Jalisco
Toleran ambulantaje afuera de Tren Ligero
Las administraciones municipales revelan que fueron sus antecesoras las que autorizaron esta actividad informal
GUADALAJARA, JALISCO (04/MAY/2015).- No se sabe cómo comenzaron a vender productos. Doña Lupita, por ejemplo, inició con un puesto de frutas. Nunca pidió permiso a las autoridades. Aprovechó que a un familiar le “sobró” una carga que entregaría al Mercado de Abastos y se la “regaló” —con el costo de mil pesos y una cena— para que hiciera lo que creyera conveniente antes de que ésta se echara a perder.
“Yo vivo aquí cerca de la estación Periférico Sur, y pues me puse a vender hasta que se me acabó la mercancía”.
Nunca se acercó al Ayuntamiento de Tlaquepaque. Sólo habló con los que ya estaban allí y les explicó su situación: estaría sólo hasta que se le terminaran las cajas de fruta. Todos se lo “permitieron”.
“Es que hay gente que tiene muchos años vendiendo ahí”, argumenta y han creado sus “derechos”.
Llegaba todas las mañanas, después de las ocho, y comenzaba a picar la fruta allí mismo. Vendía decenas de vasos por día, con sus respectivos “atorones” por la gran demanda en horas pico.
“Era una friega, pero me regresaba a mi casa hasta con 400 pesos. En un día malo, de menos eran 250 los que me echaba a la bolsa”.
En ese ínter, la dama nunca fue molestada por inspectores. Tenía, además, el visto bueno de los ambulantes más longevos.
Desde hace una década están instalados algunos establecimientos, considera el director de Inspección a Mercados, Tianguis y Espacios Abiertos de Tlaquepaque, Octavio Reynaga
Afirma que él no ha entregado un sólo permiso durante la administración en curso, pero que en “anteriores” se concedieron varias.
¿El censo actual? 50 establecimientos instalados sólo en Periférico Sur, afuera de la estación del Tren Ligero y enfrente: próximos a una plaza comercial.
Además de estos 50, Guadalajara recibe una cuota bimestral de siete locatarios que instalan sus puestos ambulantes afuera de la estación Tetlán, al Oriente de la ciudad, y en Zapopan se tiene un censo de 25 más, que operan afuera de las estaciones Periférico Norte y Atemajac. Pero hay otros que ni siquiera permiso tienen e invaden áreas públicas.
En todos los municipios se presumen operativos exitosos, pero el único que acepta mantener “bajo control” la proliferación del ambulantaje cerca del Tren Ligero es Tlaquepaque. ¿La estrategia? Coordinación con los ambulantes, de tal forma que sean ellos mismos quienes “delaten” a los que intenten sumarse ilegalmente.
Periférico Sur, en Tlaquepaque, es la estación en la que hay más puestos ambulantes. Al salir de allí, el usuario del Tren Ligero encontrará un tianguis en el que podrá comprar desde comida hasta copias de películas. Y respecto a esto último, el funcionario tlaquepaquense afirma que no ha permitido “ni permitirá” la instalación de esos establecimientos. Lo anterior, segundos después de informar que en un operativo realizado se logró retirar a una persona que vendía alimentos. No dijo lo mismo sobre el establecimiento de discos pirata instalado en la zona.
CONTEO
Ambulantes detectados tras recorridos
Nota: Recorridos realizados a las 13:00 y 14:00 horas, los días miércoles 29 y jueves 30 de abril de 2015.
NUMERALIA
EL DATO
Las estaciones
En Guadalajara hay 23 de las de las 28 estaciones del Tren Ligero; Zapopan hay tres: Atemajac, Dermatológico y Periférico Norte. En territorio de Tlaquepaque hay dos: Tesoro y Periférico Sur.
Presumen operativos; son insuficientes
Ni en el combate al ambulantaje hay una estrategia metropolitana. Los tres ayuntamientos en cuyo terreno se encuentran las estaciones de las líneas 1 y 2 del Tren Ligero actúan por su cuenta en lo que ve a la proliferación de puestos ambulantes.
Las respectivas áreas de Espacios Abiertos en Guadalajara y Zapopan reconocen que hay un crecimiento que preocupa. En el primer municipio se encuentran 23 de las de las 28 estaciones; en el segundo hay tres: Atemajac, Dermatológico y Periférico Norte. En territorio de Tlaquepaque hay dos: Tesoro y Periférico Sur.
