Jalisco
Uno de cada cinco tapatíos, sin interés por la política
Para muchas personas la palabra política es asociada con corrupción
“Creo que ha habido un tratamiento, en efecto, que tiende a separar a los gobernantes y la política de la sociedad, cuando, en realidad, por supuesto que hay una correlación altísima y hay una simbiosis hasta cierto punto entre la politización o el entendimiento de la política en uno y otro lado, creo que en el libro se ven reflejadas algunas de estas discusiones”, señala David Gómez Álvarez, director ejecutivo del Observatorio.
“Hay una parte donde se le pregunta a la gente qué tanto se interesa por la política, y se ve que hay un porcentaje muy alto, uno de cada cinco —o 20% de la gente— que no le interesa en lo absoluto la política, eso es muy preocupante, porque mientras más nos alejamos como ciudadanos de la política, más la dejamos en las manos de los políticos, y como se dice, o muchos líderes estadistas han dicho, la política es demasiado importante para dejarla sólo en manos de los políticos, y en ese sentido, los ciudadanos tenemos que participar”.
Agregó que para muchas personas la palabra política es asociada con corrupción, “cuando, en realidad, debería ser una virtud, una buena palabra, no mala, y lo acaba de decir Savater ahora que estuvo aquí en la Feria Internacional del Libro, hemos pervertido la palabra a tal punto que los jóvenes se han alejado sobre todo de ella y la ven como algo malo, cuando debería de ser algo virtuoso, algo noble, ser político debería ser algo admirable, hoy es una cosa condenable y ésa es una muy mala noticia para la sociedad que se ha alejado de la política y es una muy buena noticia para los políticos, que se han quedado solos con el monopolio sobre ésta.
“Hay que volver a pelear esa palabra, hay que reivindicarla, re-dignificarla, y hay que apropiarla, porque no es de ellos (los políticos), es de todos; los que la hacen de tiempo completo son políticos profesionales, pero la política debería ser algo de todos, para los que la hacen de tiempo parcial, de manera esporádica, amateur u ocasional, como pueden ser los ciudadanos que se dedican a otras cosas. Esta separación (sociedad-políticos) se plasma aquí en algunas de las preguntas que tienen que ver con el entendimiento de la política de parte de la sociedad, que es muy bajo”.
—¿Los resultados confirman entonces este alejamiento entre los ciudadanos y los políticos profesionales?
—Hay una brecha reciente y preocupante donde, por supuesto, los políticos van por una parte y los ciudadanos por otra, y eso es lo más peligroso para la democracia, porque el desencanto de la democracia puede devenir en regresiones autoritarias, en quiebres democráticos, en alternativas no democráticas que son lo peor que le puede ocurrir a una sociedad.
Si uno toma en cuenta los datos del Latinobarómetro, este año, por primera vez, hay menos apoyo hacia la democracia por parte de la sociedad mexicana, en general de la opinión pública en México y eso es gravísimo, porque quiere decir que hay otro tipo de regímenes y alternativas que empiezan a coquetear y a hacerse de la simpatía de la sociedad mexicana y eso es muy riesgoso y es una responsabilidad no sólo de los políticos, sino de la sociedad en general.
—Ahora que han analizado a mayor profundidad los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana, ¿cuál es el perfil del habitante de la metrópoli, a riesgo de caer en lo simplista? ¿Cómo se concibe a sí mismo y a su entorno?
—En la presentación de julio pasado hablamos de un prototipo o un estereotipo de perfil ciudadano promedio que resultó de las encuestas y que, evidentemente, refleja al promedio de la ciudadanía, que le llamamos María González, precisamente porque primeramente era mujer, porque hay más mujeres que hombres en la ciudad: es alguien de clase media baja que tiene ingresos muy precarios, que se siente muy arraigada en la ciudad, le gusta Guadalajara, pero le preocupa el rumbo que está tomando la ciudad; se siente insegura en su colonia, en su ciudad; tiene miedo de perder su chamba, participa poco en otras asociaciones, tiene una baja politización o entendimiento de los asuntos públicos, no le gusta prácticamente la política; es intolerante en ciertos aspectos con otros, lee poco, ve mucha tele, consume poco teatro, pocos museos.
