Jalisco
Viven miércoles de deporte, devoción, show y caos vial
Cinco eventos masivos en todos los ámbitos convergieron ayer en la ciudad, convirtiéndose en una jornada inédita
GUADALAJARA, JALISCO (27/OCT/2011).- Juan Mendoza no acudió ayer a la clase de Derecho porque prefirió ver por televisión el partido de México contra Costa Rica, donde se disputaba el pase a la final de los Panamericanos. No fue al Estadio Omnilife porque “lo mejor era quedarse en casa a ver todo por televisión”.
La profecía decía que Guadalajara iba a colapsarse ante la celebración de cinco eventos masivos, pero sólo se registraron congestionamientos severos en algunos de éstos por la tarde-noche, principalmente en el Centro. Y es que ayer se celebraron los partidos de futbol de México contra Costa Rica en los Panamericanos, el encuentro Chivas-Tigres en el Estadio Jalisco, la llegada de las reliquias de Juan Pablo II, las tradicionales Fiestas de Octubre y el concierto del grupo Maná en el Estadio 3 de Marzo.
Los primeros, quizá los más desordenados, fueron los miles de católicos que desde las 15:00 horas hicieron de uno de los carriles de la Avenida 16 de Septiembre su zona peatonal, en la Catedral. El motivo era ver las reliquias de Juan Pablo II.
Las filas para ver las pertenencias del finado vicario de Cristo eran largas y escandalosas. Unos gritaban “¡Juan Pablo, Segundo, te quiere todo el mundo!”. Otros, en su mayoría personas de la tercera edad con paraguas en mano, rezaban el rosario ante un Sol abrazador. La mayoría cuidando que nadie se metiera en la fila. Mientras, los cruces de las calles de Hidalgo y Alcalde estaban congestionados de automovilistas con cara de estresados.
La zona céntrica lució afectada en la vialidad, sobre todo por la noche, cuando la asistencia de fieles obligó a cerrar Alcalde para que la comitiva de las reliquias se trasladara a la Basílica de Zapopan.
Los mejor portados fueron los automovilistas que van a las sedes panamericanas. Aunque las vialidades se saturan de camiones que van de los Park & Ride a los complejos deportivos, el congestionamiento es sólo momentáneo. Eso se pudo ver en las inmediaciones del Estadio Omnilife, donde México consiguió su pase a la final de futbol varonil; el mismo fenómeno que se apreció en el complejo de voleibol (situado en Ávila Camacho casi con Avenida Patria) donde continúan las eliminatorias para conocer al campeón de la disciplina en Guadalajara 2011.
En el partido de las Chivas en el Jalisco, en fecha doble del futbol mexicano, el estadio lució a menos de 30% de su capacidad. Fidel Velázquez y Calzada Independencia lucieron con el tráfico congestionado, pero no caótico.
Y por último, la vialidad a probar en esta jornada de eventos masivos fue la Avenida Patria. En el Estadio 3 de Marzo la agenda marcaba el regresó en concierto del grupo tapatío Maná. Hasta la hora del cierre de edición, la avenida que hace un circuito por la zona metropolitana “aguantó” el embate del tráfico vehicular.
Desde las 17:00 horas y hasta poco antes de las 19:00, la gente fue llegando al estadio. Se pudo observar que muchas personas fueron arribando en transporte público ya con boleto en mano. Otros, aunque no pocos, fueron aparcando sus automóviles en el estacionamiento de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Mientras, agentes viales trataban de que la profecía de “Guadalajara colapsada” no se cumpliera.
La profecía decía que Guadalajara iba a colapsarse ante la celebración de cinco eventos masivos, pero sólo se registraron congestionamientos severos en algunos de éstos por la tarde-noche, principalmente en el Centro. Y es que ayer se celebraron los partidos de futbol de México contra Costa Rica en los Panamericanos, el encuentro Chivas-Tigres en el Estadio Jalisco, la llegada de las reliquias de Juan Pablo II, las tradicionales Fiestas de Octubre y el concierto del grupo Maná en el Estadio 3 de Marzo.
Los primeros, quizá los más desordenados, fueron los miles de católicos que desde las 15:00 horas hicieron de uno de los carriles de la Avenida 16 de Septiembre su zona peatonal, en la Catedral. El motivo era ver las reliquias de Juan Pablo II.
Las filas para ver las pertenencias del finado vicario de Cristo eran largas y escandalosas. Unos gritaban “¡Juan Pablo, Segundo, te quiere todo el mundo!”. Otros, en su mayoría personas de la tercera edad con paraguas en mano, rezaban el rosario ante un Sol abrazador. La mayoría cuidando que nadie se metiera en la fila. Mientras, los cruces de las calles de Hidalgo y Alcalde estaban congestionados de automovilistas con cara de estresados.
La zona céntrica lució afectada en la vialidad, sobre todo por la noche, cuando la asistencia de fieles obligó a cerrar Alcalde para que la comitiva de las reliquias se trasladara a la Basílica de Zapopan.
Los mejor portados fueron los automovilistas que van a las sedes panamericanas. Aunque las vialidades se saturan de camiones que van de los Park & Ride a los complejos deportivos, el congestionamiento es sólo momentáneo. Eso se pudo ver en las inmediaciones del Estadio Omnilife, donde México consiguió su pase a la final de futbol varonil; el mismo fenómeno que se apreció en el complejo de voleibol (situado en Ávila Camacho casi con Avenida Patria) donde continúan las eliminatorias para conocer al campeón de la disciplina en Guadalajara 2011.
En el partido de las Chivas en el Jalisco, en fecha doble del futbol mexicano, el estadio lució a menos de 30% de su capacidad. Fidel Velázquez y Calzada Independencia lucieron con el tráfico congestionado, pero no caótico.
Y por último, la vialidad a probar en esta jornada de eventos masivos fue la Avenida Patria. En el Estadio 3 de Marzo la agenda marcaba el regresó en concierto del grupo tapatío Maná. Hasta la hora del cierre de edición, la avenida que hace un circuito por la zona metropolitana “aguantó” el embate del tráfico vehicular.
Desde las 17:00 horas y hasta poco antes de las 19:00, la gente fue llegando al estadio. Se pudo observar que muchas personas fueron arribando en transporte público ya con boleto en mano. Otros, aunque no pocos, fueron aparcando sus automóviles en el estacionamiento de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Mientras, agentes viales trataban de que la profecía de “Guadalajara colapsada” no se cumpliera.
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