Jalisco
Valoran habilitar espacios de estacionamiento en Avenida La Paz
Dentro de las principales áreas comerciales y con actividad nocturna en Guadalajara, Chapultepec concentra 40% del déficit en cajones para aparcar
GUADALAJARA, JALISCO (15/JUN/2011).- El corredor Chapultepec y sus zonas adyacentes concentran 40% del déficit en materia de estacionamientos que tiene detectado el
Ayuntamiento de Guadalajara, según un estudio elaborado sobre las principales áreas comerciales y con actividad nocturna en el municipio.
Es por ello que esta dependencia municipal en conjunto con la Secretaría de Vialidad y Transporte de Jalisco, analizan la posibilidad de habilitar cajones en los flancos de Avenida La Paz, donde puedan ser acomodados los vehículos en batería.
La Unidad Departamental de Estacionamientos encontró que las áreas del Subdistrito 2 Minerva (el Poniente de la ciudad, donde se encuentra Providencia y la zona de la glorieta del mismo nombre), del Mercado Libertad o San Juan de Dios (que también considera a las calles de Obregón y Medrano, en las cercanías), y el corredor Chapultepec (con vialidades próximas como López Cotilla), presentan en conjunto un déficit de tres mil cajones para la afluencia de personas que registran.
De estos tres mil cajones, precisa el jefe de la Unidad Departamental de Estacionamientos, José Avelar Becerra, 40% corresponde a la problemática del corredor Chapultepec, principalmente durante los fines de semana, por tratarse de un espacio que se ha venido consolidando como una Zona Rosa con una presencia importante de restaurantes, cafés y bares.
Sobre la propuesta de permitir el estacionamiento de vehículos en La Paz, comenta: “Hemos estado en pláticas, aún no está aterrizado. Es un proyecto que el mismo municipio lo propuso, pero esperamos que a la brevedad sea autorizado para poder resolver esta problemática”.
Esta Unidad Departamental se encarga de vigilar la prestación de los servicios de valet parking en el municipio. Se estima que 90% de los giros en el corredor Chapultepec recurren a una empresa del ramo para ofrecer esta opción a sus comensales.
Por obligación, los titulares de una licencia de giro deben cumplir con el número de cajones que les corresponde según la superficie de su establecimiento (la fórmula se establece en el Reglamento de Zonificación, otra variable es el uso de suelo), cuando les es imposible cumplirlo, entonces deben dar una aportación a un fideicomiso cuyos fondos deben servir para la construcción de estacionamientos (el 16 de abril de 2010 se informó que contaba con un millón tres mil 762 pesos).
Proponen retirar licencia a bares que violen la ley
El reglamento es muy claro y los establecimientos que no cumplan con requisitos básicos como dotar de estacionamiento a los clientes, y peor aún, que invadan las cocheras de los vecinos, deben pagar las consecuencias: incluso, que se les revoque la licencia, propuso el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados ( Canirac), Germán Ralis Cumplido.
Para el representante del sector de la Entidad, los municipios deben realizar verificaciones constantes para confirmar que se cumpla con todo lo establecido, de esta forma se logra un equilibrio entre la convivencia con los vecinos y se cumple con la clientela.
Reconoció que existen tanto bares como restaurantes que tienen valet parking, pero los autos son estacionados en la vía pública y en muchas ocasiones provocan malestar a los vecinos de la zona.
Otro tema que preocupa a los restauranteros, es el alza en el robo de autopartes en zonas como Chapultepec y Chapalita.
Desde hace meses, Ralis Cumplido señaló que esta problemática ha ocasionado caídas en las ventas de los negocios, siendo los bares los más perjudicados. De diciembre del año anterior a abril de este 2011, las ventas cayeron hasta 50 por ciento.
“No toda la responsabilidad recae en los empresarios. Las autoridades estatales y municipales deben dar certidumbre y seguridad en las calles, que las Policías hagan su trabajo, pues los hechos han demostrado que la gente anda armada en la calle”.
