Jalisco
Vecinos de Los Silos, cansados por falta de agua
La empresa responsable de Los Silos no ha resuelto el problema; el Ayuntamiento de Tlajomulco busca soluciones
fraccionamiento Los Silos, en Tlajomulco de Zúñiga, ya les ha “hartado” que la solución definitiva a su problema prioritario: el abasto ininterrumpido de agua potable, no llegue.
Es una de las no pocas vivencias que ha experimentado el académico Fernando Fernández Pérez-Rulfo, arquitecto y académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), quien desde hace tiempo ha estado involucrado en los programas coordinados con el Ayuntamiento de Tlajomulco para buscar solución a las carencias de miles de habitantes que eligieron solicitar su crédito de vivienda y destinarlo a la compra de una casa en ese complejo habitacional, espacio que no ha logrado trascender a su condición de irregular.
“El agua debe ser para todos, es una necesidad vital. Ya estuvo bueno de reuniones y visitas: la gente está harta de reuniones y necesita respuestas concretas”, expone el también académico del departamento de Hábitat de la Universidad Jesuita, quien a su vez refiere que ha habido una gran aceptación ciudadana durante sus incursiones a Los Silos. Pero la paciencia, agrega, hoy se ha terminado y éstos demandan resultados con mayor insistencia que antes.
Y mientras el clamor ciudadano crece, el diálogo con el fraccionador de Los Silos, Arturo Cordero, no pasa de la recepción y de una constante negativa de su secretaria: “No está; ya le avisamos que lo buscan”.
El problema, agrega el experto, es que el tiempo continúa su paso y las secuelas por dejar de prestar atención a los miles de habitantes (entre tres y seis mil) son inminentes. “Hay un proceso de deterioro del fraccionamiento y una descomposición social evidentes”.
TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA, JALISCO (01/AGO/2013).- Pese a la disposición y trabajo de la autoridad municipal y los especialistas académicos, a la gente que habita el
Es una de las no pocas vivencias que ha experimentado el académico Fernando Fernández Pérez-Rulfo, arquitecto y académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), quien desde hace tiempo ha estado involucrado en los programas coordinados con el Ayuntamiento de Tlajomulco para buscar solución a las carencias de miles de habitantes que eligieron solicitar su crédito de vivienda y destinarlo a la compra de una casa en ese complejo habitacional, espacio que no ha logrado trascender a su condición de irregular.
“El agua debe ser para todos, es una necesidad vital. Ya estuvo bueno de reuniones y visitas: la gente está harta de reuniones y necesita respuestas concretas”, expone el también académico del departamento de Hábitat de la Universidad Jesuita, quien a su vez refiere que ha habido una gran aceptación ciudadana durante sus incursiones a Los Silos. Pero la paciencia, agrega, hoy se ha terminado y éstos demandan resultados con mayor insistencia que antes.
Y mientras el clamor ciudadano crece, el diálogo con el fraccionador de Los Silos, Arturo Cordero, no pasa de la recepción y de una constante negativa de su secretaria: “No está; ya le avisamos que lo buscan”.
El problema, agrega el experto, es que el tiempo continúa su paso y las secuelas por dejar de prestar atención a los miles de habitantes (entre tres y seis mil) son inminentes. “Hay un proceso de deterioro del fraccionamiento y una descomposición social evidentes”.
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