Jalisco
Viven navidad con Sueños y Esperanzas
Niños de casa hogar Sueños y Esperanzas celebran fiestas decembrinas bañados en pintura y brillantina
Durante todo diciembre los pequeños de Sueños y Esperanzas han iniciado sus actividades relacionadas con la navidad y el año nuevo, pues según Daniela Figueroa, asistente general que se encarga de seguir los casos de trabajo social en esta asociación, "este mes todos los días son de posada". Son cerca de 50 niños y niñas que, gracias a las personas que realizan donaciones, festejan entre fiestas, regalos y amigos.
Esta asociación brinda un hogar temporal a bebés recién nacidos y hasta 10 años que son víctimas del maltrato o abandono. Delegan sus expedientes y buscan reintegrarlos a su familia; si a través de estudios psicológicos y trabajo social descubren que la situación en casa no es la mejor, piden la patria potestad y si ganan, los niños se pueden dar en adopción.
Mientras tanto viven en la casa hogar de la asociación, ubicada en la calle Santo Tomás de Aquino. Allí viven, duermen, comen y se visten, también los llevan al doctor y a escuelas públicas cerca de la zona y toman clases extra, de jazz, flamenco, tae kwon do y natación, todo esto gracias a donaciones específicamente particulares.
La fundadora, Gloria Erika Cid Galindo, busca la manera de que la gente se motive a apoyar para que la casa crezca poco a poco. Antes iba a otra casa hogar y veía que los niños se iban y que los que se quedaban no recibían la mejor atención. Por eso en 2005 decidió inaugurar una casa donde se atendiera con más cariño a sus residentes.
Inició con 10 niños, ahora albergan cerca de 50. Para el cuidado de ellos cuentan con una trabajadora social, 29 niñeras en diversos turnos, psicóloga, procuradora de fondos, cocinera, dos personas de limpieza, chofer y un asistente. También ingresan ciudadanos que llegan a ofrecerse en voluntariado para incentivar las muestras de afecto, dándoles de comer a los pequeños, ayudando con el biberón para los bebés o simplemente compartiendo su tiempo con los pequeños.
Así también los donadores tienen la oportunidad de convivir con ellos. En diciembre los invitan a conocer las empresas que ofrecen su apoyo económico o en especie y también reciben las cartitas que los niños escriben para el Niño Dios.
El día 23 todo el personal se sienta al comedor con los 50. Las niñeras de todos los turnos se reúnen para compartir la cena un día antes de navidad. Conviven un rato y los llevan a dormir. Al otro día, el primero en madrugar saldrá corriendo a buscar su regalo, y así sucesivamente. En la casa de Sueños y Esperanzas se viven las fiestas decembrinas con gozo y mucho cariño.
EL INFORMADOR / RUBÉN GIL
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