Jalisco
—Utopía
La aseveración del maestro Perogrullo tiene validez axiomática: “La gente no es tonta”
—II—
En efecto: si viajar en autobús en Guadalajara y anexas fuera, de ordinario, tan placentero como lo fue para el presidente municipal de Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso, cuando abordó uno —probablemente para algo más que los efectos de la foto que se publicó ayer en varios medios locales—, seguramente la mayoría de los ciudadanos querría imitarlo. De chaleco, camisa de manga larga y pantalón de mezclilla (ni traje, ni corbata, ni guaruras...) Castro Reynoso fue captado de pie, al lado de un ciudadano no identificado, aparentemente joven, evidentemente robusto, y de una dama, sentada, ataviada con un abrigo y provista, aparentemente, con las bolsas del mandado. Castro iba a su oficina; sus ocasionales compañeros de viaje, presumiblemente uno a su trabajo, la otra a casa. La actitud corporal de los tres es similar: relajada. Indicio de que realizaban el recorrido sin sobresaltos: ni las carreras desaforadas, ni las “carreras de tortugas” que alternativamente realizan los camioneros citadinos.
El pie de grabado puntualiza que la foto, publicada el miércoles, se tomó el lunes. Aún en pleno asueto, queda claro que la escena era perfectamente posible. No había truco...
Lo interesante sería que don Miguel tratara de repetir la experiencia, sin ir más lejos, el próximo lunes, cuando hayan concluido las vacaciones, cuando todos los estudiantes regresen a las aulas y todos los burócratas a sus oficinas. Entonces se verá si el transporte público es, en efecto, una opción viable para los habitantes de Guadalajara y anexas. Entonces se verá si, como parece a la vista de la idílica fotografía a que se alude, el Niño Dios, Santa Claus y los Reyes Magos se confabularon para hacer, entre el 25 de diciembre y el 6 de enero, mientras los mortales comunes ejercíamos, despreocupadamente, como miembros del Club “El Músculo Duerme, la Ambición Descansa”, lo que las autoridades han sido incapaces de hacer durante décadas: el milagro de regalarnos un transporte eficiente y digno.
—III—
Si, en efecto, el transporte público en la Zona Metropolitana de Guadalajara, ordinariamente, fuera como el de la foto que se comenta, el programa “Hoy No Circula” que pretende promover ante el Congreso del Estado el alcalde de Tlaquepaque, no tendría que depender de un decreto: la ciudadanía, en forma espontánea, lo aplicaría de mil amores.
Reiterémoslo: como muy bien dice el inefable Perogrullo, “La gente no es tonta”.
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