En todos los puntos de abordo y descenso de pasajeros hay ambulantaje cerca, aunque en algunos casos está más concentrado. Es el caso de las estaciones Periférico Norte, Periférico Sur, Tetlán, Juárez, Plaza Universidad y San Juan de Dios.
Francisco Javier Rubio, jefe de la Unidad Departamental de Inspección a Mercados y Comercio en Espacios Abiertos de Guadalajara, explica que en varias estaciones hay permisos concedidos, aunque por las administraciones pasadas.
Hoy, reconoce, el ambulantaje se ha incrementado, por lo que se aplican hasta dos operativos semanales por las estaciones de ese medio de transporte, a fin de verificar que no prolifere.
“En la estación Tetlán levantamos gente con puestos de tacos, quesadillas, agua, y otros a los que se infraccionó fue a los famosos ‘golondrinos’, que se levantan a cierta hora”.
Afirma que tres de cada cuatro puestos instalados están “regularizados”, y que así como se actúa a favor de hacer cumplir el reglamento municipal, se hace lo propio para no afectar a las personas que sólo tienen esos ingresos para sobrevivir.
Se actúa con “el corazón”
Un caso similar ocurre en Zapopan: la Dirección de Mercados recibe, en promedio, hasta 10 solicitudes semanales para instalarse en los establecimientos. Todas, presume su titular, Mauricio Arias de la Mora, son desechadas.
Pese a ello, acepta, ocasionalmente se actúa con “el corazón”, pues también hay personas que realmente necesitan trabajar para subsistir. Eso, siempre y cuando no entorpezcan el libre tránsito, o los locales establecidos no se quejen porque los ambulantes tienen el mismo giro.
Los operativos, dice el funcionario zapopano, también son constantes, aunque pocos problemas se registran desde que comenzó la ampliación de la Línea 1. Antes de que arrancaran las obras, los trabajadores de la localidad se acercaron con los 19 vendedores que se colocan en Periférico Norte y los convencieron de moverse. En esa negociación también se consintió retirar una tienda de conveniencia que ya estaba operando.
TELÓN DE FONDO
El problema que nunca termina
El problema del ambulantaje en la ciudad es un tema de recurrente escozor entre los ayuntamientos metropolitanos, más claramente marcado en el Gobierno Municipal de Guadalajara.
La persistencia del problema ha provocado en la actual administración, liderada por el alcalde Ramiro Hernández, manifestaciones de comerciantes establecidos que han reclamado la acción de las autoridades para regular y reubicar a los vendedores en vía pública que, según los locatarios, les quitan su espacio y roban clientes.
Apenas la semana pasada la Cámara de Comercio de Guadalajara expuso que el número de comerciantes informales en el Centro Histórico de Guadalajara aumentó 80% en el pasado periodo de Semana Santa.
Detectaron que en los últimos tres años se duplicó el número de puestos ambulantes que venden durante el periodo religioso. En abril de 2013 contabilizaban 776 comerciantes irregulares, y en este año se registraron mil 410.
El presidente de la Cámara, Fernando Topete Dávila, consideró que contar con un diagnóstico claro del número de puestos y acciones constantes del Ayuntamiento de Guadalajara podrían inhibir la presencia de los irregulares, pero el censo es inexistente y las inspecciones han sido suficientes, dijo el directivo.
La ilegalidad del comercio en vía pública se intentó combatir en el Mercado de Abastos, donde decomisaron cinco toneladas de verduras a ambulantes de las inmediaciones. Personal de Inspección a Mercados y Comercios en Espacios Abiertos del Ayuntamiento de Guadalajara, realizaron el operativo.
La Unión de Comerciantes del Mercado de Abastos junto con la Administración del mercado, aseguraron que la presencia de los informales produce una merma en las ventas de los locatarios.
Y es que al no pagar una renta, empleados o impuestos, estos vendedores ofertan sus productos a precios más baratos, lo que se traduce como una “ventaja injusta”, contra los que sí pagan sus impuestos .
Pero esta casa editorial comprobó que los decomisos son aislados. En septiembre de 2014 informó que los inspectores del Ayuntamiento realizan 17 decomisos diarios, en promedio, sólo en el Centro Histórico, entre 40 inspectores. Eso significa que cada inspector realiza sólo tres decomisos a la semana. A pesar de que la presencia de ambulantes es clara en el Primer Cuadro de la ciudad.
