Jalisco

Y las afectaciones viales no llegaron

Las rutas alternas por el cierre de la Avenida Alcalde funcionaron según lo previsto por autoridades

GUADALAJARA, JALISCO (21/FEB/2015).- Las máquinas finalmente se echaron a andar. Los cuatro carriles de la Avenida Alcalde fueron cerrados a la circulación, desde la calle Angulo hasta Ávila Camacho, para dar secuencia a las obras de la Línea 3 del Tren Eléctrico.

Y el desconcierto que se preveía fue mínimo. La acumulación de vehículos en las rutas alternas tampoco rebasó la expectativa de las autoridades.

En el día uno del cierre de la arteria que atraviesa de Sur a Norte el Centro Histórico de Guadalajara, decenas de “curvitas” y agentes viales recorrieron la zona en obras para tratar de agilizar el tráfico. Su ejercicio consistió, además, en entregar papeletas con croquis en los que se explica la modificación de rutas del transporte público.

Desde las siete de la mañana, pocos eran los usuarios que esperaban en las paradas de la avenida. Aunque sí había algunos despistados.

María Guadalupe Sierra era una.

— ¿Y a qué hora pasa el camión, oiga?

— ¿Cuál toma? ¿No le dijeron que ya iban a cambiar las rutas?

— No. Llevo un buen rato aquí. Ya no llegué al trabajo.

A las 7:20 horas, un oficial le entregó una papeleta. Esperaba la ruta 275-B sólo dos cuadras después de la desviación.

— Y sí veía que se iban pa´ otro lado (por Angulo), pero no se me ocurrió acercarme.

Raúl Plazola también recibió una impresión. Él esperaba su camión de la ruta 258-A en la esquina de Herrera y Cairo, también para irse al trabajo. Pero en poco le afectó el cambio; acaso debe caminar dos cuadras más y demoró entre 10 y 15 minutos adicionales para alcanzar su destino.

“Quizá es porque la gente hoy no viene al Centro”, supone. “Es que es viernes; diario está más calmado el viernes. A ver cómo nos va el lunes”.

Edith Rivera, la directora de Transporte Público de la Secretaría de Movilidad, acudió a la zona en obras para supervisar la entrega de volantes. También supuso que el tráfico sería pesado, y así lo dijo en varias entrevistas.

Al final no ocurrió así; el reporte que recibió fue de afectaciones leves o regulares, pero nada más.

La inconformidad, ahora, está en los vecinos de las calles por las que circularán las rutas desviadas. Porque allí habrá más tráfico pesado durante, al menos, cuatro meses.

“Y no está bien dormir a tres metros de donde pasan y pasan camiones desde las cinco de la mañana”, concluye Marisela Medina, una vecina molesta porque la desviación está en la calle en la que vive.
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