Jalisco

Veteranos de la Cruz Roja, comprometidos con la vida

Jubilados y pensionados dedican su tiempo libre en ayudar a la Benemérita Institución

GUADALAJARA, JALISCO (15/ENE/2017).- Apiladas en un cuarto al final del primer piso de las instalaciones de la Cruz Roja de Guadalajara, miles de alcancías esperan su turno para ser reparadas por Faustino Ventura, quien puede dedicar hasta once horas diarias a la detallada labor.

Pero el tiempo a Faustino no le pesa. Le basta saber que con cada bote que arregle y deje listo para la colecta del siguiente año estará ayudando a la causa principal de la Cruz Roja: salvar vidas y ayudar a quien lo necesite.

Ahora, en la oficina de veteranos que está en otra parte del edificio, a Faustino la emoción se le desborda por los ojos cuando habla de lo que significa ser voluntario, labor que ha realizado en la Cruz Roja durante más 50 años.

“Inicié el 1 de marzo de 1966. Me mueve ser humanitario, dar a alguien que necesite algo (…) Mi labor es reparar alcancías, hacer ‘cuenteo’, depósitos, ir a botear, recolectar monedas a cualquier servicio que nos manden, de emergencias. No hay horario para entrar o salir, es libre, no percibimos sueldos”.

Como un hombre jubilado tras haber trabajado en distintas empresas, principalmente de ropa, Faustino dice que ahora tiene más tiempo para estar en el voluntariado: “Si lo nombran a uno para ir a un ciclón o desastre tenemos que estar preparados”.

Margarito Jiménez está a su lado. Cuenta que a los 17 años se hizo bombero y a los 23 años entró a la Cruz Roja, donde ha desempeñado distintas funciones desde hace 45 años.

“Es una plenitud, un orgullo servir al prójimo, nosotros salvamos vidas y no tenemos ningún interés. Nos estamos capacitando arduamente pese a la edad, hacemos simulacros, tenemos certificaciones, nos otorgan muchas bondades, alicientes para seguir en esta lucha”, comenta con una sonrisa y el pecho alzado en señal de orgullo.

Sentado en un escritorio donde muestra los recortes y reportes que hace, Margarito comenta que durante 15 años manejó una ambulancia, pero tuvo un accidente en una pierna y ya no pudo seguir en ese puesto: “Estoy pensionado y podría quedarme en mi casa pero no, busco la manera de seguir activo, tengo la ‘capacidad diferente’ como le dicen ahora pero aquí mismo uso mi inteligencia (...) tengo que estar al pendiente de todos los servicios de relevancia, mi trabajo es interesante”.

Más de 400 voluntarios tiene la Cruz Roja en Jalisco

José Luis Mora, coordinador estatal de veteranos, informa que en total son 400 veteranos de la Cruz Roja en el Estado, 47 de ellos en Guadalajara. “Veterano es todo aquel elemento que tiene más de doce años en servicio. Nada causa más placer que ayudar a una persona y que te dé las gracias de corazón, que se te acerque y te diga ‘que Dios te bendiga’, es una sensación que no puedo explicar”.

Mora lleva 20 años en la Cruz Roja, a la que se unió luego de ver una exhibición de miembros que lo dejó impresionado. “Cuando ayudas a alguien te ayudas a ti mismo, la necesidad de ayudar yo creo que naces con eso”.

El coordinador se vale de su memoria para contar algunas experiencias que lo han dejado boquiabierto, como la ves que dieron servicio a un joven que había tenido una sobredosis.

“Prácticamente lo revivimos, verlo caminar y ver que salvaste una vida es muy hermoso, hacer las cosas sin el interés económico”.

Explica que impulsa dos programas, uno en donde cada quince días llevan un refrigerio a familiares de hospitalizados en distintos centros de salud y el plan contra el frío, que consiste en captar y entregar ropa en el periodo invernal.