CLAVES
El reglamento
Guadalajara: Queda prohibida la instalación de puestos y comerciantes ambulantes en banquetas y calles en lugares que causen problemas a la circulación de personas y vehículos, respetando una distancia mínima de 200 metros a la redonda de los mercados de este municipio.
Reglas: El Ayuntamiento o sus representantes pueden retirar de la vía pública cualquier puesto, armazón o implemento utilizado por los comerciantes en espacios abiertos, cuando tales objetos obstruyan la vialidad, deterioren el ornato público de la zona, representen peligro para la salud o la seguridad e integridad física de la población.
Zapopan: Los puestos semifijos serán autorizados en tanto no obstaculicen el flujo vial, el libre tránsito de personas, a los vecinos y no afecte los intereses de la comunidad. Queda prohibida su ubicación a una distancia menor de 100 metros medidos según las vías ordinarias de comunicación, de clínicas y hospitales, centros de asistencia social, centrales de autotransporte y asilos; y a no menos 50 cincuenta metros de escuelas, mercados, lugares de culto religioso y panteones; y a 10 diez metros de avenidas, calzadas, carreteras y del Anillo Periférico.
Tlaquepaque: Los comerciantes ambulantes y semifijos no deberán impedir o entorpecer la prestación de servicios públicos o de emergencia. Cuando hubiese necesidad de efectuar obras de construcción, reconstrucción o conservación, relativas a servicios públicos, serán removidos los puestos que en cualquier forma obstaculicen la ejecución de esas obras.
Prohibición: El reglamento de Tlaquepaque prohíbe la instalación de ambulantes en el interior de los mercados públicos sean o no propiedad del municipio, y en un área de 100 metros a la redonda. En arroyos de las calles y avenidas cuando constituyan un estorbo para la circulación de los vehículos.
GUÍA
¿Cuáles son las estrategias de los ayuntamientos?
— ¿Guadalajara?
— Operativos constantes. Problemática especial detectada afuera de la estación de Tetlán. Siete permisos concedidos para trabajar en ese espacio. Han ubicado hasta 20 puestos. No hay permisos para operar afuera de otras estaciones. Muchas denuncias, principalmente por obstrucción de paso y coincidencia de ventas con comerciantes establecidos. Municipio opta por la conciliación.
— ¿En Zapopan?
— Operativos constantes. Crecimiento de ambulantaje detectado especialmente en la estación Periférico Norte. 19 permisos concedidos en esa zona; seis más en la estación Atemajac. No hay permisos para operar en otras estaciones.
— ¿Y en Tlaquepaque?
— Operativos constantes. 50 permisos concedidos a comerciantes en la estación Periférico Sur. Solicita colaboración de ambulantes, para que ellos mismos denuncien a quien pretenda instalarse. No hay permisos para operar en otros espacios próximos al Tren Ligero. Permisos entregados son para tres turnos. Reconoce que hay establecimientos con más de una década funcionando. Números de atención a reportes: 3837-0346 y 3837-0348.
CÓMO SE VIVE EN LAS CALLES
“Barato y bonito”
El armatoste de acero sobre el que muchos duermen, otros miran con desdén a quienes viajan sentados, termina su recorrido. Ha llegado a la estación Sur del Periférico y, tras abrir sus puertas automáticas, expulsa al río de gente que viaja.
Con pasos cortos y uniformes; con el sonido de la suela raspando al piso como único fondo musical; con muchos rostros largos.
El flujo conduce, obligadamente, a los torniquetes. Aunque no lo deseen así quienes viajan absortos en el sonido de la música, o concentrados en memorias distantes, la marabunta humana lleva hacia las estructuras de salida, donde cada uno de sus integrantes es despachado con un golpe de metal en las posaderas.
Pasos adelante, el silencioso desfile rompe la calma. “Disculpe, joven: ¿Le interesa tramitar su crédito del Infonavit?”.
— Ahorita no...
— Güero, ¡llévese algo a la panza!
— ¡Barato y bonito! ¡Barato y bonito!
— ¿Busca una película?
— ¡Aguaaas, aguaaas!
— ¡Barato y bonito! ¡Barato y bonito!
Son 30 los puestos que se encuentran en el lugar, por ambos lados. Películas en oferta, bisutería, ropa, aguas frescas, refrescos, tabaco, frutas, dulces, refrescos, frituras. Si no hay necesidad ésta se hace presente. Y si se mantiene la abstinencia pese al bombardeo comercial, allí está una tienda de conveniencia para mostrar más productos en oferta.