Sanciones otorgadas por la Unidad Departamental de Estacionamientos a empresas de valet parking (enero a mayo de 2011)
Anomalías Infracciones
Por no tener permiso ni concesión 89
Por no presentar póliza vigente 30
Por estacionar vehículos en vía pública 16
Por falta de licencia de conducir vigente 2
Por no tener gafete autorizado 2
Por exceder vehículos 1
Por no tener licencia del lugar o giro 1
Total de infracciones 141
Telón de fondo
La Prodeur ofrece apoyo a vecinos
Los vecinos afectados por antros ruidosos o que no cuentan con los cajones de estacionamiento que marca el reglamento correspondiente, pueden acudir a la Procuraduría de Desarrollo Urbano (Prodeur) para solicitarle que intervenga; incluso, la dependencia puede pedirle al Ayuntamiento de Guadalajara que revoque licencias.
El procurador de Desarrollo Urbano, Aarón Vázquez, comenta que no pueden intervenir en temas ambientales, pero sí en lo relacionado con las licencias y los usos de suelo: “Cuando se entrega el permiso, los locatarios se comprometen a no generar ruido, entre otras cosas. Si en su operación no mitigan este problema y molestan a los vecinos y éstos vienen con nosotros, entonces podemos intervenir”.
El Artículo 315 de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco establece que procederá la revocación de la licencia si: no reúnen los requisitos de salud pública o de seguridad en sus instalaciones; por contravenir los reglamentos y disposiciones municipales, y por razones de interés público, debidamente justificadas.
El Artículo 200 establece la clausura como un procedimiento de orden público, a efecto de suspender actividades y actos de cualquier naturaleza, que puedan constituir o constituyan una conducta ilegal o delictiva que contravenga las leyes fiscales municipales.
Si las clausuras son reiteradas, “entonces podemos pedir la revocación. Nosotros como Prodeur demandamos al Ayuntamiento ante el Tribunal Administrativo del Estado para que se revoque la licencia, y el municipio sólo tiene que darle continuidad administrativamente”.
Crónica
Dolor de cabeza colectivo
Delia vive desde hace 20 años en una finca de dos pisos de la calle Libertad entre Chapultepec y Progreso. Todos los días batalla para poder estacionar los cuatro autos que tiene. Vive a una cuadra del Consulado Americano, enfrente de un restaurante y a un lado de un concurrido café.
Ha sostenido enfrentamientos verbales con los dueños de los comercios y con quienes se encargan de poner los autos, hasta en doble fila, en la entrada de su cochera: los “franeleros” y empleados de valet parking.
“Casi no pasan policías de tránsito y cuando andan por aquí no hacen nada. Éste ya es problema que dejaron crecer, parece que los acostumbraron y ahora ellos (los policías) ya no puede hacer nada”.
Por ese motivo, Delia y su familia tuvieron que recurrir a medidas más drásticas: colocaron un bote de plástico de más de un metro, un letrero y una barrera de metal que dice “No estacionarse. Cochera en servicio”.
Dinora también padece el mismo problema con su cochera. Desde hace 23 años vive con sus papás en la calle de Efraín González Luna, entre General San Martín y Marsella. Todas las tardes regresa a comer a su casa después del trabajo y con frecuencia encuentra un auto que invade la entrada a su cochera.
“Es una lata. Tengo que andar buscando dónde estacionarme, pero todo está lleno. La gente se estaciona donde sea porque no hay estacionamientos, y a veces le toca a mi cochera”.
Además, los vecinos de la llamada Zona Rosa se enfrentan a una creciente ola de asaltos y de robo de autopartes, sobre todo en las noches, que son causantes de un dolor cabeza colectivo.
Desde hace tres años, Federico vive en un departamento en plena Avenida Chapultepec, entre las calles Pedro Moreno y Morelos. Recuerda que desde que llegó, ha escuchado varios actos delictivos de los que han sido víctimas sus vecinos.
Él también ha padecido la falta de seguridad en carne propia. Federico acostumbra ir a un café que está en la esquina de Chapultepec y López Cotilla. En la tarde de un domingo pidió un café, buscó donde sentarse, prendió su computadora portátil y empezó a trabajar en unos pendientes de su trabajo. La batería se terminó y se levantó para sacar su cargador y conectarlo a la corriente eléctrica, en ese momento “pasaron unos muchachos en una moto, uno se bajó y se llevó mi laptop, no lo podía creer, me dio tanto coraje y me sentí tan impotente”.
