Jalisco
Tragamonedas invaden interior del Estado
El problema se detecta en municipios como Tala, Cocula, Villa Corona y Talpa de Allende; piden que los ciudadanos denuncien
GUADALAJARA, JALISCO (05/JUN/2016).- Mientras que en la Zona Metropolitana de Guadalajara las máquinas tragamonedas son decomisadas y destruidas, en otras partes del Estado representan un problema. En municipios como Tala, Cocula, Villa Corona y Talpa de Allende, los niños, mujeres y adultos mayores son atrapados por este tipo de juegos de apuestas que, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación, además de violar la ley federal, representan una fuente de adicciones.
El alcalde de Tala, Aarón César Buenrostro, reconoció que las máquinas tragamonedas son un mal que no logran eliminar. Hace seis meses el Gobierno de Jalisco llevó a cabo un operativo contra estos aparatos y los retiró por completo.
Dos meses después regresaron: personas provenientes de la metrópoli se encargaron de llevarlos de nuevo a los establecimientos. En algunos de ellos hay hasta dos que son utilizadas en su mayoría por mujeres y niños. Actualmente las autoridades detectan 60 puntos con estos equipos.
La Dirección de Comunicación Social de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) resaltó que, para que puedan atender el problema, es importante que los ciudadanos denuncien estas prácticas y que los municipios los apoyen a través de la labor de las comisarías y de las direcciones de Inspección y Vigilancia.
Hasta el momento, la PGR sólo se ha ocupado de destruir estos aparatos en el área Metropolitana de Guadalajara. A mediados de abril inició un operativo en el que, para el 25 de mayo, 922 fueron reducidas a astillas. La dependencia indicó que poco a poco se extenderán las acciones a otros municipios.
Sin embargo, el alcalde de Ocotlán, Paulo Gabriel Hernández, aceptó que, aunque las máquinas tragamonedas han causado dificultades, para el municipio no es una prioridad realizar estas acciones.
En la Región Sierra Occidental, las máquinas tragamonedas afectan a Talpa de Allende. La alcaldesa María Violeta Becerra acentuó que estos aparatos se han convertido en un inconveniente desde octubre pasado, cuando tomó el cargo, por lo que a través de un oficio pidió el apoyo de la PGR, pero la solicitud no ha sido atendida. “Es bastante fuerte el problema. Requerimos el apoyo de las autoridades estatales y federales”, afirmó la edil.
En Tala, Cocula y Villa Corona, algunos encargados de tiendas, lavanderías y pizzerías revelaron que, semanal o quincenalmente, reciben 40% de la ganancia por tener estos aparatos en sus establecimientos.
El alcalde de Tala, Aarón César Buenrostro, reconoció que las máquinas tragamonedas son un mal que no logran eliminar. Hace seis meses el Gobierno de Jalisco llevó a cabo un operativo contra estos aparatos y los retiró por completo.
Dos meses después regresaron: personas provenientes de la metrópoli se encargaron de llevarlos de nuevo a los establecimientos. En algunos de ellos hay hasta dos que son utilizadas en su mayoría por mujeres y niños. Actualmente las autoridades detectan 60 puntos con estos equipos.
La Dirección de Comunicación Social de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) resaltó que, para que puedan atender el problema, es importante que los ciudadanos denuncien estas prácticas y que los municipios los apoyen a través de la labor de las comisarías y de las direcciones de Inspección y Vigilancia.
Hasta el momento, la PGR sólo se ha ocupado de destruir estos aparatos en el área Metropolitana de Guadalajara. A mediados de abril inició un operativo en el que, para el 25 de mayo, 922 fueron reducidas a astillas. La dependencia indicó que poco a poco se extenderán las acciones a otros municipios.
Sin embargo, el alcalde de Ocotlán, Paulo Gabriel Hernández, aceptó que, aunque las máquinas tragamonedas han causado dificultades, para el municipio no es una prioridad realizar estas acciones.
En la Región Sierra Occidental, las máquinas tragamonedas afectan a Talpa de Allende. La alcaldesa María Violeta Becerra acentuó que estos aparatos se han convertido en un inconveniente desde octubre pasado, cuando tomó el cargo, por lo que a través de un oficio pidió el apoyo de la PGR, pero la solicitud no ha sido atendida. “Es bastante fuerte el problema. Requerimos el apoyo de las autoridades estatales y federales”, afirmó la edil.
En Tala, Cocula y Villa Corona, algunos encargados de tiendas, lavanderías y pizzerías revelaron que, semanal o quincenalmente, reciben 40% de la ganancia por tener estos aparatos en sus establecimientos.
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