Jalisco
Voluntarios mantienen operaciones de centro de acopio de Cruz Roja
El coordinador informa que de 70 personas que laboran en el lugar sólo ocho son coordinadores y los demás voluntarios
Los alimentos llegan de la misma forma que los víveres para los afectados por las lluvias en el Estado: donados. Los de ahora vienen de parte de un puesto de tacos de la zona comercial en la calle Álvaro Obregón. El menú contiene papas con chorizo, rajas con queso y granos de elote, y frijoles enchilados; un manjar para las personas que laboran de 8 a 10 horas diarias soportando el sol, la lluvia y los kilos de ayuda acumulados en la columna vertebral.
Los tacos son degustados por Adrián, quien es voluntario fijo de la Cruz Roja, y que abrió las rejas que mantenían cercado el terreno adaptado como centro de acopio en la calle Independencia al cruce con Humbolt; según él, es "el padrino".
Adrián colabora con la institución desde la recolección de víveres para los damnificados por el terremoto en Haití, cuando tenía 13 años de edad, ahora tiene 21. Se acerca la cabina de la Cruz Roja y pide una botella de agua, "se me doblan las piernas del cansancio", dice mientras se acomoda la gorra que lo protege del sol, pareciera, sin éxito; así lo demuestra su rostro maltratado por sus rayos. "No hacía nada en mi casa, no más andar en la calle de vago".
Trabaja nueve horas diarias en el lugar, desde las 10:00 horas hasta las 19:00, todos los días. "Yo veo que hay gente que no tiene nada qué comer, que no tiene cosas porque el agua se las llevó, yo veo las noticias y pienso porqué la gente que anda de vaga no ponen un granito de sus manos para venir a ayudar".
No le importa que haya días en los que no tiene nada qué comer, "no queda de otra más que seguir trabajando"; sin embargo, celebra que cada día haya más voluntarios y que personas como Fabiola Chávez le traigan un taco.
A Fabiola la mandó su patrona para organizar la taquiza en el centro de acopio. Sin importar el sol y el calor abrazador, o la incomodidad del piso de tierra, ella carga con una sonrisa las mesas, el garrafón con agua de jamaica y las cazuelas con guisos y tortillas. "Es unas satisfacción muy grande, porque no más los voluntario nos vieron y dijeron `ay, ahí viene la comida´, muy contentos".
Ahora trae tacos para 100 personas, quiere que todos alcancen. "Mientras haya comida vamos a traerles de comer para ayudar".
"Voluntarios vienen a apoyar, no a convertirse en una carga"
De acuerdo al coordinador del centro de acopio de la Cruz Roja Guadalajara, Javier Moreno, actualmente los cerca de 70 voluntarios mantienen en pie las operaciones del lugar, debido a que son apoyados sólo por ocho colaboradores fijos de la institución.
"Tenemos que luchar contra las necesidades de los voluntarios, porque ellos vienen ayudar. Si llega la hora de la comida y el voluntario piensa que viene para que le den de comer, se convierten en una carga adicional, y no existe un presupuesto para eso".
Moreno indica que grupos scout, empresariales o religiosos se suman a las actividades y ofrecen su tiempo y esfuerzo, "con esa excepción de que no se trata de pedir algo a cambio".
La frase
"Si mi gente no come, yo no como": Javier Moreno, coordinador del centro de acopio de la Cruz Roja Guadalajara.
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