“¿Cómo le hiciste para ponerte aquí?”, se le pregunta a uno de los gritones ambulantes. No responde. Él sólo vende.
— ¿Con quién puedo hablar para conseguir un permiso?, se le insiste.
No hay respuesta.
El ambiente es completamente opuesto al que, cinco minutos antes, decenas de personas vivieron adentro de los vagones. En Colón y Periférico Sur hay gritos, taxis comunitarios, una bolsa de trabajo para operadores en una tequilera, desorden y contaminación ambiental, pero sobre todo, auditiva.
Un claxon suena, y otro atrás de él. Uno más y así con cada vehículo que se integra a la “cola”. La sinfonía de ofensas de conductores no se detiene: el camión que obstruye el carril de paso es el responsable. La estación de Periférico Sur del Tren Ligero muestra un escenario similar al de cualquier tianguis de fin de semana... aunque instalado permanentemente.
VOCES
Los tapatíos opinan
“Pues he visto que aquí hacen trueques. Acuerdan una compra por internet y aquí quedan de verse. Es muy usual eso. No le veo mal”
Julián Ortega.
“Está bien porque cuando llevo tarde al niño aquí compro su lonche. Nomás lo de los (discos) piratas no está bien, ¿no? Porque pues eso es hasta delito”
Lupita Varela.
“¿Quién se va a quejar si puede comprar de comer? Como si pudiéramos darnos el lujo de preparar en la casa y llegar a tiempo a la chamba al mismo tiempo”
Rodrigo Jarero.
“Creo que no está mal. Mira: si vienes sediento por el solazo, te compras aquí un refresco o un agua y listo. Hasta te compras unas salchichas. Y si no: allí está el Oxxo”
Javiera Ortiz.
“Está bien. Nomás que quiten los discos pirata, eso sí se ve mal. De ahí en delante, no le veo problema”
Sergio Robles.
“Cuando se llena, a la hora pico, sí está complicado caminar, pero tampoco es tan exagerado”
Daniela Guevara.
LA VOZ DEL EXPERTO
Decisiones erróneas
Raquel Partida Ochoa (investigadora de la UdeG)
La crisis laboral provocada por la toma de decisiones a nivel país, y acrecentada por la política económica global, son causales del incremento notable en la cantidad de puestos ambulantes que hay, no sólo en la ciudad de Guadalajara y las estaciones del Tren Ligero sino en diversos puntos de Latinoamérica.
Raquel Partida Rocha, socióloga e investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), opina que en consecuencia a esto, la ciudadanía debe “aprender a vivir en la tolerancia de la informalidad y el ambulantaje”, toda vez que es imposible erradicarlo. Y si, dada la coyuntura electoral, algún candidato promete hacerlo, difícilmente hablará con certeza.
“No es borrón y cuenta nueva. Esto es un efecto muy perverso del capitalismo; es una manera de sobrevivir de las personas. Vivimos en un país subdesarrollado: de tercer mundo. Esas son las consecuencias con las que tenemos que aprender a vivir gracias a una política económica errónea que hemos llevado en los últimos 20 o 30 años. No lo puedes desaparecer con un plumazo”.
Pero sí hay paliativos. Uno de ellos es regular los espacios físicos urbanos para que se pueda vivir con el comercio ambulante en orden. El otro debería ser establecer estrategias de solución a partir de una visión de ciudad, y no de municipio, como ha ocurrido en las últimas administraciones.
“Guadalajara, la segunda ciudad más grande en México, genera una serie de problemáticas a las que en los últimos 10 años no se ha podido dar respuesta. No se ha visto la gran agenda metropolitana para atender las necesidades de una ciudad del siglo XXI”.
Critica el que, dadas las diferencias políticas, exista una agenda unilateral en cada municipio. Además, está el principio de la oferta y la demanda, aunque propiciado por fallas gubernamentales en temas como el de movilidad: “si hay vendedores es que hay consumidores”.
“La gente consume porque como la ciudad se ha complejizado en tramos de movilidad y tiempos de traslado, encuentran en ello una manera inmediata de poder ganar tiempo al tiempo”.
El origen de esta proliferación de comercios informales, concluye, tuvo lugar durante el primer sexenio federal panista, en el que el ex presidente Vicente Fox impulsó una estrategia encaminada a apoyar en este sentido. “Vicente Fox impulsó la informalidad; hubo programas para que incluso pusieran su tamalería”.
Sigue: #debateinformador
¿Está a favor de que el Ayuntamiento emita permisos para ambulantes afuera de las estaciones del Tren Ligero?
