Jalisco
Un huracán de erráticos presagios
En Puerto Vallarta se esperaba un desastre; algunos se aferraron a la calma que finalmente prevaleció
Puerto Vallarta en medio de una llovizna: “Las dimensiones y la velocidad de Patricia son de récord, nunca antes vistas”, y entonces pidió a todos los habitantes de la costa de Jalisco —desde Cihuatlán hasta Puerto Vallarta— que se resguardaran en un lugar seguro antes de las 14:00 horas.
A bordo de una patrulla escoltada por una decena de vehículos oficiales, el mandatario estatal recorrió una veintena de veces el malecón del centro turístico. Instaba a los habitantes a protegerse ante la posibilidad del impacto del huracán Patricia. No todos le creyeron.
Sergio Díaz, dibujante y pintor, estableció su casa y galería en la calle Galeana a una cuadra del Malecón desde hace tres años. Él estaba convencido de que no había peligro.
“Yo no he vivido un huracán, pero desde que compré sabía que estoy a salvo ante cualquier cosa. No me voy a ir, además tengo que terminar un trabajo. Si he escuchado que pasan voceando pero no pienso irme”, gritó desde su galería y continuó con su tarea.
Guadalupe Resendiz, dueña de un local en el malecón, decidió proteger su negocio ante la insistencia de las autoridades.
“No va a pasar nada, pero dan vueltas con sirenas y altavoces que no vaya a ser. A ver si no nos agarra el huracán mientras ponemos las tablas”.
Al final del día, en Puerto Vallarta el impacto del meteoro quedó en una llovizna. La situación fue muy distinta en la costa Sur de la Entidad.
Al llegar la noche, Patricia ya dejaba daños en fincas y caminos, además de ríos y arroyos desbordados. Las afectaciones no eran cuantificadas. Al final del día había comunidades aisladas, sin energía eléctrica y sin comunicaciones. Los daños saldrán a la luz de la mañana de este sábado.
GUADALAJARA, JALISCO (24/OCT/2015).- Clareaba la mañana del viernes y en la costa Norte de Jalisco el día comenzaba en calma, una calma tensa, casi como un presagio. Al medio día, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, sentenció en
A bordo de una patrulla escoltada por una decena de vehículos oficiales, el mandatario estatal recorrió una veintena de veces el malecón del centro turístico. Instaba a los habitantes a protegerse ante la posibilidad del impacto del huracán Patricia. No todos le creyeron.
Sergio Díaz, dibujante y pintor, estableció su casa y galería en la calle Galeana a una cuadra del Malecón desde hace tres años. Él estaba convencido de que no había peligro.
“Yo no he vivido un huracán, pero desde que compré sabía que estoy a salvo ante cualquier cosa. No me voy a ir, además tengo que terminar un trabajo. Si he escuchado que pasan voceando pero no pienso irme”, gritó desde su galería y continuó con su tarea.
Guadalupe Resendiz, dueña de un local en el malecón, decidió proteger su negocio ante la insistencia de las autoridades.
“No va a pasar nada, pero dan vueltas con sirenas y altavoces que no vaya a ser. A ver si no nos agarra el huracán mientras ponemos las tablas”.
Al final del día, en Puerto Vallarta el impacto del meteoro quedó en una llovizna. La situación fue muy distinta en la costa Sur de la Entidad.
Al llegar la noche, Patricia ya dejaba daños en fincas y caminos, además de ríos y arroyos desbordados. Las afectaciones no eran cuantificadas. Al final del día había comunidades aisladas, sin energía eléctrica y sin comunicaciones. Los daños saldrán a la luz de la mañana de este sábado.
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