Jalisco
Tasa de motorización en la ZMG crece 50% en una década
El Colectivo Ecologista de Jalisco señala que es importante cumplir con la verificación vehicular
Guadalajara tiene ahora la tasa de motorización más alta de América Latina, por arriba de capitales como Ciudad México y Buenos Aires. Maite Cortés García Lozano, directora ejecutiva del Colectivo Ecologista de Jalisco, explica que en una década el incremento de la tasa de motorización creció casi 50%, es decir que en el año 2000 el número era de 230 autos por cada mil habitantes y en 2010 pasó a los 408 coches por cada mil habitantes. Añade que esta información es resultado de datos de la Secretaria de Salud Jalisco (SSJ), de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
García Lozano comenta que la tendencia del parque vehicular en la ciudad se mantiene a la alza, ya que a diario se suman 300 autos. Para el Colectivo Ecologista de Jalisco, los automovilistas deben saber que hay responsabilidades por las emisiones contaminantes de sus coches, ya que éstas tienen implicaciones no sólo en su salud, sino en la de las demás personas, de ahí la relevancia de cumplir con la verificación vehicular y ésta se haga por iniciativa propia y no por exigencia de la autoridad.
“La otra cosa que nos preocupa y que consideramos muy grave, por la cual la verificación vehicular debe ser cumplida más allá de la exigencia del Estado, es las aportaciones a la mala calidad del aire que tienen las emisiones vehiculares. Sabemos que los dos principales contaminantes en la Zona Metropolitana de Guadalajara son el ozono y las partículas suspendidas”, expresa García Lozano.
Señala, además, que los índices de ozono en la ciudad violan constantemente la Norma Oficial Mexicana (NOM-020-SSA1-1993) y “la exposición promedio de los habitantes de la ZMG a este contaminante en los 11 años, que van de 2000 a 2011, es de 1.112 partes por millones, lo cual está 40.3% arriba del nivel normado”, lo anterior implica mala calidad en el aire y por ende daños a la salud como problemas en las vías respiratorias, irritación de los ojos y ataques de asma.
EL INFORMADOR / MAYRA TORRES
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