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“Yo vivo aquí cerca de la estación Periférico Sur, y pues me puse a vender hasta que se me acabó la mercancía”.
Nunca se acercó al Ayuntamiento de Tlaquepaque. Sólo habló con los que ya estaban allí y les explicó su situación: estaría sólo hasta que se le terminaran las cajas de fruta. Todos se lo “permitieron”.
“Es que hay gente que tiene muchos años vendiendo ahí”, argumenta y han creado sus “derechos”.
Llegaba todas las mañanas, después de las ocho, y comenzaba a picar la fruta allí mismo. Vendía decenas de vasos por día, con sus respectivos “atorones” por la gran demanda en horas pico.
“Era una friega, pero me regresaba a mi casa hasta con 400 pesos. En un día malo, de menos eran 250 los que me echaba a la bolsa”.
En ese ínter, la dama nunca fue molestada por inspectores. Tenía, además, el visto bueno de los ambulantes más longevos.
Desde hace una década están instalados algunos establecimientos, considera el director de Inspección a Mercados, Tianguis y Espacios Abiertos de Tlaquepaque, Octavio Reynaga
Afirma que él no ha entregado un sólo permiso durante la administración en curso, pero que en “anteriores” se concedieron varias.
¿El censo actual? 50 establecimientos instalados sólo en Periférico Sur, afuera de la estación del Tren Ligero y enfrente: próximos a una plaza comercial.
Además de estos 50, Guadalajara recibe una cuota bimestral de siete locatarios que instalan sus puestos ambulantes afuera de la estación Tetlán, al Oriente de la ciudad, y en Zapopan se tiene un censo de 25 más, que operan afuera de las estaciones Periférico Norte y Atemajac. Pero hay otros que ni siquiera permiso tienen e invaden áreas públicas.
En todos los municipios se presumen operativos exitosos, pero el único que acepta mantener “bajo control” la proliferación del ambulantaje cerca del Tren Ligero es Tlaquepaque. ¿La estrategia? Coordinación con los ambulantes, de tal forma que sean ellos mismos quienes “delaten” a los que intenten sumarse ilegalmente.
Periférico Sur, en Tlaquepaque, es la estación en la que hay más puestos ambulantes. Al salir de allí, el usuario del Tren Ligero encontrará un tianguis en el que podrá comprar desde comida hasta copias de películas. Y respecto a esto último, el funcionario tlaquepaquense afirma que no ha permitido “ni permitirá” la instalación de esos establecimientos. Lo anterior, segundos después de informar que en un operativo realizado se logró retirar a una persona que vendía alimentos. No dijo lo mismo sobre el establecimiento de discos pirata instalado en la zona.
CONTEO
Ambulantes detectados tras recorridos
| Afuera de estación | 29 de abril | 30 de abril |
| Periférico Sur | 30 | 32 |
| Periférico Norte | 16 | 12 |
| Tetlán | 5 | 3 |
Nota: Recorridos realizados a las 13:00 y 14:00 horas, los días miércoles 29 y jueves 30 de abril de 2015.
NUMERALIA
| 28 | 82 | 10 | 25 | 30 |
| Estaciones del Tren Ligero en la Zona Metropolitana de Guadalajara | Puestos ambulantes se toleran a las afueras de las estaciones del Tren Ligero. | Solicitudes para instalar comercios ambulantes se reciben en Zapopan, todas se rechazan. | Permisos concedió el Ayuntamiento zapopano para ambulantes en administraciones pasadas. | Comerciantes en vía pública se detectaron en la estación Periférico Sur, en Tlaquepaque. |
EL DATO
Las estaciones
En Guadalajara hay 23 de las de las 28 estaciones del Tren Ligero; Zapopan hay tres: Atemajac, Dermatológico y Periférico Norte. En territorio de Tlaquepaque hay dos: Tesoro y Periférico Sur.
Presumen operativos; son insuficientes
Ni en el combate al ambulantaje hay una estrategia metropolitana. Los tres ayuntamientos en cuyo terreno se encuentran las estaciones de las líneas 1 y 2 del Tren Ligero actúan por su cuenta en lo que ve a la proliferación de puestos ambulantes.
Las respectivas áreas de Espacios Abiertos en Guadalajara y Zapopan reconocen que hay un crecimiento que preocupa. En el primer municipio se encuentran 23 de las de las 28 estaciones; en el segundo hay tres: Atemajac, Dermatológico y Periférico Norte. En territorio de Tlaquepaque hay dos: Tesoro y Periférico Sur.
