Jalisco

Ultra de PAN choca con calderonismo

En el Congreso, seis diputados del PAN son incondicionales al gobernador, mientras 14 son críticos e incluso han detenido iniciativas afines al mandatario

GUADALAJARA, JALISCO.— Los millonarios donativos a empresarios y a la jerarquía católica y sus nexos con un grupo —conocido como “los juramentados”— ligado con El Yunque han provocado una reacción enérgica del panismo tradicional contra el gobernador de Jalisco, Emilio González.

El góber piadoso, como le dicen ya los jaliscienses a Gónzalez, encabeza un bloque de gobernadores ligados a la “ultraderecha”, entre los que destacan los mandatarios de Morelos, Querétaro y Guanajuato, señalan panistas que pertenecen al grupo de Francisco Ramírez Acuña, hombre del presidente Felipe Calderón.

La integración de su primer círculo —vinculado con El Yunque—, la cercanía con el cardenal Juan Sandoval Íñiguez y sus acciones de gobierno han detonado una rebelión en el blanquiazul contra Emilio González, donde los panistas “tradicionalistas”, seguidores del Calderón, le han arrebatado poder y lo han abandonado por sus escándalos.

En la pasada asamblea estatal del PAN, el 13 de abril, de 100 posiciones, 30 fueron ganadas por sus seguidores y 70 por el grupo de Ramírez Acuña.

En el Congreso, seis diputados del PAN son incondicionales al gobernador, mientras 14 son críticos e incluso han detenido iniciativas afines al mandatario.

Luis Paredes, ex alcalde de Puebla, afirma que los donativos a la Iglesia católica fueron para hacer contrapeso a la toma de tribunas.


Góber ‘cristero’ fractura al PAN jalisciense
Emilio González Márquez —un hombre de fe— encabeza hoy, en medio de escándalos, un bloque de gobernadores vinculados con El Yunque. Los panistas les dicen: “los juramentados”.

Las posiciones del gobernador —criticado y censurado en el PAN jalisciense por su comportamiento “de ultraderecha”— detonaron una rebelión blanquiazul donde los “tradicionalistas”, seguidores de Felipe Calderón, le han arrebatado el control y lo han abandonado por sus escándalos.

Los amarres del gobernador con el sector más duro del panismo, televisoras, empresarios y jerarquía católica se dan a través de recursos millonarios, el desarrollo de su plan Gran Alianza y la proyección de los Juegos Panamericanos en esta ciudad, le han puesto las miras en el 2012.

Sin rubor, con algunas copas encima, Emilio González ha soltado: “A mí lo que algunos poquitos dicen me vale madre, yo sé lo que se tiene que hacer en Jalisco. Digan lo que quieran —perdón, señor cardenal (refiriéndose a Juan Sandoval Íñiguez)—, chinguen a su madre”.

González es dicharachero, grosero y coquetón; va a misa y participa en clases de Biblia los miércoles en su residencia oficial. Usa bermudas, camisas polo y sandalias el fin de semana. Se amarra a una silla de ruedas, se disfraza de albañil o de pobre para ganar simpatías.

Aun con su carisma, en 14 meses de gestión ha polarizado a las élites del estado, de manera particular la del PAN. Las causas: la integración de su primer círculo —vinculados al Yunque—, la cercanía con el cardenal Sandoval y acciones de gobierno.

Panistas del grupo de su antecesor, Francisco Ramírez —encabezados hoy por el líder estatal Eduardo Rosales y el dirigente en el Congreso, Jorge Salinas Osornio— destacan su cercanía, incluso ideológica-teológica, con los gobernadores de Morelos, Querétaro y Guanajuato, coincidentes en 1997 en San Lázaro.

Revelaron a SUN que el pago de cuotas en espacios de poder de González al sinarquismo y el posicionamiento de Fernando Guzmán, Herbert Taylor y Antonio Gloria, considerados de extrema derecha, han causado la fractura.

Estos personajes apoyan el gobierno de Emilio en puestos clave, respectivamente: secretario general de Gobierno, coordinador de Políticas Públicas de Jalisco y secretario particular del mandatario; los dos últimos, fueron líderes estatales del PAN.

Esto provocó una enérgica reacción de contención del panismo tradicional y el “góber piadoso”, como le dicen ya los jaliscienses a González, perdió todo en la pasada asamblea estatal partidista del 13 de abril. De 100 posiciones, 30 fueron ganadas por sus seguidores y 70 por el grupo de Ramírez Acuña, hombre del presidente Felipe Calderón.

