Jalisco

''Temaca'' desconfía de diques para protegerlos de Río Verde

Pobladores desconocen su resistencia a la presión del agua o el tiempo de vida útil que tendrán

GUADALAJARA, JALISCO (08/AGO/2013).- Porque nunca se les ha detallado la ubicación exacta de los diques, su resistencia a la presión del agua o el tiempo de vida útil que tendrán, ocho pobladores de la comunidad de Temacapulín (en riesgo latente de quedar bajo el agua, con las aguas del Río Verde que almacenará la Presa El Zapotillo) dan un "no" unánime a la instalación de diques para resguardarlos.
 
Desde su óptica, colocar barreras para mantenerlos al margen del agua acumulada únicamente causará que vivan en la "incertidumbre", y los temporales de cada año los atravesarían con temor de que el líquido almacenado en El Zapotillo eventualmente venza a las estructuras, para "ahogarlos mientras duermen".
 
Sobre la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ( SCJN), que mantiene en 80 metros la altura de la cortina, la señorita Laura Guzmán, quien por 25 años ha vivido en "Temaca", opina que la represa "nos sigue afectando, porque cuando se hicieron los estudios de suelo nos dijeron que había arena o algo así, y que por eso no se podían instalar los diques; que no iban a ser resistentes".
 
Expone que la nueva determinación oficial "suena bien, pero no le entusiasma". "Lo que nosotros pedimos es que no nos inundemos, y si para eso la cortina debe ser de 60 metros, que de esa altura se haga porque no podemos vivir con la preocupación de que el agua nos inunde".
 
A su voz se suma la de Imelda Limón, quien tras vivir casi ocho de sus 44 años con la presión de la presa que, de erigirse, dejará bajo el agua el sitio en que nació y creció, concluye en que lo mejor es hacer una cortina baja. Critica también que las autoridades que estuvieron en la administración pasada "ni nos dijeran cómo iba a estar eso de los diques, ni conocieran el sitio exacto de El Zapotillo. Venían a inundar pero sin conocer qué".
 
En contraste, María Trinidad Huerta y Griselda Yáñez Delgadillo consideran que al ya estar iniciado el proyecto, este debe continuar, pero que eso no significa que afecte a los pobladores de "Temaca". "Todos ocupamos del agua, y qué bueno que la del Río (Verde) sirva a alguien más, pero tampoco nos tiene por qué inundar, ¿verdad?".
 
"Es que la gente nunca se ha opuesto a la presa... en tanto 'Temaca' se salve". Habla doña Esperanza Carbajal Espinoza, quien a este punto ha decidido que lo mejor es que la presa "se caiga" para que ningún obstáculo más se haga presente en lo sucesivo. "Ya mejor que la hagan en otro lado", dice, al considerar que el ir y venir en las resoluciones a favor y en contra de la presa ya ha sido demasiado.
 
"Y es que hay rumores de que hasta 125 metros va a llegar", refiere María del Refugio García, quien ya no sabe si creer o no en las noticias que escucha. "Ya mejor que se reviente; nosotros no nos queremos salir, vea: está bien tranquilo aquí".
 
En efecto. Temacapulín vive tranquilo. La calma imperante solo es rota por el cantar de las aves, el motor de un automóvil que circula por sus calles o el rebuznar de los burros. Los jóvenes trabajan por las tardes en una granja de chile ubicada en las proximidades del poblado, y solo algunas personas se encuentran en la plazoleta central.
 
José Abel Torres González y José Carmen Guzmán Íñiguez, de 54 y 57 años, respectivamente, son las únicas dos personas que dialogan, sentadas en una de las bancas. Sobre la resolución del máximo tribunal en el país, consideran que se trata de una buena noticia, pero como el resto, desechan de inmediato la idea de colocar diques para su protección.
 
Además, "todavía no estoy seguro de que se respete (la decisión de la SCJN). El gobierno ha hecho tantas cosas con nosotros y sin ningún permiso de nada", sentencia el segundo de los camaradas. El primero aprovecha que sus letras serán publicadas, y agradece la gestión del gobernador, Aristóteles Sandoval, quien "al menos vino a vernos y conocer el pueblo en los primeros días de su gobierno; hay otros que nomás dieron la orden de inundarnos desde su escritorio".

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
Síguenos en

Temas

Sigue navegando