En todos los puntos de abordo y descenso de pasajeros hay ambulantaje cerca, aunque en algunos casos está más concentrado. Es el caso de las estaciones Periférico Norte, Periférico Sur, Tetlán, Juárez, Plaza Universidad y San Juan de Dios.
Francisco Javier Rubio, jefe de la Unidad Departamental de Inspección a Mercados y Comercio en Espacios Abiertos de Guadalajara, explica que en varias estaciones hay permisos concedidos, aunque por las administraciones pasadas.
Hoy, reconoce, el ambulantaje se ha incrementado, por lo que se aplican hasta dos operativos semanales por las estaciones de ese medio de transporte, a fin de verificar que no prolifere.
“En la estación Tetlán levantamos gente con puestos de tacos, quesadillas, agua, y otros a los que se infraccionó fue a los famosos ‘golondrinos’, que se levantan a cierta hora”.
Afirma que tres de cada cuatro puestos instalados están “regularizados”, y que así como se actúa a favor de hacer cumplir el reglamento municipal, se hace lo propio para no afectar a las personas que sólo tienen esos ingresos para sobrevivir.
Se actúa con “el corazón”
Un caso similar ocurre en Zapopan: la Dirección de Mercados recibe, en promedio, hasta 10 solicitudes semanales para instalarse en los establecimientos. Todas, presume su titular, Mauricio Arias de la Mora, son desechadas.
Pese a ello, acepta, ocasionalmente se actúa con “el corazón”, pues también hay personas que realmente necesitan trabajar para subsistir. Eso, siempre y cuando no entorpezcan el libre tránsito, o los locales establecidos no se quejen porque los ambulantes tienen el mismo giro.
Los operativos, dice el funcionario zapopano, también son constantes, aunque pocos problemas se registran desde que comenzó la ampliación de la Línea 1. Antes de que arrancaran las obras, los trabajadores de la localidad se acercaron con los 19 vendedores que se colocan en Periférico Norte y los convencieron de moverse. En esa negociación también se consintió retirar una tienda de conveniencia que ya estaba operando.
TELÓN DE FONDO
El problema que nunca termina
El problema del ambulantaje en la ciudad es un tema de recurrente escozor entre los ayuntamientos metropolitanos, más claramente marcado en el Gobierno Municipal de Guadalajara.
La persistencia del problema ha provocado en la actual administración, liderada por el alcalde Ramiro Hernández, manifestaciones de comerciantes establecidos que han reclamado la acción de las autoridades para regular y reubicar a los vendedores en vía pública que, según los locatarios, les quitan su espacio y roban clientes.
Apenas la semana pasada la Cámara de Comercio de Guadalajara expuso que el número de comerciantes informales en el Centro Histórico de Guadalajara aumentó 80% en el pasado periodo de Semana Santa.
Detectaron que en los últimos tres años se duplicó el número de puestos ambulantes que venden durante el periodo religioso. En abril de 2013 contabilizaban 776 comerciantes irregulares, y en este año se registraron mil 410.
El presidente de la Cámara, Fernando Topete Dávila, consideró que contar con un diagnóstico claro del número de puestos y acciones constantes del Ayuntamiento de Guadalajara podrían inhibir la presencia de los irregulares, pero el censo es inexistente y las inspecciones han sido suficientes, dijo el directivo.
La ilegalidad del comercio en vía pública se intentó combatir en el Mercado de Abastos, donde decomisaron cinco toneladas de verduras a ambulantes de las inmediaciones. Personal de Inspección a Mercados y Comercios en Espacios Abiertos del Ayuntamiento de Guadalajara, realizaron el operativo.
La Unión de Comerciantes del Mercado de Abastos junto con la Administración del mercado, aseguraron que la presencia de los informales produce una merma en las ventas de los locatarios.
Y es que al no pagar una renta, empleados o impuestos, estos vendedores ofertan sus productos a precios más baratos, lo que se traduce como una “ventaja injusta”, contra los que sí pagan sus impuestos .
Pero esta casa editorial comprobó que los decomisos son aislados. En septiembre de 2014 informó que los inspectores del Ayuntamiento realizan 17 decomisos diarios, en promedio, sólo en el Centro Histórico, entre 40 inspectores. Eso significa que cada inspector realiza sólo tres decomisos a la semana. A pesar de que la presencia de ambulantes es clara en el Primer Cuadro de la ciudad.
