Jalisco
Y sin hacer gestos
Los informes del rector de la Universidad son francamente irrelevantes
Los informes del rector de la Universidad son francamente irrelevantes, salvo para los consejeros de la casa de estudios. El único informe de un rector de la UdeG digno de recordarse fue el primero de Carlos Briseño, y por supuesto no por lo que dijo, sino por los asistentes y los ausentes. Estuvieron el gobernador del Estado, Emilio González Márquez; el cardenal Juan Sandoval; la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, y los gobernadores de Nayarit, Ney González; de Puebla, Mario Marín, y de Colima, Silverio Cavazos (puro de misa de ocho, diría Don Germán). No estuvieron ni Raúl ni Trino Padilla, lo que significó la primera señal de rompimiento con el grupo.
A juzgar por la campaña en medios electrónicos, el informe será sobre lo que es la Universidad, no sobre lo que se realizó en el año, pues lo que se presume es lo que se hizo antes y lo que no está hecho: el Teatro Diana, el Auditorio Telmex, la Biblioteca Juan José Arreola, la FIL, el museo por venir. De lo que no va a hablar el rector es de lo que realmente pasó, el conflicto con el Gobierno que marcó al año pasado. Más aún, ahí estará, presidiendo, el gobernador del Estado, al mismo que nombraron como non grato, al que acusaron de ser enemigo público de la Universidad y a quien tacharon de ignorante. Así es la política, por eso nunca hay que tomar en serio lo que dicen.
Si el conflicto fue lo trascendente para la vida universitaria desde marzo hasta diciembre, lo que uno esperaría es que el rector informe cuál es su evaluación de la política adoptada; qué ganó y qué perdió la institución en ese periodo; cuánto se gastó y cuánto se desgastó la Universidad. Pero eso es lo único que no vamos a oír. Lo que dirá el rector, como en todos los informes, son una serie de cifras inconexas comparadas con el periodo de conveniencia, aunque haya que remontarse a 1930 para que el resultado sea positivo. Pero lo más interesante, sin duda, será ver el aplauso de la comunidad universitaria al gobernador, pues aunque frío y forzado, no lo podrán evitar.
Será una demostración colectiva del arte de la política, aquello de comer miércoles a cucharadas, sonrientitos y sin hacer gestos.
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