No es un perfil alentador en el sentido de otras sociedades desarrolladas o posmodernas, pero es un perfil interesante, con un gran potencial de cambio en el sentido de que hay visos de una posibilidad de crecimiento y de maduración y de preparación interesantes; en este sentido, nosotros hablamos de ese perfil para simplificar —como todo perfil y estereotipo—, digamos, el promedio de los tapatíos, aunque quizá la riqueza está precisamente no en ese perfil estereotipado, sino más bien en el bagaje, en esa pluralidad ya muy claramente reflejada también en la encuesta.
Guadalajara es una ciudad cosmopolita, compleja, de 4.5 millones de habitantes en toda su área metropolitana, con contrastes muy interesantes, algunos muy lamentables, como son los que se relacionan con la desigualdad y la pobreza, pero también otros muy interesantes que se relacionan con diversas visiones de cultura, de religión, de sociedad, de entendimiento social en general; en ese sentido, los estereotipos sirven para ponerle ese nombre y rostro, pero también esconden esa pluralidad y esa riqueza que también son, en mi opinión, igual o más ricas que el propio estereotipo.
FICHA TÉCNICA
Opinión de la población
La Encuesta de Percepción Ciudadana de Calidad de Vida en el Área Metropolitana de Guadalajara arrojó una calificación promedio a la calidad de vida de los habitantes de 74 puntos sobre 100.
El 46% de los ciudadanos mostraron intolerancia hacia los homosexuales, 45% hacia el aborto, 30% hacia los indígenas, 32% hacia los jóvenes, 25% hacia las personas con discapacidad, 21% hacia las mujeres, 19% hacia los adultos mayores y 17% hacia los niños.
El 72% dijo que no participa en ninguna organización, junta, iglesia, partido o club, y 24% sí está asociado, pero no de manera activa.
El 71% se muestra desconfiado ante reuniones de jóvenes, 64% ante transeúntes y 48% ante desconocidos.
El 76% dice que no fue víctima de un delito durante el último año, pero 34% se siente algo inseguro y 11% muy inseguro en la ciudad.
Los principales problemas que se reconocen en los municipios metropolitanos son inseguridad y narcotráfico (39%), desempleo (14%), pobreza y desigualdad social (7%) y corrupción e ineficiencia del gobierno (7%).
El 66% de los ciudadanos prefiere que la inversión pública se dirija a transporte colectivo, 25% a éste y al transporte privado, y sólo 7% a automóviles particulares. El 67% de la población se moviliza principalmente en autobús y 20% en automóvil.
La escuela pública es calificada como buena por 39% de los ciudadanos, como regular por 46% y como mala sólo por 13%; en la privada los valores son de 56%, 34% y 8%, respectivamente.
El 81% de los ciudadanos asevera que la ciudad es propicia para encontrar su felicidad.
PARA SABER
Nueva sede
La presentación del libro ¿Cómo nos vemos los tapatíos? servirá además para inaugurar la sede del Observatorio Ciudadano de Calidad de Vida “Jalisco Cómo Vamos”, en la calle López Cotilla número 1238, Colonia Americana, entre las calles Emerson y Atenas.
El evento contará con la presencia de Guadalupe Morfín, Luis F. Aguilar, José Luis Leal Sanabria, Guillermo de la Peña y Guillermo García Oropeza y comenzará a las 20:00 horas.
Además de la encuesta de percepción, el Observatorio generará durante el primer semestre del año 2012 el informe de indicadores técnicos para medir con una metodología clara las condiciones de calidad de vida de la ciudad, y será entonces con ambos componentes y su actualización periódica como el organismo comenzará a evaluar los éxitos y retrocesos de las políticas públicas en los distintos ámbitos de relevancia, como seguridad, medio ambiente, movilidad, aseo, entre otros.
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