CLAVES
El reglamento
Guadalajara: Queda prohibida la instalación de puestos y comerciantes ambulantes en banquetas y calles en lugares que causen problemas a la circulación de personas y vehículos, respetando una distancia mínima de 200 metros a la redonda de los mercados de este municipio.
Reglas: El Ayuntamiento o sus representantes pueden retirar de la vía pública cualquier puesto, armazón o implemento utilizado por los comerciantes en espacios abiertos, cuando tales objetos obstruyan la vialidad, deterioren el ornato público de la zona, representen peligro para la salud o la seguridad e integridad física de la población.
Zapopan: Los puestos semifijos serán autorizados en tanto no obstaculicen el flujo vial, el libre tránsito de personas, a los vecinos y no afecte los intereses de la comunidad. Queda prohibida su ubicación a una distancia menor de 100 metros medidos según las vías ordinarias de comunicación, de clínicas y hospitales, centros de asistencia social, centrales de autotransporte y asilos; y a no menos 50 cincuenta metros de escuelas, mercados, lugares de culto religioso y panteones; y a 10 diez metros de avenidas, calzadas, carreteras y del Anillo Periférico.
Tlaquepaque: Los comerciantes ambulantes y semifijos no deberán impedir o entorpecer la prestación de servicios públicos o de emergencia. Cuando hubiese necesidad de efectuar obras de construcción, reconstrucción o conservación, relativas a servicios públicos, serán removidos los puestos que en cualquier forma obstaculicen la ejecución de esas obras.
Prohibición: El reglamento de Tlaquepaque prohíbe la instalación de ambulantes en el interior de los mercados públicos sean o no propiedad del municipio, y en un área de 100 metros a la redonda. En arroyos de las calles y avenidas cuando constituyan un estorbo para la circulación de los vehículos.
GUÍA
¿Cuáles son las estrategias de los ayuntamientos?
— ¿Guadalajara?
— Operativos constantes. Problemática especial detectada afuera de la estación de Tetlán. Siete permisos concedidos para trabajar en ese espacio. Han ubicado hasta 20 puestos. No hay permisos para operar afuera de otras estaciones. Muchas denuncias, principalmente por obstrucción de paso y coincidencia de ventas con comerciantes establecidos. Municipio opta por la conciliación.
— ¿En Zapopan?
— Operativos constantes. Crecimiento de ambulantaje detectado especialmente en la estación Periférico Norte. 19 permisos concedidos en esa zona; seis más en la estación Atemajac. No hay permisos para operar en otras estaciones.
— ¿Y en Tlaquepaque?
— Operativos constantes. 50 permisos concedidos a comerciantes en la estación Periférico Sur. Solicita colaboración de ambulantes, para que ellos mismos denuncien a quien pretenda instalarse. No hay permisos para operar en otros espacios próximos al Tren Ligero. Permisos entregados son para tres turnos. Reconoce que hay establecimientos con más de una década funcionando. Números de atención a reportes: 3837-0346 y 3837-0348.
CÓMO SE VIVE EN LAS CALLES
“Barato y bonito”
El armatoste de acero sobre el que muchos duermen, otros miran con desdén a quienes viajan sentados, termina su recorrido. Ha llegado a la estación Sur del Periférico y, tras abrir sus puertas automáticas, expulsa al río de gente que viaja.
Con pasos cortos y uniformes; con el sonido de la suela raspando al piso como único fondo musical; con muchos rostros largos.
El flujo conduce, obligadamente, a los torniquetes. Aunque no lo deseen así quienes viajan absortos en el sonido de la música, o concentrados en memorias distantes, la marabunta humana lleva hacia las estructuras de salida, donde cada uno de sus integrantes es despachado con un golpe de metal en las posaderas.
Pasos adelante, el silencioso desfile rompe la calma. “Disculpe, joven: ¿Le interesa tramitar su crédito del Infonavit?”.
— Ahorita no...
— Güero, ¡llévese algo a la panza!
— ¡Barato y bonito! ¡Barato y bonito!
— ¿Busca una película?
— ¡Aguaaas, aguaaas!
— ¡Barato y bonito! ¡Barato y bonito!
Son 30 los puestos que se encuentran en el lugar, por ambos lados. Películas en oferta, bisutería, ropa, aguas frescas, refrescos, tabaco, frutas, dulces, refrescos, frituras. Si no hay necesidad ésta se hace presente. Y si se mantiene la abstinencia pese al bombardeo comercial, allí está una tienda de conveniencia para mostrar más productos en oferta.
