Leones Negros: El equipo que nació grande
El paso de la UdeG a lo largo de los años ha sido de vaivenes, pero con un rico aporte al futbol tapatío
El Club Leones Negros de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y el periódico El Informador han compartido una relación simbiótica que ha perdurado a lo largo de los años. Desde su fundación en 1973, los Leones Negros se han convertido en un emblema del futbol tapatío, y su historia ha sido registrada en estas páginas.
Los Leones Negros nacieron en 1973 como un proyecto deportivo de la Universidad de Guadalajara, con la intención de fomentar el futbol en la comunidad universitaria y, al mismo tiempo, darle a la ciudad un equipo de Primera División que representara a su universidad. Desde el principio, El Informador fue una pieza clave en la difusión de las actividades del club, destacando en sus páginas los primeros logros y desafíos que enfrentaba el equipo. El apodo de “El equipo que nació grande” surgió precisamente de la cobertura mediática que El Informador y otros medios hicieron en los primeros años del club.
Los primeros años del equipo estuvieron marcados por una rápida ascensión en el futbol mexicano. En 1976, apenas tres años después de su fundación, los Leones Negros alcanzaron su primera final de liga, un logro que fue ampliamente cubierto por El Informador. Sin embargo, el equipo también ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo varios descensos. A lo largo de estas etapas difíciles, en estas páginas se ha documentado cada paso, registrando los altibajos del equipo y manteniendo a la afición informada sobre las luchas internas y los planes de recuperación.
Época dorada
La década de 1980 se considera la época dorada de los Leones Negros. Durante estos años, el equipo logró posicionarse como uno de los grandes del futbol mexicano de la mano de su capitán Jorge “El Vikingo“ Dávalos (foto).
Los bríos universitarios se renuevan bajo la administración de Raúl Padilla López, la política del futbol también se modifica e instala como presidente de la Comisión al arquitecto Jorge Enrique Zambrano Villa. El exrector contrataría los servicios del D.T. Alberto Guerra y es este entrenador quien le da a la Universidad de Guadalajara el campeonato de la Copa México el 23 de enero de 1991 contra el América con gol anotado por uno de los símbolos universitarios, Víctor Rodríguez.
El doloroso adiós
Después de la época dorada, los Leones Negros enfrentaron tiempos difíciles. El equipo descendió a la Segunda División en 1994, marcando el comienzo de una larga lucha por regresar a la élite del fútbol mexicano. Durante estos años, El Informador continuó siendo un aliado del equipo, documentando no solo los fracasos, sino también las esperanzas de regreso.
Un regresado anhelado
El ascenso de los Leones Negros a la Primera División en mayo de 2014 marcó el inicio de una nueva era para el equipo. Aunque el regreso fue breve, ya que descendieron nuevamente en 2015, el logro fue un testimonio de la resiliencia del club.
“En los últimos 12 años que a mí me ha tocado estar involucrado en este proyecto tan bonito que es el de los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara. Pues sí, hay muchas cosas que ahí están consignadas, varias finales, semifinales, por ahí de repente algunos goles extraordinarios que se han metido por parte de algunos jugadores, por supuesto el ascenso que ha sido, digamos, la parte más gloriosa de esta historia que a mí me ha tocado estar y que ahí han estado ustedes consignando todos estos acontecimientos”, platicó el Maestro Alberto Castellanos, presidente de los Leones Negros.
Íconos del club
A lo largo de sus 50 años de historia, los Leones Negros han producido una serie de jugadores que se han convertido en leyendas del fútbol mexicano. Desde Jair de Jesús Pereira, Belarmino de Almeida Jr. Nené, Roberto Da Silva y Eusebio de Jesús, pasando por Ignacio “El Cuate” Calderón, Rubén Anguiano, Ricardo Chavarín, Rafael “Chepe” Chávez, y Manuel Nájera, así como jugadores surgidos de su cantera como Jorge “El Vikingo” Dávalos, Luis Plascencia, Víctor “Tiburón” Rodríguez y Sergio “Cayo” Díaz, sin dejar de lado a Daniel Guzmán, Alfonso Sosa y Octavio Mora.
Relación simbiótica
La relación entre los Leones Negros y El Informador va más allá de una simple cobertura periodística.
Como menciona Alberto Castellanos, el acceso a la hemeroteca de El Informador ha sido crucial para el club, no solo para documentar su historia, sino también para planificar su futuro.
“Mucha de la información que a la que nosotros nos referimos constantemente para definir algunas fechas históricas, andamos buscando precisamente en El Informador en su hemeroteca algunos datos para poder precisar. Algunos homenajes o el reconocimiento, algunas personas que de repente a lo mejor a través de la historia a nosotros se nos ha pasado documentar, y siempre El Informador es una fuente que nos salva, porque finalmente, por toda su historia, ahí tienen registrados todos los acontecimientos más importantes y desde el nacimiento de Leones Negros a la fecha”, dijo.