Jalisco
¿Y nosotros qué?
En esta guerra entre poderes, los constituidos y los fácticos, los grandes ausentes somos los ciudadanos
Cuando uno observa desde la barrera los asuntos presupuestales del Congreso y los gobiernos municipales y estatales, uno no puede mas que recurrir a la candidez del ex presidente con botas y preguntar “¿y nosotros qué?”, aunque la respuesta sea obvia, hiriente y desmoralizadora.
Los diputados se lanzaron a repartir el presupuesto como si fueran cartitas. Más allá de si la redistribución que propusieron los señores diputados es correcta o incorrecta, si su presupuesto es mejor o peor que el del Ejecutivo, este es un juego tonto que no lleva a ningún lado. ¿De qué sirve poner en el papel 700 millones de pesos más para la UdeG o 200 millones más para los Hospitales Civiles (el Congreso se convirtió en el departamento de cobranza de la Universidad) si no hay un acuerdo previo con el Gobierno?
A nadie le preocupa si el presupuesto tiene alguna relación, aunque sea distante, con el Plan Estatal de Desarrollo y si lo que propone el Gobierno tiene coherencia con las necesidades de las regiones. Los diputados redistribuyen arbitrariamente y el gobernador ejercerá sin duda el derecho de veto. Al final, lo único que habrá ganado el Congreso será un par de primeras planas, una fama de gestor caro de la UdeG, y poco más.
Por el otro lado, el gobernador vetó el alza del Impuesto Predial en Guadalajara, una burrada monumental del Gobierno del Estado. El argumento es que no se justificó ni estudió suficiente el impacto. No tengan duda, señores del Gobierno del Estado, por supuesto que hay un impacto social con el incremento del predial, tal como lo hubo en los municipios que el año pasado, Tlajomulco por ejemplo, aumentaron su predial. El predial es la única fuente de ingresos propios que tienen los municipios. Vetar la Ley de Ingresos de Guadalajara es limitarlo, ponerle piedras en el camino. El gobernador no nos está defendiendo a los ciudadanos del maligno enemigo, lo que está haciendo es reducir la capacidad de maniobra del Gobierno de Guadalajara, o dicho de manera más burda, evitar lo más que puedan que Aristóteles Sandoval tenga dinero para el próximo año. Punto.
En esta guerra entre poderes, los constituidos y los fácticos, los grandes ausentes somos los ciudadanos. El presupuesto se ve como un asunto de la clase política y se lo arrebatan entre ellos sin la más mínima consideración de los ciudadanos. Ahora sí que parafraseando a Fox: ¿y nosotros qué?
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