“Recibimos donativos en especie, tenemos la oportunidad de entregar 500 paquetes de comida en las clínica 14, 110, Hospital Civil Nuevo y Viejo. Personas que quieran donar deben ponerse en contacto con un servidor. Sobre la ropa el único requisito es que sea limpia y funcional”. Ante la preocupación por los donativos, adelanta que planean arrancar la colecta de 2017 con una carrera deportiva.

LA HISTORIA
Los jubilados y su gran contribución

María Lucina Bravo, directora del Centro Integral de Rehabilitación Infantil mejor conocido como Ciriac -un lugar que atiende a niños, jóvenes y adultos con parálisis cerebral- recuerda que la iniciativa surgió de tres matrimonios con hijos con parálisis que no encontraban un modelo de atención adecuada para ellos.

“Iniciamos hace 30 años en una pequeña casita. Ahora estrenamos nuevas instalaciones en El Fortín, un terreno dado en comodato por el Gobierno del Estado. Tras nueve años en construcción, en agosto pasado pudimos cambiarnos a nuestras nuevas instalaciones. Lo importante es que tiene las normas de accesibilidad para que los muchachos puedan movilizarse dentro de la institución y tener un trabajo más eficiente”.

Luciana Bravo comparte que desde hace años reciben ayuda de voluntarios, aunque no tienen muchos porque es una labor muy exigente que requiere compromiso por parte de los interesados.

La directora del centro señala que tienen diez voluntarios con los que firman un modelo de acción donde se especifica que no es un trabajo y ellos regalan su tiempo: “El perfil del voluntario que tenemos nos ha sorprendido, son hombres en edad de estar pensionados, hacen trabajo en atención directa con los beneficiados, les dan sus alimentos a la hora del refrigerio, los apoyan en clases, los trasladan a sus terapias, los cambian para entrar a la piscina de rehabilitación... los jubilados nos han resultado excelentes voluntarios”.

Bravo explica que tratan de conocer a los voluntarios para saber si son confiables, ya que les abren las puertas de la institución: “Los diez voluntarios para nosotros es un número muy bueno porque muchos llevan varios años. Es un voluntariado permanente y no nos fallan ni en tiempos ni en horarios, si van a salir de vacaciones o se enferman nos avisan”.

Detalla que por ejemplo, algunos van tres veces a la semana, otros dos veces, e incluso algunos hacen de 40 a 60 horas de labores  en el horario escolar de los niños: “Para nosotros es muy valioso por la calidad y responsabilidad de lo que hacen. Atendemos 110 niños con parálisis cerebral, con una discapacidad severa, tenemos 57 personas trabajando de tiempo completo, pagados, con sus prestaciones, los niños son atendidos en área educativa y de rehabilitación”.

María Lucina acepta que un día sin voluntarios sería muy complicado, porque esa fecha los menores no recibirían su atención completa. La directora dice que también está el aporte económico, porque sin ellos y los prestadores de servicio social subirían los gatos. “Ahorita el costo de atención por niño de de seis mil 500 al mes, pero se les da beca de 90% de los alumnos porque es muy difícil pagarlo, sin el voluntariado indudablemente subiría el costo de atención”.

La líder del proyecto considera que la motivación de los voluntarios es darse cuenta que que realizan una labor indispensable para otro ser humano, ya que si ellos no van ese día y a esa hora un niño no va a recibir el servicio que le brinda. “Me imagino que cuando llegas a jubilado sientes que ya no vale igual el tiempo, pero ellos han descubierto que para otro ser humano ese tiempo es muy valioso. Antes que nada, veo su satisfacción de ayudar a otra persona, es muy bonito verlos ponerse un disfraz, ayudando, haciendo cosas por alguien que no es un familiar”.

EL IJAS REVISARÁ LA MISIÓN DE ORGANISMOS REGISTRADOS
Jóvenes y mujeres también ponen el ejemplo

A nivel nacional, los jóvenes y mujeres se han convertido en parte fundamental de los organismos de asistencia social, señaló María Luisa Urrea, titular del Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS).