Federico asegura que después de varios robos como éste, en el café se instalaron protecciones de tipo herrería y se contrató a un guardia privado para que vigilara el establecimiento.
Es por ello que esta dependencia municipal en conjunto con la Secretaría de Vialidad y Transporte de Jalisco, analizan la posibilidad de habilitar cajones en los flancos de Avenida La Paz, donde puedan ser acomodados los vehículos en batería.
La Unidad Departamental de Estacionamientos encontró que las áreas del Subdistrito 2 Minerva (el Poniente de la ciudad, donde se encuentra Providencia y la zona de la glorieta del mismo nombre), del Mercado Libertad o San Juan de Dios (que también considera a las calles de Obregón y Medrano, en las cercanías), y el corredor Chapultepec (con vialidades próximas como López Cotilla), presentan en conjunto un déficit de tres mil cajones para la afluencia de personas que registran.
De estos tres mil cajones, precisa el jefe de la Unidad Departamental de Estacionamientos, José Avelar Becerra, 40% corresponde a la problemática del corredor Chapultepec, principalmente durante los fines de semana, por tratarse de un espacio que se ha venido consolidando como una Zona Rosa con una presencia importante de restaurantes, cafés y bares.
Sobre la propuesta de permitir el estacionamiento de vehículos en La Paz, comenta: “Hemos estado en pláticas, aún no está aterrizado. Es un proyecto que el mismo municipio lo propuso, pero esperamos que a la brevedad sea autorizado para poder resolver esta problemática”.
Esta Unidad Departamental se encarga de vigilar la prestación de los servicios de valet parking en el municipio. Se estima que 90% de los giros en el corredor Chapultepec recurren a una empresa del ramo para ofrecer esta opción a sus comensales.
Por obligación, los titulares de una licencia de giro deben cumplir con el número de cajones que les corresponde según la superficie de su establecimiento (la fórmula se establece en el Reglamento de Zonificación, otra variable es el uso de suelo), cuando les es imposible cumplirlo, entonces deben dar una aportación a un fideicomiso cuyos fondos deben servir para la construcción de estacionamientos (el 16 de abril de 2010 se informó que contaba con un millón tres mil 762 pesos).
Proponen retirar licencia a bares que violen la ley
El reglamento es muy claro y los establecimientos que no cumplan con requisitos básicos como dotar de estacionamiento a los clientes, y peor aún, que invadan las cocheras de los vecinos, deben pagar las consecuencias: incluso, que se les revoque la licencia, propuso el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados ( Canirac), Germán Ralis Cumplido.
Para el representante del sector de la Entidad, los municipios deben realizar verificaciones constantes para confirmar que se cumpla con todo lo establecido, de esta forma se logra un equilibrio entre la convivencia con los vecinos y se cumple con la clientela.
Reconoció que existen tanto bares como restaurantes que tienen valet parking, pero los autos son estacionados en la vía pública y en muchas ocasiones provocan malestar a los vecinos de la zona.
Otro tema que preocupa a los restauranteros, es el alza en el robo de autopartes en zonas como Chapultepec y Chapalita.
Desde hace meses, Ralis Cumplido señaló que esta problemática ha ocasionado caídas en las ventas de los negocios, siendo los bares los más perjudicados. De diciembre del año anterior a abril de este 2011, las ventas cayeron hasta 50 por ciento.
“No toda la responsabilidad recae en los empresarios. Las autoridades estatales y municipales deben dar certidumbre y seguridad en las calles, que las Policías hagan su trabajo, pues los hechos han demostrado que la gente anda armada en la calle”.
Sanciones otorgadas por la Unidad Departamental de Estacionamientos a empresas de valet parking (enero a mayo de 2011)
Anomalías Infracciones
Por no tener permiso ni concesión 89
Por no presentar póliza vigente 30
Por estacionar vehículos en vía pública 16
Por falta de licencia de conducir vigente 2
Por no tener gafete autorizado 2
Por exceder vehículos 1
Por no tener licencia del lugar o giro 1
Total de infracciones 141
Telón de fondo
La Prodeur ofrece apoyo a vecinos
Los vecinos afectados por antros ruidosos o que no cuentan con los cajones de estacionamiento que marca el reglamento correspondiente, pueden acudir a la Procuraduría de Desarrollo Urbano (Prodeur) para solicitarle que intervenga; incluso, la dependencia puede pedirle al Ayuntamiento de Guadalajara que revoque licencias.
