Jalisco

Tlaquepaque registra el máximo histórico de temperatura en ZMG

En Jalisco, Teocaltiche alcanzó hace 12 años un calor infernal de 46.4 grados

GUADALAJARA, JALISCO (21/ABR/2011).- El pronóstico de 36 grados como temperatura máxima en la ciudad, ha sido rebasado en una vasta cantidad de ocasiones a lo largo de los últimos 12 años. Información concedida por la Comisión Nacional del Agua ( Conagua) revela que la máxima histórica en la ciudad durante ese lapso es de 39.5 grados.

De 1998 a la fecha, sólo en cinco ocasiones se han presentado escenarios por encima de los 39 grados en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG):

El primero ocurrió en abril de 1999, en la estación La Experiencia, en Guadalajara. El termómetro marcó los 39 grados por vez primera. 

Dos meses después, la estación Tlaquepaque detectó la máxima histórica en la metrópoli: 39.5 grados centígrados.

En adición a estas fechas, mayo de 2002, el mismo mes de 2003 y junio de 2005 han registrado temperaturas de 39 grados. Nunca la ciudad ha rebasado tal estatus, aunque sí se han presentado en diversas ocasiones máximas mensuales de 36, 37 e incluso 38.5 grados centígrados.

El Estado de Jalisco también ha tenido escenarios extremos en lo que a temperaturas elevadas refiere; de hecho, estas han rebasado significativamente las de Guadalajara.

El reporte girado por la Conagua precisa que hay escenarios en los que el calor alcanzó los 46.5 grados, aunque esto sólo se presentó en una ocasión y fue en marzo de 1999, en el poblado conocido como Ahuetita, ubicado en el municipio alteño de Teocaltiche. 

Tal sitio ha tenido los momentos más calurosos de Jalisco en una década, pues en septiembre de 1999 nuevamente registró 46 grados centígrados y en febrero del año 2000 volvió a alcanzar tal magnitud.

Además, en 21 ocasiones se han registrado altas de 45 grados; 43 más con olas de calor de 44 grados; 68 con temperatura de 43, y 111 meses contabilizados en 12 años (en diversas partes de la Entidad) han llegado a los 42 grados.

Para saber

En 1999, Jalisco reportó una de las temperaturas más altas en la historia moderna: en la ciudad se alcanzaron los 39.5 grados, pero en Teocaltiche se elevó a 46.4

Oleada de calor no rebasará los 36 grados en la ciudad: Instituto de Astronomía y Meteorología

Temperatura en 2011, en el rango normal hasta junio


En los últimos días, la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) ha resentido los estragos de una temperatura en constante aumento. Sin embargo, ésta se ha mantenido en el rango de lo normal.

El Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) informa que esa será la constante, al menos hasta mediados de junio, cuando se pronostica llegue el temporal de lluvias.

Héctor Magaña Fernández, meteorólogo investigador de la máxima casa de estudios, informa que en fechas recientes el termómetro metropolitano ha alcanzado los 32 grados centígrados, aunque se pronostican oleadas máximas de hasta 34, sólo en el mes de abril.

El panorama será distinto para el mes próximo, pues ahí se han pronosticado crecidas de calor de hasta 36 grados centígrados, y aunque se trata únicamente de especulaciones basadas en estudios meteorológicos, el investigador enfatiza que “hasta el momento el pronóstico se está cumpliendo”.

El origen de este fenómeno, explica, es por la conclusión de la estación invernal, donde la posición de la Tierra respecto al Sol provocaba noches más largas y días más cortos. Hoy, el panorama es completamente opuesto, por lo que el Astro Rey genera más energía y por más tiempo.

“El Hemisferio Norte se encontrará con más energía; estaremos expuestos a ésta y ello se traducirá en más calor”.

Por lo regular, abril y mayo son los dos meses del año que registran una mayor concentración de calor, que se ve disminuida sustancialmente cuando la temporada anual de lluvias se hace presente.

Refiere que la temperatura del cuerpo humano alcanza los 37 grados centígrados, por lo que un estatus ambiental de 24 ó 25 grados es completamente soportable por el organismo. No así cuando el termómetro llega a los 30 grados, pues esto le genera afectaciones físicas, desgaste excesivo y una marcada pérdida de agua.

— ¿Qué es una ola de calor?

— Un periodo prolongado de tiempo excesivamente cálido, que puede ser también excesivamente húmedo. El término depende de la temperatura considerada “normal” en la zona, así que una misma temperatura, que en un clima cálido se considera normal, puede considerarse una ola de calor en una zona con un clima más templado.

Esta se detecta fácilmente, cuando en un rango normal de tiempo se registra una temperatura “normal” (por ejemplo, 30 grados sostenida por tres días) y súbitamente ésta incrementa (a 34 grados). El tiempo que la temperatura se mantenga fija será la oleada de calor.



Irritabilidad y estrés al volante


Historias urbanas

Jornadas de 12 horas en un intenso tráfico. Tomar y dejar pasaje; cobrar, entregar cambio y boleto, cumplir los tiempos de trayecto; y en los meses de primavera, padecer el desquiciante calor sentado frente al volante, con la misión de trasladar a su destino a miles de pasajeros.

Un trabajo de por sí cargado de estrés, en primavera se convierte en una de las peores épocas del año para conducir una unidad del transporte público. El calor que hay que soportar en el minibús que está a su cargo en la ruta 644 B, combinado con otra serie de factores, convierte a Rosalío Benavides en una persona más irritable.

Diez años de su vida los ha dejado en las ruedas de autobuses llevando y trayendo pasajeros en la ciudad. A pesar de esa década de experiencia en el gremio camionero, el calor sigue siendo un elemento con el que es difícil lidiar, pero dice intentarlo: “Se va uno acostumbrando”.

Además de la irritabilidad y más estrés que generan los rayos solares que calientan el ambiente, hay otra consecuencia: se le “baja la pila”, hay momentos de somnolencia en su jornada contra los cuales tiene que luchar para evitar cualquier percance.

“Con el calor se siente uno hasta como adormilado, es un poquito más desesperante trabajar con el calor, anda uno más irritable, esto se nota en los automovilistas, pues la mayoría quiere que le toquen todos los sigas”.

Para hidratarse, el operador del transporte público consume en su larga jornada laboral alrededor de dos litros y medio de agua, y por este motivo enfrenta otra dificultad: no hay baños en las terminales. “Para ir al baño es donde podemos”.
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