno

Si usted, amable lector que mis escritos sigue, cuenta con más de una sesentena de años y desde joven era aficionado al más popular de los deportes a nivel mundial que no es otro que el “soccer”, —conocido así con el nombre inglés que le dio origen y usado por los elitistas ciudadanos del mundo—, y simplemente como “futbol” por las grandes masas, con significativa inclusión de una particular y despectivamente denominada ironía por demás vulgar como la “perrier”, término afrancesado para referir, no a la sin par y tradicional agua gala gasificada, sino más identificada con el canino género referido en nuestro México como la “perrada”, recordará a un histórico personaje…

Sí, personaje histórico, fenomenal crack argentino de los años cincuenta y sesenta, que militó como figurón durante varias temporadas en el castizo club que es el Real Madrid.  ¿Su nombre?  Alfredo di Stéfano, un soberbio profesional que, genio al fin, cambió para siempre el futbol moderno.  Su palmarés le llevó a ser considerado incomparable, muy querido y admirado que al retirarse, el emblemático club de sus amores le nombró presidente de honor.

¿Y..?

Pues que siempre que hay un fuera de serie en el retiro, cargando muchos años a cuestas y con ellos la invaluable experiencia que dan sus historias y sus tiempos, resulta por demás interesante los conceptos que maneja para expresarse, en cuanto a recuerdos, anécdotas, criterios, opiniones y, lo más importante, consejos para las nuevas generaciones.

Recientemente en Madrid fue entrevistado y algunas de sus respuestas fueron: ¿Prefiere el futbol de su época o el actual?  —El de antes, porque jugaba; hoy tengo que conformarme con mirar—.

¿Qué me dice del alto precio de los fichajes? —Yo prefiero las divisiones inferiores, ya que son jugadores que se crean en el club con mucho arraigo—.
¿Ganan demasiado los futbolistas?  —¿Y el público no va a ver a los caballos ganadores?—
¿Un partido emocionante? —Contra el Boca; jugué de portero ganamos 1 a 0; porque nací con un balón en la cuna—.

¿Usted hizo cine? —Sí, rodé tres películas, pero no me atraía esa profesión porque mi cabeza estaba en el futbol, pero lo que sí me llamaba era el dinero—.
Ahora se habla mucho de crisis, ¿qué consejo daría a los jóvenes?  —Que cojan los libros, que no muerden, porque el futbol se acaba a los quince años—.

Y…  pensándolo bien

Y…  pensándolo bien, si un tango hay que dice que veinte años no es nada, quince, como lo dice Don Alfredo, lúcido como el que más pero apoyado en un bastón para caminar con sus lastimadas piernas, quince, repito, a no dudar que menos será.  Así…

Así, cuando ya no haya la fuerza para patear un balón, la cultura y la preparación son para toda la vida, no tirando al olvido QUE VALE MÁS MORIR APRENDIENDO QUE…  QUE VIVIR IGNORANDO…
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