El procurador de Desarrollo Urbano, Aarón Vázquez, comenta que no pueden intervenir en temas ambientales, pero sí en lo relacionado con las licencias y los usos de suelo: “Cuando se entrega el permiso, los locatarios se comprometen a no generar ruido, entre otras cosas. Si en su operación no mitigan este problema y molestan a los vecinos y éstos vienen con nosotros, entonces podemos intervenir”.
El Artículo 315 de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco establece que procederá la revocación de la licencia si: no reúnen los requisitos de salud pública o de seguridad en sus instalaciones; por contravenir los reglamentos y disposiciones municipales, y por razones de interés público, debidamente justificadas.
El Artículo 200 establece la clausura como un procedimiento de orden público, a efecto de suspender actividades y actos de cualquier naturaleza, que puedan constituir o constituyan una conducta ilegal o delictiva que contravenga las leyes fiscales municipales.
Si las clausuras son reiteradas, “entonces podemos pedir la revocación. Nosotros como Prodeur demandamos al Ayuntamiento ante el Tribunal Administrativo del Estado para que se revoque la licencia, y el municipio sólo tiene que darle continuidad administrativamente”.
Crónica
Dolor de cabeza colectivo
Delia vive desde hace 20 años en una finca de dos pisos de la calle Libertad entre Chapultepec y Progreso. Todos los días batalla para poder estacionar los cuatro autos que tiene. Vive a una cuadra del Consulado Americano, enfrente de un restaurante y a un lado de un concurrido café.
Ha sostenido enfrentamientos verbales con los dueños de los comercios y con quienes se encargan de poner los autos, hasta en doble fila, en la entrada de su cochera: los “franeleros” y empleados de valet parking.
“Casi no pasan policías de tránsito y cuando andan por aquí no hacen nada. Éste ya es problema que dejaron crecer, parece que los acostumbraron y ahora ellos (los policías) ya no puede hacer nada”.
Por ese motivo, Delia y su familia tuvieron que recurrir a medidas más drásticas: colocaron un bote de plástico de más de un metro, un letrero y una barrera de metal que dice “No estacionarse. Cochera en servicio”.
Dinora también padece el mismo problema con su cochera. Desde hace 23 años vive con sus papás en la calle de Efraín González Luna, entre General San Martín y Marsella. Todas las tardes regresa a comer a su casa después del trabajo y con frecuencia encuentra un auto que invade la entrada a su cochera.
“Es una lata. Tengo que andar buscando dónde estacionarme, pero todo está lleno. La gente se estaciona donde sea porque no hay estacionamientos, y a veces le toca a mi cochera”.
Además, los vecinos de la llamada Zona Rosa se enfrentan a una creciente ola de asaltos y de robo de autopartes, sobre todo en las noches, que son causantes de un dolor cabeza colectivo.
Desde hace tres años, Federico vive en un departamento en plena Avenida Chapultepec, entre las calles Pedro Moreno y Morelos. Recuerda que desde que llegó, ha escuchado varios actos delictivos de los que han sido víctimas sus vecinos.
Él también ha padecido la falta de seguridad en carne propia. Federico acostumbra ir a un café que está en la esquina de Chapultepec y López Cotilla. En la tarde de un domingo pidió un café, buscó donde sentarse, prendió su computadora portátil y empezó a trabajar en unos pendientes de su trabajo. La batería se terminó y se levantó para sacar su cargador y conectarlo a la corriente eléctrica, en ese momento “pasaron unos muchachos en una moto, uno se bajó y se llevó mi laptop, no lo podía creer, me dio tanto coraje y me sentí tan impotente”.
Federico asegura que después de varios robos como éste, en el café se instalaron protecciones de tipo herrería y se contrató a un guardia privado para que vigilara el establecimiento.
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