“Las mujeres encabezaban este tipo de actividades, pero también ya participan hombres y cada vez hay más jóvenes, a quienes les gusta mucho comprometerse en cuestiones ambientales, de ciencia, estamos teniendo un impulso muy importante de ellos”.

Adelantó la funcionara que está entre sus planes a corto plazo revisar cada una de las organizaciones registradas en el IJAS y hacer visitas para actualizar los enfoques. “Considero que muchas deberían trabajar en conjunto porque tienen el mismo fin, validar el objetivo para el que fueron creadas, su existencia, la meta y visión”.

EDUCACIÓN ESPECIAL
“Es cuestión de enamorarse de las causas”

Marcela García de Alba, de desarrollo institucional de la Fundación de Apoyo para la Educación Especial (FAEE), que este año recibió el Premio IJAS en la categoría de Institución del Área Metropolitana, consideró que para ser voluntario la gente debe enamorarse de las causas. “Te tiene que encantar el proyecto en el que estés. Igual no recibes una remuneración económica, pero el beneficio de apoyar al otro creo que es mejor”.

Explicó que así les pasó con la voluntaria que trabaja con ellos desde hace seis años, de 18 que tiene la institución: “Se fue enamorando del proyecto y ahora está en el área administrativa, nos apoya en la gestión”.

García de Alba indicó que les faltan voluntarios, pero han tenido problemas con los horarios porque muchos de los jóvenes interesados sólo pueden los fines de semana. “Estamos abiertos a los que quieran entre semana. Los requisitos es que tengan una entrevista e inducción y de acuerdo con sus aptitudes veríamos en donde pueden ayudar”.

Marcela García recordó que FAEE es una fundación que trabaja con niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual. “De las 8:00 horas a las 17:00 horas  los atendemos por medio de talleres , buscamos que con eso sean más independientes dentro de su entorno. Somos 20 personas, atendemos a 42 chicos y nuestra voluntaria en el área administrativa”.

FALTA DE SOLVENCIA ECONÓMICA ES UNO DE LOS PRINCIPALES FACTORES QUE INHIBEN EL ALTRUISMO
Si ayudan, tienen una mejor calidad de vida

El organismo Jalisco Cómo Vamos y Corporativa de Fundaciones presentaron en noviembre de 2016 el resultado de la encuesta de voluntariado y donaciones en Guadalajara, con la intención de analizar cuánto dinero donaba la gente, cuánto tiempo invertía y cuál era su nivel de confianza en las instituciones.

En la pregunta “¿Qué es lo que hace a un buen ciudadano?”, la respuesta más popular fue “Ayudar a personas que estén en peores condiciones que la propia”. “La solidaridad es un concepto que tenemos bien instalado en la piel, lo malo es que eso pasa por dos condiciones: la disposición de ánimo, ésa que refulge cuando las deudas no nos atosigan, y por cierta capacidad de dar que tiene que ver con la cartera”, mencionó  Augusto Chacón durante presentación de resultados.

Un dato que resaltó de la encuesta fue que los tapatíos que realizaban trabajo voluntario fueron los que reportaron una mejor calidad de vida, además, Chacón dijo que la calidad de vida reportada también fue mayor en quienes confían en las instituciones: “La siguiente conclusión pudiera ser incontrovertible: la solidaridad, la confianza y hacer por las y los demás, producen beneficios de ida y vuelta”.

El director de Jalisco Cómo Vamos añadió que los encuestados reportaron una menor confianza en las instituciones como partidos políticos, sindicatos y gobierno estatal, quienes liberaron la mayor percepción de desconfianza.

LA FRASE

"Si un voluntario dice que va a ir todo el mes a una hora, a esa hora tiene que ir, es un compromiso, (...) porque le vamos a destinar una actividad que nadie más va a hacer".

María Lucina Bravo, directora del Ciriac


 

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