“¿Cómo le hiciste para ponerte aquí?”, se le pregunta a uno de los gritones ambulantes. No responde. Él sólo vende.
— ¿Con quién puedo hablar para conseguir un permiso?, se le insiste.
No hay respuesta.
El ambiente es completamente opuesto al que, cinco minutos antes, decenas de personas vivieron adentro de los vagones. En Colón y Periférico Sur hay gritos, taxis comunitarios, una bolsa de trabajo para operadores en una tequilera, desorden y contaminación ambiental, pero sobre todo, auditiva.
Un claxon suena, y otro atrás de él. Uno más y así con cada vehículo que se integra a la “cola”. La sinfonía de ofensas de conductores no se detiene: el camión que obstruye el carril de paso es el responsable. La estación de Periférico Sur del Tren Ligero muestra un escenario similar al de cualquier tianguis de fin de semana... aunque instalado permanentemente.
VOCES
Los tapatíos opinan
“Pues he visto que aquí hacen trueques. Acuerdan una compra por internet y aquí quedan de verse. Es muy usual eso. No le veo mal”
Julián Ortega.
“Está bien porque cuando llevo tarde al niño aquí compro su lonche. Nomás lo de los (discos) piratas no está bien, ¿no? Porque pues eso es hasta delito”
Lupita Varela.
“¿Quién se va a quejar si puede comprar de comer? Como si pudiéramos darnos el lujo de preparar en la casa y llegar a tiempo a la chamba al mismo tiempo”
Rodrigo Jarero.
“Creo que no está mal. Mira: si vienes sediento por el solazo, te compras aquí un refresco o un agua y listo. Hasta te compras unas salchichas. Y si no: allí está el Oxxo”
Javiera Ortiz.
“Está bien. Nomás que quiten los discos pirata, eso sí se ve mal. De ahí en delante, no le veo problema”
Sergio Robles.
“Cuando se llena, a la hora pico, sí está complicado caminar, pero tampoco es tan exagerado”
Daniela Guevara.
LA VOZ DEL EXPERTO
Decisiones erróneas
Raquel Partida Ochoa (investigadora de la UdeG)
La crisis laboral provocada por la toma de decisiones a nivel país, y acrecentada por la política económica global, son causales del incremento notable en la cantidad de puestos ambulantes que hay, no sólo en la ciudad de Guadalajara y las estaciones del Tren Ligero sino en diversos puntos de Latinoamérica.
Raquel Partida Rocha, socióloga e investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), opina que en consecuencia a esto, la ciudadanía debe “aprender a vivir en la tolerancia de la informalidad y el ambulantaje”, toda vez que es imposible erradicarlo. Y si, dada la coyuntura electoral, algún candidato promete hacerlo, difícilmente hablará con certeza.
“No es borrón y cuenta nueva. Esto es un efecto muy perverso del capitalismo; es una manera de sobrevivir de las personas. Vivimos en un país subdesarrollado: de tercer mundo. Esas son las consecuencias con las que tenemos que aprender a vivir gracias a una política económica errónea que hemos llevado en los últimos 20 o 30 años. No lo puedes desaparecer con un plumazo”.
Pero sí hay paliativos. Uno de ellos es regular los espacios físicos urbanos para que se pueda vivir con el comercio ambulante en orden. El otro debería ser establecer estrategias de solución a partir de una visión de ciudad, y no de municipio, como ha ocurrido en las últimas administraciones.
“Guadalajara, la segunda ciudad más grande en México, genera una serie de problemáticas a las que en los últimos 10 años no se ha podido dar respuesta. No se ha visto la gran agenda metropolitana para atender las necesidades de una ciudad del siglo XXI”.
Critica el que, dadas las diferencias políticas, exista una agenda unilateral en cada municipio. Además, está el principio de la oferta y la demanda, aunque propiciado por fallas gubernamentales en temas como el de movilidad: “si hay vendedores es que hay consumidores”.
“La gente consume porque como la ciudad se ha complejizado en tramos de movilidad y tiempos de traslado, encuentran en ello una manera inmediata de poder ganar tiempo al tiempo”.
El origen de esta proliferación de comercios informales, concluye, tuvo lugar durante el primer sexenio federal panista, en el que el ex presidente Vicente Fox impulsó una estrategia encaminada a apoyar en este sentido. “Vicente Fox impulsó la informalidad; hubo programas para que incluso pusieran su tamalería”.
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