En el Congreso local, seis legisladores son incondicionales del gobernador y 14 más pertenecen a un grupo crítico, que, incluso, ha detenido iniciativas de afines al mandatario, como una para endurecer las causales de aborto. En Lagos de Moreno, de donde es originario, hay una abierta confrontación con el alcalde Francisco Rafael Torres Marmolejo.

Luis Paredes Moctezuma, ex edil de Puebla, ex líder del Frente Universitario Anticomunista y militante confeso de El Yunque por más de 33 años, advierte a este diario: “Se trata de un proyecto político de una corriente.

“Estuve en reuniones de El Yunque, del DHIAC, con Emilio González y en la campaña de Vicente Fox, con Juan Manuel Oliva (Guanajuato), Marco Adame (Morelos) y Francisco Garrido (Querétaro), y hay gente digna de crédito que confirman su militancia yunquista”.

El objetivo del grupo, con los donativos a la Iglesia, fue “calentar” el escenario nacional para hacer contrapeso a la toma de tribunas. “Son los extremos…, en el PAN no hay quién pinte y este grupo posiciona a Emilio”, asienta.

Los escándalos

González Márquez, originario de Lagos de Moreno (región histórica de la lucha cristera, cuna del sinarquismo y del Partido Demócrata Mexicano), ha entregado desde el 1 de marzo de 2007, más de 320 millones de pesos a Televisa, Televisión Azteca, Iglesia Católica y grupos empresariales.

Ha patrocinado además rutas peregrinas. Pero en repetidas declaraciones públicas dice que el estado no tiene recursos, incluso, ha propuesto reemplacamiento —mil 200 pesos por juego— e incremento al costo de suministro de agua para hacerse de más recursos. Ha sido frenado.

A la par, mantiene un severo control de la mayoría de los medios de comunicación, ya sea por empatía ideológica o presiones comerciales. Censura el uso de condón, el aborto, la unión legal entre personas del mismo sexo y entrega millonarias cantidades a proyectos religiosos.

Pero al margen de los escándalos por sus posiciones religiosas, el gobernador ha tejido un grupo político que choca con el panismo tradicional, que encabeza el presidente Calderón.


Protege a delincuentes
Como defiende su fe, el gobernador Emilio González protege a Tomás Coronado Olmos, procurador general de Justicia del estado, investigado por pedofilia y corrupción de menores por la PGR.

El 30 de agosto pasado, el procurador fue señalado de participar en orgías con adolescentes en 2005, cuando era secretario general del ayuntamiento de Guadalajara y el alcalde era González Márquez.

Su nombre apareció en una denuncia por privación ilegal de la libertad que interpuso una menor de 16 años, el 30 de agosto pasado, ante la Procuraduría local en contra del ex funcionario del ayuntamiento tapatío, Martín Aguirre Aguirre, prófugo de la justicia, a quien la adolescente denunció por violación el 25 de abril de 2007.

Todo fue un complot maquinado por Víctor Manuel Landeros, subprocurador C, despedido y denunciado por manipular una averiguación previa, argumentó el procurador.

A este señalamiento contra Coronado Olmos, siguieron quejas y denuncias ante instancias variadas: Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, Fiscalía Especial de Atención a Delitos de Violencia en contra de las Mujeres de la PGR y Corte Interamericana de los Derechos Humanos.

Esto ha sido minimizado por el gobernante. El 8 de enero reconoció que Coronado sí habría asistido a las orgías, pero no se dio cuenta qué ocurría en ellas.

Hay otros por quienes el gobernador aboga a ultranza, al menos en el discurso. Jorge Luis Vizcarra Mayorga, ex presidente municipal de Tonalá, es prófugo de la justicia, acusado de homicidio calificado, homicidio calificado en grado de tentativa, delincuencia organizada y abuso de autoridad.

El mandatario conocía las acusaciones, y advertía que Vizcarra seguiría en su cargo.

El 1 de enero de 2007, Jorge Vizcarra iniciaba como alcalde de Tonalá. Burócrata, empleado de Abraham González Uyeda, subsecretario de Gobernación, y en el sexenio de Francisco Ramírez Acuña fue secretario de Administración.

Los hechos: el 8 de febrero de 2007, casi muere a golpes el síndico tonalteca Leonel Andrade Padilla. Y el 24 de abril es ejecutado afuera de su casa el director de Mejoramiento Urbano de este municipio, Carlos Romo Guízar. La Procuraduría descubre así una red de tráfico de drogas, con vehículos del ayuntamiento.

Los autores intelectuales que mandaron ejecutar a los dos funcionarios, eran: Ricardo Sigala Orozco, hasta hace cinco meses secretario general de ese municipio, detenido, y Jorge Luis Vizcarra, prófugo.

SUN 05-05-2008 08:45 LNA
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